Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Conversatorio en el bar La Cotorra, hoy 23 de noviembre, 4 p.m. Carrera 20 Nº 65-03, Barrio El Parnaso, Barrancabermeja, Magdalena Medio
"Región e identidad" en el Magdalena Medio
Escuela de Formación Popular Sandra Rondón Pinto / Viernes 23 de noviembre de 2012
 

De la necesidad de construir identidad, y en complicidad con aquellos personajes que se pasean por la amplia gama de situaciones que nos suceden en esta región de monte, rio y sol; nace un espacio en donde se conspira contra la “no memoria”.

El distanciamiento generacional, las nuevas dinámicas económicas, la crisis educativa, todo esto enmarcado en un escenario local y regional de confrontación armada que en consecuencia van creando nuevas expresiones de la descomposición social, y con ella, la distorsión de nuestro pasado, silenciado en este confuso presente en donde no existe la verdad, si no los falsos argumentos.

En este escenario, donde pueden aflorar distintas formas de resistencia, gestores culturales, artistas plásticos, directores de teatro, actrices y actores, artistas visuales, músicos populares, alcahuetas de la palabra estéticamente bien dicha, entre ellos poetas y literatos, quieren rebelarse ante la posibilidad de ser sometidos por la vida mercantilista, y la proliferación de medios de información que adoctrinan y construyen nuevos valores, alejados de los reales problemas.

El oficio creativo, partiendo desde la subjetividad de quien aspira a ser vehículo de una obra que se atreva a rebelar algo de nuestra existencia y sus evidencias, en un proceso de transmutación del ser, como el “Joe”, quien llevó los imaginarios del caribe en su sonido de mar y calle destapada al universo y sentir de la masa popular, que lo eligió para ser metáfora y sentir de todo un pueblo, incluso en el interior del país. Cuando el Joe murió se sintió igual que la muerte de un familiar cercano, porque la experiencia estética de su arte en el “Otro” se volvió intima, sedujo el lenguaje de todos, y lo convertimos en parte de nuestro accionar, “nosotros también somos Joe”.

¿Qué tipo de proceso de formación artística ocurre para que el artista sea definitivo y revelador en su obra, enmarcado en una cultura determinada? Como logra la agudeza para interpretar los signos que condensa en su obra; cual es el puente de dialogo que hace a los pueblos con elementos identitarios, reconocerlos como portavoces o profetas capaces de dotar de sentido la vida cotidiana?

Tal vez la respuesta no sea tan difícil encontrarla, porque la sentimos al poner los pies descalzos en la tierra, porque debemos conocer los callejones y calles, debemos vivir la precariedad de la vereda y entender sus formas de resistencia; además, debemos estar de cara a las ambiciones humanas, entender lo disociador que es el egoísmo y la incapacidad de fusionarse en un proyecto colectivo.

Los problemas socioafectivos que padecemos tienen relación directa con las variadas formas de violencia, que en su efecto todas están enlazadas, aunque obedeciendo a sus diferentes ritmos y dinámicas: la desigualdad, la violencia intrafamiliar, de género, la carencia de empleo y oportunidades, la discriminación, la educación plana y sin imaginación, la incapacidad de organización popular, hacen de nosotros Magdalena Medio seres humanos con vivencias capaces de trasgredir toda lógica por la abundancia de cosas que nos suceden, y entonces queda aprisionada un alma que tiene pocas alternativas para salirse por la boca, los oídos, zapatean las patas; las causalidades dan origen a hechos extraordinarios; la palabra, desde nuestra imaginación y experiencia puede darle otras connotaciones a sus significados, y de la sensibilidad como se afrontaba la compleja realidad del pasado quedan las memorias históricas, testigos de las luchas populares, que callan su verdad, llena de frustrada emotividad porque a la sociedad establecida no le interesa saber quiénes hemos sido.

Existe conciencia de los imaginarios del campo que nos influyen en la urbe? Y el campesinado ha construido puentes de dialogo con la urbanidad? Cuál sería el fin de este dialogo en doble vía? Y si los construyó porque se han desintegrado en el tiempo? Y qué tipo de mescolanza produce un dialogo abierto derribando los prejuicios y las estigmatizaciones. Esta mezcla no sólo se evidencia en nuestra incomunicación, se da en lo gastronómico, en lo laboral, en lo emocional o elevadamente sensitivo, porque nosotros(as), somos eso, como identidad, un sancocho de causas, nuestra cara alargada del europeo, ojos rasgados de los indígenas, nariz ancha del negro de cabellos enredados que no esclarece si es liso o churco, nuestra tez cobriza, ni blanca ni negra, eso nos hace dentro de los colombianos sui generis, apropiados de un lenguaje turbulento, incierto, en constante crisis, del cual debe nacer la voluntad de contar, para empezar, la realidad no ficcionada de nuestra extraordinaria existencia.

Es por este motivo que debemos conspirar hoy aquí, en la Cotorra Salsa Bolero y Son, no en contra de nuestra natural espontaneidad ni el universo caótico del cual somos hijos e hijas, si no en contra de los órdenes establecidos de la manifiesta cultura oficial, que se difunde por los medios como verdad absoluta, que nos pretende uniformes, acallando voces que aún son eco de lo que nos sucede. Hoy 23 de noviembre de 2012, conspiramos en contra del olvido, con la Escuela de Formación Popular Sandra Rondón Pinto, como cómplice de seres preocupados por subvertir lógicas obtusas, unidimensionales, hoy nos encontramos para asumir las consecuencias de lo que pueda suceder.