Indígenas ocupan hacienda por Weekly News Update on the Americas
El 2 de septiembre, entre 500 y mil indígenas Nasa (Paez) exigiendo "Libertad para la Madre Tierra" empezaron la ocupación pacífica de la hacienda La Emperatriz en el resguardo indígena Huellas en el municipio de Caloto, al norte del departamento del Cauca. "Este hecho no es sólo una acción para reclamar un pedazo de tierra, legítimamente merecida y requerida, sino una reclamación de libertad para la tierra, toda la tierra, agredida para acabar con la vida entera", dijo un líder Nasa. El 5 de septiembre, después de que el gobernador del Cauca Juan José Chaux ordenara el desalojo de los Nasas de la propiedad --aparentemente bajo instrucciones del presidente Álvaro Uribe Vélez--, las fuerzas del gobierno llegaron y atacaron a la comunidad con gases lacrimógenos, disparos y granadas, golpeando y arrestando a varios miembros de la comunidad. Según el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) y la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), los pobladores reportaron que las fuerzas gubernamentales destruyeron las reservas de comida de la comunidad en el resguardo de Bodega Alta e impidieron a la misión médica atender a los heridos. Agentes de la Policía atacaron brutalmente a un administrador de ACIN que trataba de ayudar a evacuar a una persona herida por esquirlas de granada. Fue bajado de la ambulancia y golpeado repetidamente. Un funcionario de la alcaldía de Caloto logró finalmente conseguir su libertad. El 9 de septiembre, Henry Chocué, coordinador del movimiento juvenil Álvaro Ulcué de las comunidades indígenas del Norte del Cauca, reportó que el ejército y unidades antidisturbios de la policía de Popayán (capital del Cauca) y Cali (capital del vecino departamento del valle del Cauca) habían atacado de nuevo, hiriendo y arrestando a miembros de la comunidad y quemando parte de la propiedad. El gobernador indígena del resguardo Huellas fue bastante golpeado y debió ser hospitalizado, según Chocué. En la mañana del 10 de septiembre, Chocué reportó que 21 miembros de la comunidad habían sido heridos y 13 jóvenes estaban detenidos por las fuerzas de seguridad. Los disparos de la policía cesaron durante la noche pero prosiguieron en la mañana del 10 de septiembre, junto con algunas explosiones. Los miembros de la vecina comunidad de la hacienda Guayabal también fueron atacados. Un reporte del 10 de septiembre de CRIC y ACIN da cuenta de 35 heridos en La Emperatriz, incluyendo al menor de 13 años Ovidio Dagua, quien perdió un ojo por esquirlas de granada, y el gobernador de Huellas Maximiliano Conda, quien sufrió trauma craneal y facial. Dos miembros de la comunidad fueron hospitalizados con fracturas de cráneo y uno sufrió una herida de bala en el pecho. Cuando Sandro Garzón, capitán del escuadrón antidisturbios de la policía, fue herido en la noche del 9 de septiembre, la guardia indígena Nasa --armada sólo con bastones de mando tradicionales-- lo rescató y lo protegió, y las autoridades indígenas trataron sus heridas. La guardia indígena buscó ayuda de la Defensoría del Pueblo, las Naciones Unidas y organizaciones de derechos humanos para retornar a Garzón a las autoridades el siguiente día. En una entrevista con la Red de Comunicaciones de la ACIN, Garzón agradeció a la comunidad Nasa por haberlo tratado respetuosamente, y con lágrimas en sus ojos, contrastaba su trato con los abusos que las fuerzas de seguridad cometieron contra la comunidad. En un fuego ceremonial, las comunidades Nasa quemaron los escudos de la policía y otro material de guerra que recuperaron de las fuerzas del gobierno. Alrededor del fuego, cantaron el himno del pueblo Paez y saludaron al movimiento indígena, mientras los soldados guardaban silencio en las cercanías. El mismo 10 de septiembre, los líderes Nasa se reunieron con el director de la Policía Nacional, general Jorge Daniel Castro, en la alcaldía de Santander de Quilichao, y lograron el compromiso de que sus fuerzas no atacarían ni tratarían de desalojar a los Nasa de La Emperatriz mientras la comunidad buscaba un diálogo con el gobierno. Los activistas Nasa escogieron La Emperatriz para la ocupación porque la propiedad estaba incluida en un acuerdo de reparaciones debido a la masacre del 16 de diciembre de 1991 contra 20 indígenas que habían ocupado la hacienda El Nilo en Caloto. La masacre fue hecha por agentes de la policía en alianza con narcotraficantes. En el acuerdo, firmado una semana después de la masacre, el 23 de diciembre de 1991, el gobierno prometió entregar 15.663 hectáreas de tierra a los Nasa durante los siguientes tres años. El gobierno reiteró su compromiso en otro acuerdo firmado en 1995 con las comunidades, los cabildos indígenas y el CRIC, aunque hasta el momento sólo se han entregado unas nueve mil hectáreas. Los Nasa anunciaron que permanecerían en la hacienda mientras el gobierno designaba una comisión de alto nievel para abordar sus tres principales demandas: la propiedad de la hacienda La Emperatriz; la resolución del problema de tierras; y un debate nacional entre el gobierno y el pueblo para resolver los problemas estructurales del país. Las comunidades indígenas del Norte del Cauca enfrentan una desesperada falta de tierra agrícola; 70% de sus tierras son selváticas y sólo un 12% es apto para la agricultura. Según un estudio del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), las 13.500 familias de la región necesitan 39 mil hectáreas más de tierra para sobrevivir. |