Hablan las comunidades del nordeste antioqueño
"La única arma del campesino es el trabajo"

Por: Credhos - Barrancabermeja
Vereda El Porvenir

25 de febrero de 2004

El pasado 24 de febrero de 2004, un grupo de hombres y mujeres, equipados de gallardía y valor, emprendió camino para el nordeste antioqueño.

La realidad de estas comunidades es peor de lo imaginado, el dolor, el hambre y el miedo corroen día a día sus vidas, la desesperanza y del desconsuelo se refleja en los ojos hasta del más ingenuo pequeño, que a sus cortos cuatro años ha visto morir más parientes que cualquiera de nosotros.

Las manos callosas por el trabajo, los rostros envejecidos, no por el correr del tiempo, sino por el sufrimiento, el corazón palpitante y en el fondo la esperanza de que con nuestra llegada el nordeste antioqueño deje de ser un pedazo de tierra olvidada y empiecen a germinar las semillas de la paz.

En este sitio un saludo, una palabra de más, un gesto, entrar o salir, te hace estar de un lado de la guerra, los pobladores han sido señalados y estigmatizados, asesinados y desaparecidos, víctimas de un conflicto que no les pertenece y que no quieren hacer suyo.

Esta es la historia, contada por sus protagonistas:

"La región del nordeste antioqueño está envuelta en un sinnúmero de violaciones a nuestros derechos más fundamentales, los asesinatos de los pobladores son el pan de cada día, sin que las autoridades civiles y militares tomen cartas en el asunto. No tenemos educación para nuestros hijos, ya que en nuestra vereda tenemos escuelitas pero sin profesores y los pocos que hay no funcionan adecuadamente o los matan.

"Nos encontramos en abandono total por parte del gobierno municipal, departamental y nacional. En esta zona no existen centros de salud, ni tampoco manera de comprar medicamentos, el que lo haga se somete a ser asesinado o desaparecido. Como si fuera poco los víveres de la canasta familiar son condicionados por los grupos paramilitares en el casco urbano de Remedios y Segovia. La gestión comunitaria ante la autoridad administrativa es escasa debido a la violencia criminal de los actores, ya que muchos líderes salen de la zona a buscar algún medio para mejorar las condiciones de vida del campesinado, pero pocos regresan porque son asesinados con el pretexto de ser colaboradores de la guerrilla.

"Las veredas del nordeste antioqueño padecen desde hace más de cinco años un bloqueo económico y social, situación que pareciera que el Estado no le importara, lo que nos obliga a buscar fórmulas dentro del campo para la convivencia y la justicia" (...)

"Resulta que debido a que en la región existen grupos al margen de la ley, como las FARC y el ELN, los paramilitares le dicen al campesino en Remedios: '¿Cuántos hijos tiene usted?'. 'Tantos'. '¿Cuántos trabajadores tiene usted?'. 'Tantos'. 'Usted tiene que llevar tanta comida, porque el resto que lleva es para la guerrilla'. Y eso no es cierto, eso no es así.

"Entonces uno tiene que sufrir esas consecuencias, tanto económicamente como en el sistema social. Por ejemplo la salud, uno no puede entrar una pastilla. Si usted por de malas va y embute una pastilla por ahí donde no se la encuentren, y le esculcan y le encuentran esa pastilla, seguro que tiene que estar muy de buenas o pegarse de un santo que lo favorezca, si no lo matan.

"Es uno de los problemas más grandes que hoy vivimos y lo que yo quisiera es que las comunidades campesinas se organicen. ¿Cómo nos vamos a organizar? En un sistema pacífico, no violento, como ha surgido en otras regiones del país, por ejemplo Cimitarra, Santander, por ejemplo el sur de Bolívar, en límites entre Antioquia y Chocó, son unas comunidades que se están organizando, ahora están progresando, porque ellos les piden la exclusión a los grupos armados, que los dejen quietos, que los dejen trabajar.

