Después de más de seis meses de injusto encarcelamiento fueron liberados ayer, sin cargos, Mario, Evaristo y Oscar. Con su liberación se evidencia el burdo montaje judicial agenciado por el ejército colombiano contra nuestra organización campesina. Las versiones de los 18 informantes contratados por los militares y los informes de inteligencia del ejército no tenían detrás ni una sola prueba, ni un solo testigo que lograra constatar la supuesta pertenencia de los dirigentes campesinos a la guerrilla.

Mientras que nuestros compañeros, luchadores por la tierra, el desarrollo y la vigencia de los derechos humanos salen de la cárcel con la frente en alto, los políticos paramilitares, uno a uno, paulatinamente, van cayendo tras las rejas con el rabo entre las piernas.

Que la paramilitarización del país, la persecución estatal contra la ACVC y el asesinato de nuestros campesinos sirva para mostrar al mundo el grado de degradación a que han llegado el gobierno y la institucionalidad de Colombia.

No nos acompaña un sentimiento de odio. Nos duelen nuestros muertos. Hacemos un llamado para que alcancemos, entre todos, la reconciliación y la paz, a través de la verdad y la justicia.

Exigimos la liberación inmediata y sin cargos de Andrés Gil, Miguel González Huepa y Ramiro Ortega, nada justifica mantenerlos encarcelados. Libertad ya.