Arremetida
jurídico-militar-paramilitar contra la Zona de Reserva Campesina
del Valle del Río Cimitarra por Asociación
Campesina del Valle del Río Cimitarra
El día 24 de abril a las 4 pm fue detenido por militares del Batallón Nueva Granada Álvaro Manzano, reconocido dirigente agrario del Magdalena Medio, ex presidente de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra (ACVC) y ex concejal por la Unión Patriótica en el municipio de Yondó. Los militares se tomaron el caserío de Notepases, donde vive el dirigente social, horas antes de su detención, violando el derecho a la libre movilización de los pobladores, para impedir que Álvaro fuera avisado sobre la intención del Ejército de detenerlo para hacer efectiva una orden de captura. Álvaro, junto con otros líderes de la ACVC, tenía orden de captura basada en montajes judiciales, que buscan desvertebrar a la ACVC mediante el encarcelamiento de sus dirigentes. Esta estrategia se combina con el asesinato selectivo de dirigentes y de miembros de base de la ACVC a manos del Ejército y sicarios paramilitares tal como ocurrió con los homicidios de nuestros compañeros Orlando Triana Moncada, Diomedes Playonero, Carlos Ramírez y Nelcy Cuesta, para no hacer larga la lista. Después de la arremetida contra la Comunidad de Paz de San José de Apartado, que combinó estrategias jurídico-militares-sicariales, y que terminó con una masacre a manos del Ejército, donde fue asesinado Luis Eduardo Guerra (q.e.p.d), ahora le ha tocado el turno a la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra. El día de hoy también fue detenido arbitrariamente en la vereda Puerto Nuevo Ité el campesino Hernando Agudelo Rodríguez. Cuando sus familiares le preguntaron al Ejército si tenían orden de captura para llevárselo, el teniente Rojas del Batallón Calibío de la Brigada XIV, respondió que él hacía lo que le daba la gana, que para eso él era la autoridad y que se lo llevaba a Segovia, donde funciona un matadero de humanos de los paramilitares. En las veredas del Sur de Bolívar que hacen parte de la Zona de Reserva Campesina, a esta hora y desde hace dos días deambulan 200 paramilitares del Bloque Central Bolívar, mirando a ver a quien más, además de comerciantes de pueblo, pueden matar. ¿Dónde queda la autoridad del teniente Rojas? ¿Cuál autoridad? En el casco urbano de Segovia, en el centro carcelario del pueblo, se encuentra detenido desde hace dos días Reynado Restrepo, por el delito de ser el administrador de la finca ganadera campesina de doble propósito financiada por la Unión Europea. El Ejército además robó varios enseres y materiales de la finca. Desde que fue detenido, el Ejército no le ha suministrado comida, parece ser que la idea es torturarlo sutilmente con el hambre. Hace pocas horas, en el sitio conocido como Puerto Amor, a cinco minutos de Notepases, donde fue capturado Álvaro Manzano, vieron a un grupo de hombres fuertemente armados que portaban brazaletes de las AUC (sigla con la cual se ocultan todos los contratistas del Estado colombiano utilizados en la guerra sucia contra las organizaciones sociales). Durante la Segunda Acción Humanitaria al Nordeste Antioqueño, la XIV Brigada del Ejército hizo todo lo militarmente posible para sabotear una actividad civil que buscaba dar a conocer el bloqueo alimentario y sanitario, y denunciar las violaciones de derechos humanos que sufre el campesinado de la región desde hace años a manos de militares y paramilitares. Esto lo constatará el informe de la Acción Humanitaria que producen más de 20 organizaciones nacionales e internacionales. Todos estos hechos no son aislados, tienen un solo objetivo: acabar con nuestra organización y con nuestra propuesta territorial de Zona de Reserva Campesina, combinando acciones judiciales, militares y sicariales, al mejor estilo del Estado colombiano. Nos queda sólo hacer un nuevo llamado urgente a la solidaridad nacional e internacional. A que hagan llamadas, envíen cartas, faxes, correos electrónicos, al sistema de Naciones Unidas, a los organismos de la Unión Europea buscando respaldo político a nuestro quehacer social. Y al gobierno colombiano exigiendo que cese la represión contra una organización de civiles como la ACVC. Al Estado colombiano exigimos: liberar inmediatamente a Álvaro, a Reynaldo y a Hernando, con las condiciones necesarias para que regresen sanos y salvos a sus familias. Le exigimos al Gobierno hacer una declaración pública donde reconozca, si es el caso, que la ACVC, una organización de campesinos civiles, es un objetivo militar del Estado colombiano. Le exigimos al Estado permitir que la ACVC desarrolle su propuesta de Zona de Reserva Campesina, sin más congelamientos inventados del decreto que la creó, sin más judicializaciones de sus dirigentes, sin más bloqueos alimentarios y sanitarios, sin más detenciones y asesinatos. Sólo queremos estar tranquilos en el territorio al que hemos sido desplazados forzadamente y desarrollar nuestras propuestas de desarrollo en medio de la guerra, generando condiciones de vida digna. Si no hacen vida y desarrollo, dejen hacerlo. Hagan su guerra destructiva, no contra nosotros. |