"La gente en Cimitarra se cansó de tanta violencia, entonces hicieron un llamado a los paramilitares y eso no es violencia, llamaron también a las guerrillas, al Ejército Nacional. Por ejemplo en el río Carare, en un momento usted veía cuatro o cinco campesinos bajando, unos con la barriga rajada y otros con las patas pa arriba como una mesa, volteados pa arriba. ¿Matados por quién? Por los paramilitares y hay veces por la guerrilla. Hay que ser claros, ellos tienen esa disputa, hay veces el uno por el uno y el otro por el otro. ¿Y quién la paga? Nosotros… y si nosotros nos ponemos las pilas, podemos hacer lo mismo que esas comunidades.

"Yo me siento muy agradecido por esta visita de ustedes y les voy a pedir el apoyo en nombre de toda esta comunidad y si a mí me toca ir con ustedes a Cimitarra, ir a Bogotá, a luchar por esto hasta el último momento. Yo le he propuesto a muchos: '¡hombre mire en tal parte la gente hizo esto!'. Y la respuesta es: 'hombre no diga eso porque nos matan, hombre que eso es violencia'. Y yo les digo que no es violencia, esas comunidades están organizadas. Hombre organicémonos así, de tal manera, no nos vamos a ir todos, unos pocos, que van y hablan con los señores allá y les dicen: 'señores, las cosas son así, por esto… Nosotros no tenemos culpa de eso y eso estamos pidiendo aquí'.

"Mire, nosotros aquí sufrimos el bloqueo no sólo económico ni de alimentos, también de medicinas y también bloqueo social, porque si usted sale por aquí sufre el bloqueo, si sale por allí sufre el bloqueo y le ponen un tiempo para que pueda volver a salir. Por ejemplo a usted le dicen: 'Bueno, ese mercado le tiene que durar tanto tiempo y durante tanto tiempo no puede volver a salir', porque si sale se convierte en una víctima más. Entonces la persona que medio puede volver a salir, tiene que cumplir esas reglas. ¿Y si se le acabó? A echarle mano a las gallinitas o al marranito, así como estamos aquí, así nos toca y de todas maneras uno por salvaguardar la vida, uno no se arriesga.

"Hay pocos campesinos que pueden salir, porque además hay un problema. Por ejemplo si este campesino duró tres meses sin salir, entonces los paracos cuando lo ven le montan la perseguidora: 'Bueno, ¿y ese man qué?'. Y si es el caso hasta lo empuñan [encañonan]. Por ejemplo es caso de un campesino vecino mío, que duró un tiempito sin salir y salió al pueblo y ahí mismo lo empuñaron o sea lo arrestaron, gracias a Dios que la gente del pueblo lo conocía y la gente salió en defensa de él y no lo mataron, pero lo pusieron dentro de un proceso, tiene que estar yendo allá pa que lo estén viendo porque si dura un tiempo que no lo vean seguro que se muere, aquí la cosa es así.

"Cuando a uno le permiten salir, uno puede comprar donde quiera, lo que le exigen es la firma del vale, o sea que la factura venga firmada por el comandante paramilitar allá y controlan la cantidad de artículos que uno vaya a traer. Por ejemplo, si a usted le dicen que tiene que traerse una arroba de panela y usted echó dos panelas más, la va a pagar.

"Torturan la persona y si es el caso hasta lo matan y esos casos no se han denunciado, porque a la comunidad le da miedo. La verdad es que no hay a quien denunciarle esos casos. Mire por ejemplo: A mí me ha tocado estar en Remedios, donde hay un paraco diciéndole a un campesino: 'hijuetantas, vos me bajás esa caja de ahí, eso no me lo lleva pa allá, eso es pa esos hijuetantas de la guerrilla'. Y entonces le bajaron la caja. Y los policías los ven y no hacen nada. Se la pasan mirando pa arriba. Esas son cosas que realmente es miedoso decirlo, pero hay que decirlo, así yo me muera, pero qué le vamos a hacer, hay que decirlo porque están ocurriendo.

"Y dicen que el Gobierno no tiene nada que ver con los paramilitares, pero cómo no va a tener que ver, siendo que está ese señor que es agente de policía y se hace el manuel [el tonto] y el paraco ahí regañando la gente y amenazándola con una pistola y a la hora que alguien no le haga caso, le da plomo y sale y se va bien orondo y eso ha pasado. Nosotros vivimos aquí en este momento llenos de miedo, llenos de pánico.

