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El otro para militarismo en colombia
El paramilitarismo Político
Juan Gratiniano López Roa / Domingo 19 de enero de 2014
 

Cuando inició el paramilitarismo en Colombia, como está comenzando en México, se vendió igual que allí la idea que eran campesinos que de manera espontánea se habían armado para defenderse de la guerrilla. Allí se vende la idea que es del narcotráfico. Lo cierto es que el paramilitarismo no es más que una estrategia de guerra utilizada desde hace siglos y que en Colombia estuvo en su fundación , expansión , financiamiento entrenamiento tanto EEUU como Israel , que se pueden resumir en dos palabras CIA y Lobby Judío.

Pues bien, esta estrategia de guerra que consiste en hombres armados con entrenamiento militar dotados de armamento militar que atacan a la población civil a la cual previamente macartizan o señalan, y que luego de haber logrado una condena social actúan como ejecutores de penas de muerte . Pero la función más importante del paramilitarismo no está en atacar a quien supuestamente señalan, sino en generar terror en la población de tal manera que ésta no se atreva a ayudar al bando contrario o enemigo creado; de esta manera se logra lo que se denomina “ quitar el agua al pez” es decir quitar sus medios de vida, su apoyo logístico y social. Pero luego va mas allá del campo de batalla, ya que se apropia de los bienes de aquellos a quienes atacó bajo los pretextos antes mencionados, con lo cual cómo podemos suponer no solo corre peligro quien tenga algún nexo posible con el enemigo, sino quien posea algo, ya sea este un bien material, una mujer bonita o unas hijas que serán parte del botín de guerra. Pues bien hasta aquí un breve resumen de algo que todos ya sabemos y que conocemos como paramilitarismo, o sea técnicamente hablando grupos armados de apoyo a los militares en la parte sucia de la guerra.

Pero hay otro paramilitarismo por así llamarlo u otra ala de la guerra que actúa eliminando al “enemigo” el cual es también señalado y satanizado públicamente antes para justificar las acciones; el modus operandi de este tipo de paramilitarismo es el mismo, solo que aquí no elimina físicamente al contendor. Aquí también están los tentáculos de la CIA de las multinacionales y de la guerra sucia de la derecha a nivel global. Sus agentes no visten camuflado, ni están en la selva y curiosamente lo que reciben es otro tipo de entrenamiento que llamarías “jurídico” o “judicial” o mejor dicho se hacen expertos en violar la ley de una manera argumentada para que sea aceptada socialmente. Al igual que el paramilitarismo armado este no fue detectado a tiempo por la izquierda ni los movimientos sociales, incluso algunos le sirven y han servido para justificar su accionar al igual que ocurrió con los grupos paramilitares en Colombia; donde ONGs, estaban detrás sirviendo de fuentes ilegales de financiación.

Estos grupos llevan ya varios años en Colombia y su jefe máximo es el señor Alejandro Ordoñez, se han especializado en hacer falsos positivos de corrupción, montajes judiciales y a dar de baja políticamente a todos los a líderes de izquierda, aunque para justificar y ganar la aceptación social hay que decir que de vez en cuando “dan de baja” también a alguien de derecha, igual como pasa en el campo militar en donde de vez en cuando asesinan o matan a otro paramilitar o lo encarcelan para generar el imaginario que la cosa es con todos y contra todos; sin embargo lo cierto es que es un andamiaje montado solamente contra la izquierda, que ha infiltrado la izquierda también como el paramilitarismo infiltró la guerrilla, y que hoy por hoy tiene a la población colombiana creyendo que la lucha es contra la corrupción o contra las malas administraciones y que las ideas viene o de Uribe o de Alejandro Ordoñez, cuando estos no son más que los vehículos , aunque si sus agentes principales. Y al igual que con el paramilitarismo la gente se ha vuelto tolerante cuando estos decían que asesinaban era guerrilleros hasta que se descubrió la verdad.

El nuevo paramilitarismo político que “da de baja” los derechos políticos, que destituye, que inhabilita se está destapando en este momento como otra de las estrategias contra la izquierda colombiana, y no hay que equivocarse pues no es contra el señor Petro, recordemos que hasta él mismo ayudó a montar a Ordoñez donde está. No, el asunto va mas allá y hace tiempo lo he dicho que estoy seguro que Samuel Moreno no es más que una víctima de un falso positivo, lo cual no quiere decir que no haya habido corrupción en la alcaldía, sino que él está pagando es su inocencia y el haber militado en un partido de izquierda. Hay de hecho una pregunta que me ronda en la cabeza hace casi cinco años y que es de gran importancia para saber la verdad en Colombia: ¿de qué hablaron Uribe y Samuel Moreno en sus sobrevuelo en helicóptero por encima de la capital? Estoy seguro que ahí se hizo alguna negociación de alto calado que desconocemos hasta ahora.

Quiero en este texto alertar para no convertir a Petro en caudillo y víctima pues está claro que el ataque no es contra él, pues antes de él fue contra Piedad Córdoba, y muchísimos mas como el señor Asprilla por mencionar otro de los tantos. Lo que pasa es que la izquierda no ha tenido el ojo para darse cuenta que es un asunto integral y que no va contra personas, como en la guerra paramilitar, va con otro fondo y los que caen, en este caso políticamente muchas veces y casi siempre son personas inocentes, cuyo pecado ha sido no saber lo que se mueve atrás. Tratar de hacer políticas sociales o plantear la necesidad de rescatar para el país lo que ha sido usurpado por las multinacionales con la complicidad de los políticos quienes al parecer reciben el 10 % de porcentaje en cada negocio de entrega de nuestros recurso lo cual es ingresado en cuentas secretas en el exterior.