Estamos acompañando atentamente lo que se pasa con la lucha del hermano pueblo de Bolivia. Estamos solidarios con las movilizaciones del pueblo y con los intentos de cambio con los que su gobierno está comprometido. Hemos visto las maniobras del imperio estadounidense que, a través de su embajada, intenta entrometerse en los asuntos del pueblo boliviano, porque siempre nos trataron como una propiedad privada de los intereses de sus capitales. Y no aceptan los cambios que soplan por todo el continente. ¡Quieren seguir dueños de todo!