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Asesinado el campesino Dairo Luis Espitia en la vereda La Iguana de Tierralta, Córdoba
 

La Asociación de Campesinos para el Desarrollo del Alto Sinú - Asodecas, denuncia ante la comunidad nacional e internacional el asesinato del señor Dairo Luis Espitian, la creciente militarización del corregimiento El Crucito y la persecución que realiza la Policía Nacional de los actos preparativos a la Acción Humanitaria.

ANTECEDENTES

En el marco de la convocatoria a la primera Acción Humanitaria que se llevara a cabo en el corregimiento El Crucito municipio de Tierralta (Córdoba), entre los días del 26 al 27 de abril, ASODECAS, viene recibiendo por parte de la fuerza pública una serie de hostigamientos, amenaza y bloqueos con el fin de no permitir el desarrollo de la Acción Humanitaria, actividad que ha sido convocada con el fin de visibilizar la crisis humanitaria originada en el aumento de las hostilidades, la persecución a las comunidades campesinas y la constante violación a los Derechos Humanos en esta región.

Esta acción humanitaria cuenta con el respaldo de varias organizaciones sociales, campesinas y defensoras de los Derechos Humanos a nivel nacional y regional, que han visto la necesidad de acompañar y solidarizarse con los habitantes del corregimiento El Crucito en el Alto Sinú.

Los hechos de hostigamiento a este proceso organizativo y las comunidades en general, dan cuenta de la convocatoria hecha por la Alcaldía de Tierralta y las Fuerzas Militares a una Jornada cívico militar a llevarse a cabo el día 26 de abril en este mismo corregimiento, acto que busca vincular la población civil en el conflicto armado y poniendo en riesgo la Acción Humanitaria que fue convocada por ASODECAS y las organizaciones sociales en su conjunto, desde los primeros meses del presente año, violando así por parte de la fuerza pública el principio de distinción y la consecuente infracción al Derecho Internacional Humanitario.

Recientemente la Defensoría del Pueblo ha alertado del Riesgo para las comunidades de El Crucito y la Iguana, así como el deber de respeto que obliga a las autoridades civiles y Fuerzas Militares de no involucrar a la Población Civil en el conflicto armado.

HECHOS

1. El día 16 de abril fue asesinado el señor DAIRO LUIS ESPITIAN, en la vereda la Iguana en Tierralta (Córdoba), cuyo cuerpo fue encontrado con signos de violencia, su familia ha manifestado sentir temor por sus vidas si denuncian los hechos ante las autoridades públicas o sin dan más información, situación que evidencia el sufrimiento de la población civil, la afectación de sus derechos y el fracaso de las Políticas de Seguridad del actual Gobierno. Al momento de la presente denuncia no se conocen los responsables de tan injusto crimen.

2. El 18 de abril de 2013, a las 5:30 de la tarde en el casco urbano de Tierralta, tres jóvenes que hacen parte del comité animador de la Acción Humanitaria, fueron detenidos injustamente por integrantes de la Policía Nacional bajo el mando del Mayor de apellido Cuervo (ya que se negó a identificarse plenamente), cuando se encontraban instalando pasacalles y afiches que invitaban a la población de este municipio a sumarse a la Acción Humanitaria programada para los días 26 y 27 de abril.

Los policiales manifestaron la ilegalidad de la Acción Humanitaria y de la invitación a la comunidad a participar, que estaban decididos a impedir se difundiera información relacionada con la Acción Humanitaria, violentado los derechos fundamentales a la Asociación, a la Libre Expresión y Opinión, y fundamentalmente a las iniciativas humanitarias de la población civil que buscan tomar distancia con el conflicto armado y su incidencia en las comunidades, buscando la Policía Nacional silenciar a quienes quieren ejercer su derecho a denunciar.

3. Durante la semana del 15 al 19 de abril, se ha visto como el Ejercito Nacional tropas de la Fuerza de Tarea Conjunta Nudo de Paramillo, han incrementado el pie de fuerza acantonado en el corregimiento El Crucito, hostigando a las personas y organizaciones sociales que están haciendo presencia allí en labores de preparación de la Acción.

Desde ya hacemos responsables al Ejercito Nacional si ocurre algún atentado contra la vida e integridad personal de los integrantes de la comunidad campesina allí asentada o de alguna persona que se encuentre en las labores de preparación y organización de la Acción Humanitaria.

El asesinato de este campesino, y los actos de hostigamiento de la Fuerza Pública se dan en el marco de la preparación a la Acción Humanitaria, la cual requiere de que líderes de la región y de otras organizaciones acompañantes se movilicen al corregimiento El Crucito para dar inicio a la actividad los días 26 y 27 de abril, evidenciando claramente que la Política de Seguridad del actual Gobierno y la implementación de la Fuerza de Tarea Conjunta Nudo de Paramillo, más que una estrategia de seguridad, es una estrategia de silenciamiento de los campesinos y de afectación de sus derechos territoriales y de iniciativas ambientales en la región.

Dejamos claro el carácter civil y de ejercicio de derechos y de ciudadanía de la Acción Humanitaria, pese a los hostigamientos continuaremos con la relación de este acto, e igualmente insistimos en el cese de la jornada Cívico – Militar convocada por la Alcaldía de Tierralta y el Ejercito Nacional como acción de involucramiento de la población civil en las hostilidades.

EXIGIMOS

1. A los Gobiernos municipales, al gobierno Departamental y Nacional tomar las medidas pertinentes que brinde garantías y efectividad de los Derechos Humanos, el Derecho a la Vida, la integridad personal, la organización, la libre movilidad, de los líderes de ASODECAS y de todos los participantes de la Acción Humanitaria.

2. A la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General de la Nación se investigue los hechos denunciados que generan miedo y zozobra a las comunidades campesinas de la zona, y se convierten en actos determinadores de agresiones a las organizaciones sociales y sus integrantes.

3. Exigimos una vez más al Gobierno Nacional, se brinden las garantías para que todos los integrantes de las organizaciones sociales, estudiantiles, de defensa de los Derechos Humanos, puedan trasladarse al corregimiento El Crucito sin ser objeto de requisas, empadronamientos, maltrato y hostigamiento por parte de la fuerza pública.

4. A las organizaciones sociales, de victimas, de defensa de los derechos humanos, a la Defensoría del Pueblo a la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos requerir al Gobierno Nacional para que suspenda la Jornada Cívico Militar programada por la Alcaldía de Tierralta y el Ejercito Nacional, además que cesen los hostigamientos contra los organizadores de la Acción Humanitaria organizada por las asociaciones campesinas y se brinden todas las garantías para su realización.

SOLICITAMOS

A la comunidad Nacional e Internacional, a las organizaciones defensoras de Derechos Humanos el acompañamiento y el estar atentas a las situaciones de riesgo en las que se encuentran los líderes sociales, los campesinos y las comunidades que trabajan en torno de la defensa de territorios, soberanía y buscan la paz por medio de la solución negociada al conflicto social y armado, y que lo han expresado a partir de su participación en la gran Movilización por la Paz llevada a cabo el pasado 9 de abril en la ciudad de Bogotá