La guerra en el Nordeste Antioqueño: Entre las partes y contra la población civil por Corporación Acción Humanitaria
por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño Durante las últimas semanas se vienen presentando en esta región fuertes combates entre efectivos de la Brigada XIV del Ejército Nacional y las guerrillas de las FARC-EP y el ELN. El Ejército está realizando ametrallamientos desde helicópteros de manera indiscriminada en cercanías de objetivos civiles, poniendo en alto riesgo a la población campesina. En la vereda Carrizal, en jurisdicción del municipio de Segovia, el Ejército cerró una mina de oro de explotación artesanal dejando sin trabajo e ingresos a 20 familias de este caserío. La razón para el cierre que adujo el Ejército fue que esta mina pertenece a la guerrilla. Argumento totalmente infundado que sirve sólo para reprimir a los mineros en una clara violación del derecho al trabajo. Los miembros del Ejército acantonados en la vereda Carrizal han pintado en las paredes de las casas y en los árboles consignas alusivas a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), sigla bajo la cual se esconden todos los carteles sicariales del narcotráfico al servicio de la estrategia paramilitar de guerra sucia del Estado colombiano. Los militares están amenazando a mineros y campesinos con la repetida frase: "En cuanto nosotros salgamos prepárense que vienen los paramilitares". El Ejército continúa utilizando en su accionar contra civiles al reconocido paramilitar Carlos E. Lombana, identificado con cédula de ciudadanía No. 3'557.848 de Puerto Salgar, Cundinamarca, perteneciente al Bloque Central Bolívar de las AUC y residenciado en la ciudad de Barrancabermeja. Rechazamos la situación de confinamiento a que están sometidos los pobladores de las veredas Carrizal, Piñal y Lejanías por parte del Ejército, que impide la libre movilización de los civiles sin su previa autorización, además interrogando de dónde vienen y para dónde van los campesinos. Rechazamos igualmente el uso indiscriminado de campos minados por parte de la guerrilla en la zona, pues la utilización de las minas antipersonales aumenta el grado de confinamiento, zozobra y temor generalizado de las comunidades. El operativo militar y la política represiva del Estado colombiano se realiza a pocos días de la realización de la Segunda Acción Humanitaria al Nordeste Antioqueño (del 8 al 12 de abril), pretendiendo inviabilizar esta acción de denuncia, atención y acompañamiento a las comunidades victimizadas. Ante esta situación violatoria de los derechos humanos del campesinado, invitamos a la comunidad nacional e internacional a participar activamente en la Segunda Acción Humanitaria al Nordeste Antioqueño, a observar, verificar y denunciar la difícil situación humanitaria a la que están siendo sometidos los pobladores del Nordeste Antioqueño en medio de la guerra. |