Cahucopana denuncia abusos del Ejército en el Nordeste Antioqueño

por Cahucopana
Vereda de Lejanías, municipio de Remedios (Antioquia). Agosto de 2005

A través de este escrito, Cahucopana quiere denunciar ante la opinión pública nacional e internacional los siguientes hechos:

Desde el pasado 28 de noviembre de 2004 se viene desarrollando un operativo militar en la región del Nordeste Antioqueño que permanece hasta el día de hoy. Este operativo inicia en la vereda El Porvenir del municipio de Remedios (Antioquia) bajo el mando de Carlos Cano, alias 'Bejuco', reconocido jefe paramilitar que opera con sus hombres en los municipios de Remedios y Segovia.

El 2 de diciembre de 2004, este grupo paramilitar hizo presencia en la finca Mesa Verde de la vereda Cañaveral vestidos de Ejército Nacional y bajo el mando del sargento Borja, adscrito al Batallón Plan Energético Vial No. 8 de la Brigada 14 del Ejército Nacional. Este batallón presenta a Carlos Cano 'Bejuco' como soldado campesino. Igualmente, en los primeros días de diciembre, estas tropas participaron en combates con grupos insurgentes de la región.

Posteriormente, dichas tropas se tomaron la vereda Cañaveral y desarrollaron allí una serie de atropellos contra la población civil campesina, como el decomiso de mercados, herramientas y otros enseres para el desarrollo de las labores agrícolas bajo la argumentación de que dichos elementos eran materiales para la guerrilla.

En febrero de 2005 el Ejército ordena cerrar una mina de extracción artesanal de oro en la vereda de Carrizal en el municipio de Remedios pues, según ellos, la mina era explotada por guerrilleros, siendo en realidad el único medio de subsistencia de 20 familias de la región.

Estas mismas tropas acantonadas en Carrizal, fijaron en las paredes de algunas viviendas y en los troncos de varios árboles de la región frases alusivas a las AUC.

Desde febrero hasta finales de mayo de 2005, los militares mantuvieron a la comunidad de Carrizal en un estado de confinamiento: cuando un miembro de la comunidad tenía que salir de la vereda estaba obligado a informarle al oficial de la tropa el motivo de su salida, hacia dónde se dirigía y el tiempo en que iba a permanecer fuera de la vereda. Igualmente, el Ejército le manifestó reiteradas veces a la comunidad que recién ellos desalojaran Carrizal llegarían los grupos paramilitares a la región.

Durante el mencionado operativo se registraron más de 100 detenciones arbitrarias. Algunos detenidos fueron dejados en libertad con el transcurrir de varios días. Sin embargo, fueron obligados a andar con el Ejército sufriendo maltratos físicos y verbales mientras estuvieron con los soldados. Así mismo, a algunos detenidos los trasladaron en helicópteros del Ejército a la cárcel de Segovia y días más tarde fueron dejados en libertad ya que la Fiscalía no encontró sustento probatorio para procesarlos.

Durante este tiempo, el Ejército ha contado con el apoyo de informantes que anteriormente fueron miembros de organizaciones subversivas y que hoy, acogidos al plan de reinserción del Gobierno, denuncian arbitrariamente al campesinado de la región señalándolo de ser auxiliador de la guerrilla o miembro de ésta. Estas acusaciones han generando el desplazamiento de innumerables familias por miedo a ser señaladas como miembros o colaboradores de la guerrilla. Se hace necesario precisar que con la huída del campesinado, se han dejado en total estado de abandono no sólo las viviendas y predios sino también los animales y enseres personales de estas personas, haciendo más gravosa la pobreza de la región.

A raíz del masivo desplazamiento de los campesinos de la región como respuesta a los atropellos que han sufrido por parte del Ejército y de los grupos paramilitares, Cahucopana planteó la necesidad de generar un espacio donde la población desplazada pudiera establecerse mientras el Estado brindaba las garantías suficientes para retornar a sus lugares de origen. Es por ello que el 20 de mayo de 2005 se inicia la construcción del campamento de refugiados en la vereda de Lejanías.

