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Gigantesca movilización
Mujeres eligen la paz
Millares de voces se hicieron presentes en la marcha de las mujeres por la paz y la democracia. Una muestra incuestionable de respaldo al proceso de paz. Piden no levantarse de la mesa en La Habana
Hernán Camacho / Jueves 28 de noviembre de 2013
 
Acto cultural en la Plaza de Bolívar de Bogotá, donde miles de mujeres ratificaron su apoyo al proceso de paz de La Habana y rechazaron la violencia contra ellas. Foto J.C.H.

Marcharon para exigir el fin de la guerra y le propusieron al país gestar una paz con contenido y trasformaciones sociales. Esa fue la conclusión que dejó la movilización de al menos 30 mil mujeres por las calles de Colombia; banderas multicolores en mano, le notificaron a los negociadores de La Habana que no se levanten de la mesa hasta no lograr un acuerdo para la terminación de la guerra.

Llegaron de Arauca, Caquetá, Meta, Tolima, el Caribe, de todos los rincones del conflicto. Algunas por primera vez visitaban la capital, otras repetían su caminar. Las horas de viaje no importaron, las maneras para llegar a Bogotá eran historias interminables: abriendo paso en caminos a trote de mula, navegaron por autopistas fluviales, hasta carreteras intransitables por el invierno que se desata por estos días. La pinta, lo de menos. Un parasol o un sombrero eran suficientes para caminar con tranquilidad y cantar con entusiasmo las consignas que con pensamiento femenino alentaban la paz.

La edad tampoco fue impedimento. Del Guayabero (Meta) llegaron buses colmados de mujeres, niñas y adolescentes. María Estela Ruiz fue una de ellas. “Acá estamos por la paz de Colombia, del Meta y el Guayabero. Los que sufrimos la guerra en el campo entendemos la necesidad de la paz. Eso a veces no lo ven los señores que ordenan fuego”, le dijo a VOZ en medio de la movilización. Con María Estela, artistas, campesinas, sindicalistas y dirigentes populares se pusieron al frente de la marcha sin el menor asomo de cansancio y con el entusiasmo a cuestas. La diversidad fue un indicador de la multitudinaria expresión de paz.

La Plaza de Bolívar fue el destino final de las marchantes. Música, artistas y saludos de toda América llegaron a sumarse. Gloria Inés Ramírez acompañó a las mujeres y transmitió un mensaje de compromiso. “Desde los distintos rincones de la patria y desde la Bogotá Humana, nos hemos encontrado aquí para notificar al país que la paz es con las mujeres. Esto es una muestra de la decisión inquebrantable de exigir la terminación del conflicto armado”, dijo.

Las intervenciones sirvieron para abrazar la mesa de diálogo de La Habana. “Nosotras, que hemos sufrido las devastadoras tragedias de la guerra en nuestras vidas y en nuestros cuerpos, le decimos al país que debemos hacer un nuevo pacto social y sexual que transforme el imaginario colectivo de descriminalización. Necesitamos acabar con el oscurantismo en la sociedad”, dijo la senadora Gloria Inés Ramírez.

Todos los rostros de Colombia se vieron en las calles. La vocera de Marcha Patriótica Piedad Córdoba se mostró muy complacida por la acogida tan grande que tuvo la marcha y el sentimiento que despertó el empoderarse del discurso de la solución política al conflicto y los cambios para la paz. Con su acostumbrado “viva la paz” Córdoba hizo un llamado a defender el proceso y enfatizar la necesidad de abrir una nueva mesa para los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional.

“Hemos luchado por la paz y hemos dicho que las oligarquías indolentes son incapaces de desprenderse de sus privilegios para que se pueda lograr la paz. Aquí las mujeres les decimos con todo nuestro amor y ternura: las mujeres se cansaron de la guerra. Las mujeres colombianas les decimos que nos hemos tomado la bandera de la paz”.

La paz no es del Establecimiento corrupto, dijeron las voces que transitaban por la carrera séptima en Bogotá observando la movilización. Nadie pudo pasar inadvertido ante la multitud. Las consignas también recordaban a los enemigos de la paz y los escépticos del proceso. Que se haga a un lado el procurador Alejandro Ordóñez, enemigo no agazapado de las libertades y la paz. “No podemos dar un paso atrás en la conquista de los cambios sociales”.