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La violencia paramilitar se ensaña con los pobladores de Barrancabermeja
Observatorio de Paz Integral del Magdalena Medio / Viernes 8 de febrero de 2013
 

La disputa territorial entre grupos paramilitares para tener el control del narcotráfico y otras actividades ilícitas, podría ser la causante de la violencia
El comienzo del 2013, para la población que vive y trabaja en Barrancabermeja, no podría ser más oscuro por culpa de la violencia. Según datos recopilados por el Observatorio de Paz Integral (OPI), durante el mes que acaba de concluir (Enero), cuatro personas fueron asesinadas de forma selectiva; otras tres fueron víctimas de desaparición forzada (Dos en el casco urbano y ora zona rural). A esto se suman, las heridas con arma de fuego causadas a dos jóvenes; y las amenazas de muerte en contra de 20 adolescentes de la Comuna 3. Algunos de ellos tuvieron que abandonar el municipio por el temor de ser asesinados, y fueron acompañados por organizaciones de Derechos Humanos.

Todas éstas agresiones que se han vuelto sistemáticas en contra de la población civil de la ciudad. Se dan en medio de una guerra abierta entre los grupos paramilitares que han surgido después de la desmovilización de las Autodefensas (a finales de 2005 y comienzos del 2006), y que se han ido atomizando en pequeños grupos en las Comunas y corregimientos del municipio para evitar ser perseguidos. En la actualidad, la ciudad sufre la presencia de dos grandes estructuras paramilitares: ‘Los Botalones’, que estarían operando en las Comunas 3, 6 y parte de la 7, y el corregimiento ‘El Centro’; y ‘Los Urabeños’, en la 1, 4, 5 y parte de la 7, y el corregimiento ‘El Llanito’.

Estructuras mafiosas y sistema de contratación de ‘combos’
Estas dos grandes estructuras paramilitares, ante la presión de las autoridades, han ido creando ‘combos’ en algunos barrios de las Comunas, al mejor estilo de otras ciudades capitales del país (como Medellín y Bogotá). Esta táctica les ha permitido mantener el control armado, territorial, social y económico; y de paso deslingarse de cualquier responsabilidad judicial ante las acciones delictivas, que les encargan estructuras de un nivel superior, que tienen asiento en las ciudades principales. Las estructuras del nivel territorial o barrial, son conformadas en su mayoría por jóvenes entre los 14 y 25 años de edad, y son contratadas por las estructuras superiores. Los jóvenes que pertenecen a los combos de barrio, son convencidos con dadivas económicas, estimulados a través del suministro de armas de fuego, y pasan de ser ‘los jóvenes del barrio’ a pequeños ‘dictadores o patrones’ que someten a la población civil, para que hagan lo que ellos quieren (encerrarse en sus casas a determinadas horas, pagar ‘vacunas’ por una supuesta vigilancia o seguridad, o pagar un ‘impuesto’ para trasladarse de una zona a otra).

Por ejemplo, en esta nueva dinámica del conflicto armado en la ciudad, encontramos que en el barrio Miraflores de la Comuna 5, la población civil tiene que vivir con la presencia del ‘combo’ de alias ‘El Bagre’, y el ‘combo’ de ‘La Capilla’. A estas dos se une el ‘combo’ de alias ‘Chocolate’, radicada en el barrio Primero de Mayo, también en la Comuna 5. Estos grupos funcionan como brazos armados de estructuras mafiosas que los subcontratan y que los han llevado desde hace varios meses a una guerra sin cuartel.
Esta confrontación tiene como única finalidad la disputa territorial para el control total del sector de un barrio o de una comuna. Se trata de eliminar la competencia y controlar el mercado de actividades ilícitas que van desde el cobro de vacunas a empresas contratistas y a personas del común. También viene el aumento de la microextorsión a los pobladores de los barrios con bajos ingresos y a personas que se dedican al préstamo de dinero, quienes tienen que pagar un porcentaje por cada crédito que coloquen en los barrios.

La situación no sólo se presenta en la Comuna 5. En las restantes también. Allí, se encuentran estos pequeños grupos o ‘combos’, que vienen intimidando a la población civil, e involucrando a la población más joven en actividades ilícitas, principalmente aquellas ligadas al microtráfico de estupefacientes. Este incremento del tráfico de alucinógenos, viene aumentando las mal llamadas ‘ollas’ en las Comunas (sitio de expendio de drogas), y de paso involucrando a la juventud porteña en el consumo de sustancias alucinógenas. Situación que viene en aumento ante la falta de control por parte de los entes competentes para adelantar campañas educativas que alejen a nuestros niños y niñas del consumo de estupefacientes.

A este oscuro panorama, se le agrega lo que se ha convertido en un rentable y próspero negocio para los grupos paramilitares, como lo es el tráfico ilegal de armas. Existen en varias Comunas, sitios donde cualquier persona dedicada a actividades ilegales puede arrendar o comprar armas a muy bajos precios. En información recopilada por el OPI, en la Comuna 3, (omitimos el nombre del barrio por seguridad de sus habitantes) se puede adquirir un revolver entre 300 y 500 mil pesos; una pistola de 7.65 milímetros por 800 mil pesos; y las más apetecidas, las pistolas 9 milímetros por más de un millón de pesos.

En días pasados la comunidad porteña, se asombró cuando las autoridades incautaron dos fusiles AK-47 en un barrio popular de la ciudad. Este tipo de armas eran usadas años atrás por las milicias de las FARC-EP, y el ELN, cuando tenían el control de los barrios Nor y surorientales de la ciudad. Este hecho ha generado una serie de especulaciones entre la comunidad, que dan cuenta de una presunta presencia de guerrilleros de las FARC-EP, en el sector que bordea al río Magdalena en la Comuna 1, y en el barrio Kennedy de la Comuna 6.

A estos rumores se suman el de la supuesta entrada de la famosa y temida ‘Oficina de Envigado’, que tanto daño le ha hecho en Antioquia. Esto concuerda con la circulación de un panfleto, el pasado 30 de enero, en el corregimiento ‘El Centro’, firmado por un grupo denominado “Autodefensas de Medellín Unidas”. Allí señalan textualmente, “Llegamos al Corregimiento El Centro, Municipio de Barrancabermeja, para quedarnos y a la vez para tener el control de la zona y evitar que grupos delincuenciales hagan de las suyas como ha sucedido en los últimos meses porque han asesinado a tres contratistas...”