Los esfuerzos por avanzar hacia la unidad de todas las vertientes de la lucha popular comprometidas en un cambio profundo de la sociedad y el Estado colombianos merecen en reconocimiento, el respeto y el apoyo. Ese empeño representa un peldaño superior de las movilizaciones y las resistencias sociales, etnosociales y regionales que se desenvuelven a lo largo y ancho de Colombia.

La fuerza principal de un propósito unitario consiste en ser una construcción colectiva, que exige avanzar en la identificación de los grandes problemas nacionales que no admiten espera, en las propuestas programáticas correspondientes y en la voluntad política de convergencia en la acción, en igualdad de condiciones, con vínculos de respeto, de cooperación y solidaridad mutuas.

Están surgiendo en Colombia las condiciones de posibilidad de un gran proyecto democrático transformador que reúna las esperanzas populares por paz, democracia y soberanía. El PDA ha marcado un paso esencial en el aprendizaje unitario, con sus logros y sus dificultades, y se constituye en un punto de referencia insoslayable en la arquitectura de la unidad popular en construcción.

Otras propuestas, también de orígenes populares en la izquierda, de claro compromiso con la metodología de la lucha de masas, irrumpen con identidad propia y voluntad unitaria en los estrechos espacios de libertades del régimen con la idea de agregar fuerzas a la vía democrática para el cambio político transformador.

El encuentro nacional de Marcha Patriótica muestra ser parte aportante al edificio de la unidad del pueblo. Esta será posible con el esfuerzo concurrente de miles de brazos, de acumulados diversos, de propuestas claras, comprometidas con la paz democrática, con justicia social, con soberanía, con pensamiento propio e identidad cultural.

El PCC saluda solidariamente a la Marcha Patriótica, su Consejo patriótico nacional y su movilización popular y los convoca a proseguir sin desfallecer en la noble tarea asumida.