La detención de Francisco Tolosa, docente y directivo del movimiento (acusado de pertenecer a la Farc) así como los 25 lideres de la Marcha asesinados en el 2013, encienden las alarmas sobre la seguridad de los miembros del joven movimiento político liderado por la exsenadora Piedad Córdoba. El más reciente caso se presentó en el departamento del Huila el pasado 18 de noviembre cuando Roberto Cortes, portavoz de la Marcha, fue ultimado por sicarios que cegaron su vida. El 11 de noviembre fue asesinado otro dirigente; Édgar Sánchez, a quien dos hombres le dispararon en el rostro cuando se encontraba en el municipio de Soacha. Ana Isabel Valencia fue asesinada en el municipio de Circasia el primero de noviembre. El pasado 30 de octubre también fue asesinado Edier Otero, militante de Marcha Patriótica en Quindío, El 26 de marzo fue asesinado el líder campesino José Alonso Lozano Rojas, también perteneciente a la Marcha Patriótica. Ante esta situación, sus dirigentes, en cabeza de Piedad Córdoba y Carlos Lozano, le han pedido garantías al gobierno (que en voz del ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, los ha calificado de auxiliadores de las Farc) para que no se repita la historia del genocidio de la Unión Patriótica.