Estos 12 años son un momento de reflexión para hacer florecer la esperanza. Momentos tan oscuros como los que vivimos nos exigen una mayor actitud y acción para construir esa esperanza, ésta solo se hace cuando volvemos posible lo que creemos que no es posible, solo allí cobra sentido la esperanza y cobran valor estos 12 años.
Sabemos que estamos en un mundo cada vez más adverso, en un país como el nuestro, donde el respeto por la vida se ha perdido, donde el imperio de la muerte es el que reina por todos los lugares, la lógica del más fuerte, de la mentira, de las armas es lo que impera, un país donde volteamos a mirar y sólo nos encontramos con esa lógica y estructura paramilitar que es simplemente el olor constante de muerte y sangre, que actúa a sus anchas con toda la legitimidad que le ha concedido un estado que ha obrado en esa línea de muerte y violencia.
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