"¿Entonces qué sucede? El campesino debe también sacudirse, así nos muramos unos cuantos o los que sea, pero tenemos que sacudirnos. Mirar a ver cómo vamos a organizarnos, mirar cómo vamos hablar con los señores, tanto guerrilla como paramilitares, para ver cómo solucionamos los problemas.

"Porque si nosotros a toda hora nos vamos a llenar es de miedo... Miren es que la realidad está vista, aquí en esta reunión no están todos los campesinos que viven en la región, ¿y por qué no los hay? Miren, el 10 de enero acabamos de pasar una incursión paramilitar, que dejó dos campesinos muertos, a la gente ya le da miedo asomarse a la Terminal [caserío donde se concentran los pobladores de la región, es un punto de comercio donde llega el transporte para el resto de las veredas], porque si se asoma lo van a matar y eso es de ahí.

"Por el hecho de uno vivir acá, el paramilitar entra y lo primero que hace es tacharlo a uno de guerrillero: 'Qué hubo guerrillero no se qué…. Qué hubo guerrillero…'. Es que todos no lo somos, ni todos estamos metidos en el conflicto, hay personas que dicen: 'Ay, yo qué me voy a meter en eso, yo no soy paraco ni soy guerrillero', pero como les he dicho… ¡Señores! Si es que porque no estén en eso o porque no seamos eso, no nos involucran.

"¿Y cómo nos involucran? Mire, así de fácil: vinieron los señores paramilitares denominaron X, Y personas: 'Juan, Pedro y Diego van a traerme un ganado de un señor que ajusticiaron ahí'. ¿Y qué pasó con esos señores? Después de que ellos se fueron, la guerrilla les montó su investigación pa ver quiénes eran y por qué lo hicieron. La guerrilla no entendía que ellos iban mandados por un grupo armado al margen de la ley, igualmente a ellos y que tienen armas.

"Un compañero esta mañana hablaba de lo que es esta tierra, una tierra productiva para los cultivos, apta para el ganado, tiene muchos bosques maderables que es el sustento de nosotros aquí y los dejamos deteriorar y los dejamos acabar por unos cuantos señores que vienen por allá del pueblo a buscar a los otros señores, que porque están acá junto con nosotros también vamos a pagar lo que no tenemos que pagar.

"Yo en nombre de esta comunidad les pido el favor a ustedes de que nos sigan acompañando y apoyando y espero que no sea sólo ésta la visita que nos hacen, que sean muchas más y que sean con buenos frutos.

"(...) Aquí yo le he planteado a la gente: 'Organicémonos, no nos dejemos acabar, nosotros también tenemos poder. ¿Y cuál es el poder? La democracia. Dicen que democracia es darle poder al pueblo y si somos democráticos tenemos ese poder por medio de un diálogo'.

"Entonces la gente se me acerca y me dice: 'hombre, ¿a usted cómo se le ocurre? ¿Usted no ve que nos matan?'. Y yo les digo, por qué nos van a matar, si es que no vamos a ir con violencia, es que no vamos a ir todos, porque ahí si nos acaban, porque lo primero que nos dicen: 'No... hombre, eso lo mandó fue la guerrilla', porque de aquí salen tres o cuatro campesinos en conjunto y lo primero que dicen es que los mandó la guerrilla a mercar y eso es mentira, nosotros no le mercamos a la guerrilla, la guerrilla quizá come mejor que nosotros, nosotros no tenemos que ver con ese problema de la guerrilla, y la guerrilla es la guerrilla y nosotros somos nosotros, para la muestra un botón: estas son manos de un trabajador, el guerrillero no tiene estos callos, ¡no los tiene! Nosotros sólo estamos trabajando.

"Lo que nosotros queremos es que al campesino lo excluyan de este conflicto, es que el campesino no anda con armas, para el campesino la única arma es un pedazo de machete oxidado que utiliza para talar el monte. La única arma del campesino es el trabajo, sólo queremos que nos dejen vivir en paz".

 
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