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¿De cuáles garantías a la oposición habla el gobierno Santos?
Nelson Lombana Silva / Miércoles 5 de febrero de 2014
 

Mientras el gobierno nacional da extensas declaraciones a los medios nacionales e internacionales afirmando que la oposición tiene todas las garantías para la campaña electoral en Colombia, los hechos reales dicen exactamente lo contrario. Cada vez más la derecha y la extrema derecha arrecian con más virulencia contra la oposición que encarna en realidad la izquierda colombiana, especialmente el Partido Comunista, la Unión Patriótica y la Marcha Patriótica.

Hay todo un plan terrorista para pretender inmovilizar a la izquierda y al parecer sacarla nuevamente del escenario político a punta de tiros y planes siniestros, mientras tanto personajes sinuosos que fulgen de periodistas de las grandes cadenas afirman irónicos y cínicamente se preguntan por qué la izquierda no avanza en este país, no tiene dizque discurso, no dizque llama la atención, etc. No saben qué babosadas decir para desinformar e impulsar a los candidatos del establecimiento. Es decir, los mismos con las mismas, los cuales ciertamente no tienen discurso e imponen su imagen a punta de terror, dinero y medios masivos de comunicación. Es la vieja y tétrica comedia de la oligarquía colombiana que habla de paz y sostiene en una mano la paloma y en la otra la metralleta para matar a diestra y siniestra a la oposición.

Las amenazas contra nuestros camaradas, miembros de la Unión Patriótica y Marcha Patriótica e incluso, liberales consecuentes como Piedad Córdoba se han incrementado en las últimas horas a través de las redes sociales y correos electrónicos, como complemento a los múltiples asesinatos que se vienen ocurriendo y que en su momento denunciaron miembros de la Marcha Patriótica, La Unión Patriótica y el Partido Comunista. Se dijo entonces que en tres años de vida de Marcha Patriótica van 30 asesinatos y antier se hablaba de otro crimen más.

En forma desalmada comunicado 01 02 2014 No. 3 de los autodenominados comandos “los rastrojos”, ofrecen por las cabezas de los compañeros: Carlos A. Lozano Guillén, Aída Avella Esquivel, Jaime Caicedo Turriago y Omer Calderón, la suma de 50 millones de pesos. De igual manera, miembros del Partido Comunista, Unión Patriótica y Marcha Patriótica, también les colocan una cifra por sus cabezas, entre otros: David Flórez, Andrés Gil, Carlos García, Nidian Quintero, Luis Betancur, Eberto Díaz, Javier Cuadros, con cifras que oscilan entre los 10 y 35 millones de pesos. En síntesis, toda la izquierda colombiana está amenazada y la cabeza de sus principales dirigentes tiene un precio. ¡Qué horror, en la considerada democracia más antigua del continente!

Lo curioso es que cuando un miembro del establecimiento o la derecha es tocado, las investigaciones son exhaustivas e inmediatas, hay resultados en tiempo récord. En cambio cuando los afectados son de izquierda solo aparecen las declaraciones y declaraciones y más declaraciones, pero nada en concreto, nada de resultados. Todo muere en el crudo sótano del olvido y la impunidad.

¿Quiénes son los responsables de todos estos siniestros planes? Gallina lo pone y frito se come. Adivine…

El mundo debe saber que en Colombia no hay garantías para la oposición, hay enemigos ya no agazapados, dentro y fuera del gobierno, como dijera en su momento Otto Morales Benítez, conspirando permanentemente contra los diálogos de paz que se vienen desarrollando en La Habana (Cuba). El galope mortal de otro genocidio debe mover a la comunidad nacional e internacional. Necesitamos hechos de solidaridad que paren un nuevo y doloroso baño de sangre humilde en Colombia.

En todo este estado de zozobra e incertidumbre tiene mucho que ver el ex presidente Uribe y su cuota burocrática en el gobierno de Santos, el ministro de defensa Juan Carlos Pinzón, bastaría con traer a colación las distintas y estigmatizadoras declaraciones que viene dando contra la izquierda colombiana en su totalidad, especialmente contra el partido Comunista, la Unión Patriótica y la Marcha Patriótica.

Frente a toda esa andanada del establecimiento, del régimen, la respuesta debe ser la unidad de la izquierda, la concreción de un fuerte frente por la paz y la democracia capaz de pelearle el poder político a la oligarquía colombiana. La izquierda no está para administrarle los bienes a la derecha, está para la construcción de una patria justa y humana, donde haya comida, educación, salud y bienestar para todos y todas, sin privilegios de ninguna naturaleza. La izquierda está para construir el socialismo.

He ahí, por qué la importancia de votar copiosamente el 9 de marzo por los candidatos de izquierda con decisión y coraje.

No hay tiempo para vacilaciones. Como dijera Gaitán: “¡A la carga!”.