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Exigen justicia para la Unión Patriótica
La pérdida de un ser querido no se repara con dinero
Víctimas del genocidio contra la Unión Patriótica envían carta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y al Gobierno Nacional
Kikyō / Sábado 19 de octubre de 2013
 
Tres mil sillas fueron dispuestas en la Plaza de Bolívar en memoria de las más de tres mil víctimas del genocidio contra la UP. Foto Kikyō.

Con una colorida marcha y una conmovedora Serenata por los Ausentes ofrecida por el coro de la Universidad Distrital, culminó el VIII Encuentro por la dignidad de las víctimas del genocidio contra la Unión Patriótica.

En el marco del evento, impulsado por la Corporación Reiniciar, que es tradicional cada año, se realizó un acto por la memoria digna del ya fallecido presidente de la UP por varios años, Mario Upegui Hurtado, quien antes de morir pidió a su familia devolver el título honoris causa que le otorgara la Universidad Cooperativa de Colombia hace algunos años, ya que el dueño de esta institución, César Pérez García, fue condenado por la masacre de Segovia como determinador.

En el importante evento hicieron presencia las coordinaciones de la UP de todo el país, conformadas por los cientos de familiares de víctimas, quienes aún esperan justicia y quienes no pierden la esperanza.

Alex Vasco Campos hijo de militantes de la UP, que fueron asesinados en 1984.

Alexis Eduardo Vasco Campos, de Bucaramanga, es un joven a quien la intolerancia política le arrebató a sus padres Jesús Eduardo Vasco Hincapié y Adelfa Tulia Campos Arroyave, quienes eran militantes de la Unión Patriótica, el 26 de mayo de 1984.

“Mis padres fueron asesinados según el Estado por agentes desconocidos. Yo tenía siete años y éramos siete hermanos. Un niño de siete años que pierde a sus padres no solo pierde la parte material, pierde la parte afectiva y emocional, de acompañamiento y de orientación. Aunque yo no quedé solo, conté con mis hermanos, pero el pilar fundamental son nuestros padres, como en toda familia papá y mamá. Esas son las cosas que pesan. Las oportunidades y la parte material que se perdieron pues sí, pero es más que todo la parte emocional. Eso no se cura, ni se sana, ni se repara con dinero”.

“Estamos en este proceso. Hoy por lo menos sentimos que alguien se acordó de nosotros. Porque hace 30 años nadie pensaba que nos estaban acabando. Que los líderes de la Unión Patriótica eran exterminados uno a uno y pensaban que eran hechos aislados. Que eso no estaba ocurriendo y hoy en día podemos dar fe que organizaciones como Reiniciar han tomado la bandera, el testigo de esta causa y nos están entregando a las personas más jóvenes para que nosotros seamos los llamados a continuar con esto. Esperamos nosotros que con esta coyuntura de los diálogos de paz podamos entrar nosotros a ser reparados”.

Como este caso son cientos y a la fecha los sobrevivientes esperan justicia. La Corporación Reiniciar ha dedicado su trabajo a la búsqueda de justicia por el genocidio cometido contra la Unión Patriótica (UP). En 1993, luego de haber agotado los esfuerzos con la Justicia colombiana y convencida de su inoperancia, la organización de derechos humanos presentó la petición por este genocidio ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Luego de 20 años el proceso continúa en trámite ante la CIDH, en espera de una pronta y positiva respuesta. Debido al tiempo tan largo y la dilación en este caso, las víctimas de todo el país enviaron una carta al alto tribunal internacional y al Gobierno Nacional para recordarles que existió y existe un grupo político llamado Unión Patriótica que fue exterminado de la manera más inmisericorde y que existen sobrevivientes y familiares que aún no han claudicado en la búsqueda de justicia.