Testimonio
de un participante de la Comunidad de San José de Apartadó
en el Foro Social de las Américas por
Red de Comunidades en Ruptura y Resistencia Hermanos y hermanas latinoamericanos que participaron en el FSA: Un saludo fraternal de las Comunidades en Resistencia y Ruptura, Recorre de Colombia, en especial de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, ubicada en el departamento de Antioquia en la región de Urabá Esta comunidad lleva siete años de resistencia civil. Para oponerse al proyecto paramilitar y resistir a los abandonos de nuestros territorios nos ha tocado enfrentarnos desde el 23 de marzo de 1997 a un total estado paramilitar en esta región por no respetarnos en nuestra decisión de declararnos como una organización de campesinos civiles que no hacemos parte del conflicto armado; el Ejército ha bombardeado nuestras comunidades, han robado nuestros ganados y demás animales, quemando en varias ocasiones nuestras casas, han obligado a las comunidades a desplazarse y se han camuflado de paramilitares para cometer cinco masacres, cuatro de ellas en San José de Apartadó. En siete años con más de 120 asesinatos, más de 300 violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario, muertos, desaparecidos, mujeres violadas, robos de nuestros recursos y productos, bloqueos continuos y amenazas de muerte contra miembros de la comunidad, es importante tener en cuenta que la mayoría de estos hechos han sido anunciados por el mismo Ejército y denunciados por la comunidad sin que las instituciones del Gobierno hayan hecho algo para impedirlo. La comunidad tiene medidas cautelares desde 1997 y en el año 2000 fueron dictadas medidas provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Para concertar estas medidas la comunidad mantiene constantes reuniones con la Vicepresidencia de la República, la Cancillería, Ministerio del Interior, de Defensa, Procuraduría, Defensoría; por petición de la comunidad se han conformado comisiones de investigación donde se han dado mas de cien testimonios de estos crímenes, nombres de quienes han participado en estos hechos, lugares donde permanecen y el resultado ha sido que los testigos han sido asesinados y otros amenazados que para salvar sus vidas han tenido que abandonar la comunidad. Los líderes estamos siendo procesados con testimonios comprados por el Ejército, muchos de éstos de personas que son sicarios de la Brigada 17 con uniforme de paramilitares; muchas de las personas que han detenido de manera arbitraria han sido llevadas a la Brigada 17 y allí torturados hasta por el mismo coronel de la Brigada que de manera descarada les ha manifestado que está dispuesto a acabar con nuestra comunidad. El mismo presidente Álvaro Uribe, el pasado 27 de mayo, frente a los medios de comunicación le ordena a la Fiscalía y al DAS entrar a San José de Apartadó y detener a los líderes y meterlos a la cárcel y a las personas internacionales que acompañan a nuestra comunidad detenerlos y deportarlos. Esto demuestra la magnitud del ataque a nuestra comunidad. Mientras oficialmente se le entrega un territorio a los narcoparamilitares desde donde, conjuntamente con la Brigada 17 y la Brigada 11, están ocupando nuestros territorios saqueando nuestros recursos como la madera y utilizando nuestras tierras para el sembrado de coca. Lo que no pudieron lograr en siete años de guerra con nosotros, lo están consiguiendo con esta farsa de estos supuestos diálogos y con la complicidad del Gobierno, de la Iglesia y hasta de la OEA. Esto apenas es una muestra de lo que viven las comunidades que se resisten al proyecto paramilitar en distintas regiones de nuestra patria; pero aún así nos mantenemos de pie sin someternos ante estos criminales. Por eso en nombre de estas comunidades en resistencia (15) que día a día la vivimos, hacemos un llamado de solidaridad a nuestros hermanos y hermanas de América Latina que hablan y creen que otra América es posible por la resistencia de los pueblos, para que conviertan sus discursos en realidades y se solidaricen con hechos concretos con estas experiencias de resistencia en nuestras regiones de Colombia. Todos los poderes del Estado están al servicio del Gobierno y de sus paramilitares para atacarnos y, ¿cuál es la solidaridad de nuestros hermanos y hermanas de América Latina? Es desmotivador para mí participar en este Foro Social de las Américas y no tener la oportunidad que tuvieron algunos intelectuales para ser escuchados, tal vez por la situación que nos toca vivir a diario. Cuando uno es invitado a estos eventos llega cargado de ilusiones porque esto sería una oportunidad para concretar acciones de apoyo a estas resistencias, pero desafortunadamente somos uno más de los invitados que venimos a disfrutar de las grandes comodidades y a escuchar magníficos discursos, pero finalmente nos regresamos sin nada concreto y seguimos solos en nuestra resistencia. Por todo lo anterior hago un llamado a la comunidad internacional para que se pronuncie en contra de este gobierno criminal, exija respeto y justicia para los crímenes cometidos contra la Comunidad de Paz. Exigir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que haga cumplir al Gobierno sus recomendaciones para con nuestro proceso. |