Desde el inicio del proyecto, la actitud hostil de las Fuerzas Militares con las personas que han participado en la organización y construcción del campamento se ha evidenciado en la persecución y el señalamiento a los dirigentes campesinos de la región que han sido acusados de pertenecer a los grupos guerrilleros de la zona.

Actualmente el operativo se viene desarrollando en la vereda de Lejanías del municipio de Remedios (Antioquia). Allí el Ejército se instaló en los alrededores de la escuela de la vereda y a unos cuantos metros de las instalaciones del campamento y permaneció mezclado con la población civil, poniendo en alto riesgo la vida de los pobladores y violentando sus derechos fundamentales al no permitir la comunicación de la vereda de Lejanías con el resto del país, pues las tropas se instalaron en el único punto de la vereda donde se tiene acceso a cobertura telefónica. Los derechos fundamentales de estos campesinos fueron además violados por el Ejército al impedir la libre movilidad del campesinado, al vulnerar su derecho a la privacidad, el derecho a organizarse y a gozar de un medio ambiente sano, pues los residuos emanados por el Ejército contaminan la única fuente de agua potable del campamento de los refugiados.

Queremos también denunciar que el Ejército ha venido haciendo señalamientos contra algunos campesinos dirigentes de Cahucopana, acusándolos de pertenecer a la guerrilla, como es el caso de Olga Nury Agudelo, Oscar William Macías, José Ardila y Albeiro Guerra. Este último fue retenido y maltratado física y verbalmente recientemente. Además, dirigentes de otras organizaciones sociales de la región vienen sufriendo asi mismo el señalamiento del Ejército.

Cahucopana, por medio de este documento, quiere respaldar y apoyar a los dirigentes Olga Nury Agudelo, Oscar William Macías, José Ardila y Albeiro Guerra, quienes han venido desarrollando actividades comunitarias en pro de la defensa de los derechos humanos de las comunidades de la región y no son, como lo afirma el Ejército, miembros de organizaciones al margen de la ley.

Así mismo queremos denunciar el asedio por parte del Ejército a las personas y organizaciones nacionales e internacionales que han venido desarrollando tareas de observación y de acompañamiento del proceso en el campamento de refugiados en la vereda de Lejanías.

Por todos estos hechos, Cahucopana solicita al Estado colombiano que se garantice el retorno de las familias campesinas de la región del Nordeste Antioqueño a sus parcelas, así como una indemnización real de todos los bienes --tanto de los campesinos como de las organizaciones sociales-- que el Ejército se ha ido apropiando a su paso por esa región.

Por razones de seguridad y falta de garantías para permanecer en el campamento, nos hemos visto en la necesidad de trasladar éste a otro lugar donde las personas y las organizaciones nacionales e internacionales puedan desarrollar sin impedimentos sus labores y donde el Ejército no nos señale como vulgares delincuentes y así no pueda presionar y sabotear este proyecto.

Para ello, exigimos el compromiso por parte del Estado para que garantice las medidas de seguridad y la plena libertad en la materialización del citado proceso.

Cahucopana mantiene su planteamiento indeclinable de seguir trabajando en la promoción, divulgación y organización de las comunidades y sus derechos humanos.

Invitamos a todas las organizaciones, tanto nacionales como internacionales, a que respalden nuestro proceso y a que se vinculen de una manera directa haciendo presencia en nuestras áreas y acompañándonos en la construcción de nuestro proyecto.

Queremos finalmente señalar que la Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño (Cahucopana) es una organización no gubernamental de derechos humanos fundada el 4 de diciembre de 2004 en la vereda Lejanías del municipio de Remedios del departamento de Antioquia, Colombia.

Los objetivos de la Corporación se basan en promover la defensa de los derechos humanos, la libre movilidad de los campesinos de la región y la lucha contra el bloqueo económico y sanitario al que ha sido sometida esta región en los últimos 15 años por los grupos paramilitares con la complacencia del Ejército y la Policía Nacional, quienes, con el pretexto de combatir a los grupos guerrilleros que por décadas han permanecido en esta región, someten a la población civil campesina a sufrir las consecuencias de su accionar.