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Minería colombiana: riqueza extranjera
Guillermo Maya Muñoz / Miércoles 7 de marzo de 2012
 

Decía el filosofo Fernando González en su Revista Antioquia: "Todo es falso allá: En las cuentas que publican para mostrar que el país es muy rico, colocan en el renglón de las entradas el producto de los hidrocarburos, bananos, oro y platino, los cuales son de (…) los ingleses de Estados Unidos y de Londres" (número 12, 1939).

En el actual boom de la minería y de los hidrocarburos, una de las locomotoras del programa de gobierno de Santos, las exportaciones de materias primas o commodities, en 2011, representaron el 65%, petróleo, carbón y minerales. Las tasas de crecimiento entre 2010-2011 fueron: petróleo 68%, carbón, 36%, y oro 35%. Estos crecimientos tan altos se explican no solo por el aumento de las cantidades exportadas, sino también por el aumento de los precios. Entre enero y diciembre de 2011, el oro pasó de 1.356,4 dólares/onza a 1.641,84; el petróleo crudo (WTI) pasó de 89,51 dólares/barril a 98,61, y el carbón en el mercado de Australia pasó de 141,94 dólares/ton a 117,49, pero había sido US$54,95 en enero de 2007. Sin embargo, las exportaciones no tradicionales, manufacturas y flores, crecieron 18%, a pesar de la revaluación del peso.

Esta expansión en las exportaciones ha estado soportada sobre la inversión extranjera al sector de minería y petróleo. Sin embargo, estas inversiones, en su mayoría intensivas en capital, no tienen fuertes encadenamientos con los procesos productivos internos. Si tomamos a la Drummond, como ejemplo, se puede entender el argumento: "La multinacional estadounidense Drummond invertirá más de 1.600 millones de dólares en los próximos dos años en la construcción de dos puertos y la ampliación de una línea férrea (…). Será un puerto de cargue directo con capacidad para recibir y exportar (…), también se agrega la construcción de 120 km de línea férrea, a los que se añadirán 60 km para terminar con una doble calzada (…). Colombia quedará con una capacidad de exportar desde el Cesar hacia el exterior un volumen superior a las 100 millones de toneladas de carbón". (Elespectador.com, febrero 3-2012, Drummond invertirá más de US$ 1.600 millones en Colombia). Equipos importados, tecnología intensiva en capital.

Esta inversión es simplemente el desarrollo de un enclave, sin mayores conexiones con el aparato productivo nacional. En este sentido, "se configuró un perfil de crecimiento concentrado en áreas que no irrigan los beneficios al resto del sistema; no genera empleo de calidad y marchita los sectores que están en capacidad de hacerlo", a través de la revaluación del peso, de acuerdo a Eduardo Sarmiento (La aspiradora de la minería, Elespectador.com, dic 4-2011).

Ahora, ¿cuántos impuestos y regalías pagan están multinacionales al estado colombiano? Guillermo Rudas, consultor, afirma que, de acuerdo a las cuentas nacionales del Dane, el sector minero en 2010 debió pagar 15,3 billones de pesos en impuestos; sin embargo, pagaron 5,6 billones. Los $9,7 billones restantes son exenciones tributarias, elusión o evasión fiscal, mayores a las regalías pagadas por $6.4 billones. En el caso del carbón, entre 2002-2010, estas empresas debieron pagar una tasa de tributación sobre las utilidades de 35%, pero solo pagaron 8%, (Portafolio, "Buen momento minero no se refleja en los impuestos", febrero 21-2012). Precisamente la Contraloría General encontró que las deducciones tributarias para el caso del carbón superaron el valor de los impuestos en 2007. (El Espectador, La locomotora minera puja, pero el Gobierno perdió el año, dic 23-2011). Les estamos pagando para que se lleven la riqueza "colombiana".

¿Qué pasó? "Asomineros y la Andi aprovecharon el boquete y adujeron en 2005 que, por el principio a la igualdad, las empresas privadas podían gozar de la misma prerrogativa que las públicas (Deducir las regalías de los impuestos). La Dian, que en ese momento era aliada incondicional de los grandes contribuyentes, aceptó la querella a favor de las empresas privadas". (Kalmanovitz, Otra vez las regalías, Elespectador.com, febrero 12-2012).

La confianza inversionista regaló el país a las multinacionales y a sus socios nativos. La Andi agrupa las empresas colombianas y extranjeras que trabajan en Colombia. La industria nacional, otra quimera.