De nuevo, en Humanidad Vigente, oscilando entre la alegría y la tristeza, informamos a la comunidad nacional e internacional que el fiscal de la Unidad de Derechos Humanos ordenó la libertad de Ramiro Ortega, miembro de la junta directiva de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, por preclusión de la investigación, bajo el injusto cargo de rebelión.

Lamentablemente, al lado de esta noticia que llena de esperanzas al movimiento campesino y a los defensores de derechos humanos en el país, debemos informar con profunda indignación que el mismo funcionario emitió resolución de acusación contra el dirigente Miguel Ángel González Huepa, quien será sometido a juicio.

Esta decisión evidencia que las contradicciones y las sindicaciones infundadas siguen siendo utilizadas para perseguir al movimiento social en Colombia.

Repudiamos esta acusación contra Miguel González Huepa, quien además afrontó la ejecución sumaria de su hijo Miguel Ángel González Gutiérrez - de 23 años de edad y miembro activo de Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño (Cahucopana) –, cometida el 29 de enero por parte de tropas del Batallón Calibío de la 14a. Brigada de la Séptima División del ejército colombiano.

Frente a estos hechos, Humanidad Vigente invita nuevamente a la comunidad nacional e internacional a pronunciarse enfáticamente ante el estado colombiano para que se respete el derecho del campesinado a organizarse en torno a sus derechos, para que cese la persecución contra la ACVC, y para exigir que se ordene la libertad inmediata del resto de los detenidos.