Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Por el derecho a la vida, la dignidad, la tenencia de la tierra y la permanencia en el territorio
Primera Acción Humanitaria al Corregimiento Crucito de Tierralta, Córdoba
26 y 27 de abril. Crucito, Tierralta, alto Sinú, Córdoba
 

Históricamente la región del Nudo de Paramillo ha poseído una riqueza natural, hídrica, ambiental, con gran biodiversidad en fauna y flora; es reconocida por haber sido un antiguo camino prehispánico, donde se han encontrado restos de los primeros hombres que llegaron al continente americano; es concebida como un pulmón ambiental, pues su gran riqueza radica, en que a su interior se localizan los nacimientos de los ríos Sinú, Manso, Esmeralda, Rio Verde, Tigre, San Jorge, Rio Sucio, Antadó y San Pedro entre otros, lo que convierte a la región en una de las potencias hídricas y ambientales más importantes de Colombia y de Sur América.
Esta realidad despierta intereses económicos y de control territorial sobre la región por parte de grandes transnacionales, que se proponen el saqueo, despojo y la explotación indiscriminada de las riquezas que caracterizan la región, afectando de forma directa nuestra permanencia como habitantes históricos de estas tierras, a pesar de los múltiples llamados que hemos realizado alertado sobre los impactos nefastos, no solo ambientales sino también económicos, sociales y culturales, que se desencadenan de esta ocupación territorial. No obstante estas alertas, la presencia de empresas transnacionales a través de megaproyectos de explotación, ha empezado a generar impactos negativos en nuestras comunidades indígenas y campesinas, que van desde los desvíos de los cauces naturales de ríos y la extinción de especies nativas, hasta la frecuente y sistemática violación a nuestros derechos humanos a través del accionar militar y paramilitar, al cual se suma el total abandono estatal que hemos vivido históricamente.
Desde mediados del siglo pasado, la región del de Nudo Paramillo comenzó a ser colonizada por campesinos de Ituango, Peque, Dabeiba, Tierralta, Montelibano, Puerto Libertador y así mismo se convirtió poco a poco en territorio receptor de población indígena proveniente del Bajo Sinú, Antioquia y Chocó. Gran parte de quienes terminamos poblando la región, llegamos a estas tierras como resultado de las lógicas de desplazamiento forzado, la inexistencia de una redistribución equitativa de la tierra en el país y la violencia latifundista, que nos obligó a buscar nuevas tierras, para crear formas propias de vida y subsistencia que nos permitieran vivir en condiciones dignas.

No obstante esta realidad, la presencia de multinacionales en nuestro territorio con su estrategia de despojo ha encontrado útil para el logro de sus interés la utilización de la violencia paramilitar y militar, mediante cual se ha sembrado la región de muerte y desolación, generando las condiciones para el desarrolla megaproyectos como el de Urrá 1, que ha dejado daños irreparables, tanto ambientales, económicos y sociales, además, de una grave situación en materia de derechos humanos, producto de los frecuentes atropellos a los que se nos vemos sometidos los pobladores de este territorio, debido a los frecuentes señalamientos, persecución, amenazas, detenciones arbitrarias, montajes judiciales, desplazamiento forzado, asesinatos y masacres, que han venido desatando una grave crisis humanitaria.

Pese a todo ello, los habitantes de este territorio seguimos resistiendo a través de las iniciativas organizativas, como una constante colectiva y como mecanismo para hacerle saber a los actores del conflicto que no estamos interesados en participar de la guerra que desangra cada vez más nuestro territorio y nuestro país. Por ello insistimos en la necesidad de dejar a las comunidades por fuera de la confrontación armada y consideramos que la construcción de la paz se logra con justicia social, el respeto a derechos humanos y sobre todo, con el derecho al territorio y la posibilidad de permanecer en él en condiciones de dignidad humana.

Por todas estas situaciones, los campesinos y campesinas del Alto Sinú, nos organizamos para luchar por el derecho a la tierra, para defender los recursos naturales, el medio ambiente, la biodiversidad y tener una vida digna en nuestra región, en este propósito y teniendo presente los históricos acumulados de dolor, pero también de luchas y resistencias, la Asociación Campesina para el Desarrollo del Alto Sinú –ASODECAS-, convoca a sumarse a la Primera Acción Humanitaria “Por el derecho a la vida, la dignidad, la tenencia de la tierra y la permanencia en el territorio” a realizarse en el corregimiento Crucito municipio de Tierralta – Departamento de Córdoba, Alto Sinú los días 26 Y 27 de abril de 2013; cuyo objetivo será denunciar y divulgar la crisis humanitaria que vivimos las comunidades del Alto Sinú en el Sur de Córdoba, a partir de las frecuentes violaciones de derechos humanos, expresadas en fumigaciones indiscriminadas que afectan los cultivos de pan coger, la fuerte presencia paramilitar que hay en la zona, los frecuentes señalamientos, hostigamientos y detenciones arbitrarias por parte de las fuerzas militares y en particular, la persecución, estigmatización y criminalización contra la organización campesina del Alto Sinú ASODECAS.

La Acción Humanitaria integrara las siguientes actividades:

25 de Abril:

• Rueda de prensa ante medios alternativos y oficiales para visibilizar la Acción Humanitaria y exigir al Estado las garantías para desarrollo de la actividad.

• Salida desde de la Cuidad de Medellín hacia Tierralta - Córdoba.

26 y 27 de abril

Desarrollo de la Acción Humanitaria

• Actividad de apertura “Un canto a la vida y al territorio”

• Presentación del contexto regional, desde el cual se refleje la situación de vulnerabilidad, que ha motivado la necesidad de hacer una Acción Humanitaria en el territorio

• Recepción, recolección y sistematización de denuncias, para la documentación y seguimiento de casos de violación de derechos humanos.

• Intercambio de experiencia y saberes desde las prácticas cotidianas, organizativas y de resistencia, como un espacio que permita enriquecer, fortalecer y dinamizar no solo la Acción Humanitaria, sino a las y los participantes en ésta.

• Reunión con instituciones civiles de carácter nacional, departamental y local para visibilizar la crisis humanitaria que viven los habitantes de la región.

• Conversatorio sobre el contexto nacional y los retos para el proceso de organización popular y campesino.

• Actividades lúdicas que desde una perspectiva psicosocial, dinamice y oriente el juego, la escritura, la pintura, el canto y demás expresiones artísticas, mediante las cuales se refuercen los procesos identitarios de los niños, niñas y adolescentes, con su territorio, la necesidad de cuidarlo y resistir en él.

28 de Abril

Retorno de las Delegaciones.

CONVOCA

La Asociación Campesina para el Desarrollo del Alto Sinú –ASODECAS-

APOYAN

COORDINACIÓN AGROMINERA DEL NOROCCIDENTE Y MAGDALENA MEDIO COLOMBIANO:

Asociación Campesina del Bajo Cauca Antioqueño (ASOCBAC)

Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó (AHERAMIGUA)

Asociación Campesina del Norte de Antioquia (ASCNA)

Asociación Campesina de Ituango (ASCIT)

Asociación de Campesinos del Sur de Córdoba (ASCSUCOR)

Consejo Mayor Comunitario de Porce IV –Anori, Zaragoza y Amalfi- (CMC -AZA)

Asociación Campesina de San José de Apartadó (ACASAJ)

Asociación Campesina del Valle del rio Cimitarra (ACVC)

Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño (CAHUCOPANA)

Comité Nacional de Constituyentes por la Paz de Colombia.

Fundación Manduco