Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Senado Constituyente o Asamblea Nacional Constituyente
"Si el voto en blanco, como lo profetizan desde ya las encuestas pre-pagadas, logra ganar la voluntad de un electorado ahíto hasta la náusea con la clase dominante que nos ha tocado durante siglos, y es mayoría y hay nuevas elecciones; es muy probable que los partidos electorales de izquierda pasen a ser un cero a la Izquierda."
Alberto Pinzón Sánchez / Sábado 15 de febrero de 2014
 

Pareciera que Londoyos de Invercolsa fuera el único dirigente político colombiano que tiene clara la próxima batalla política que se avecina entre la oligarquía militarista y la gente del Común: No es la reelección de Santos, (con lo que deja colgados de la brocha a Zuluaga, a Marta-Lucía y a Peñalosa) Tampoco es la revocatoria de Petro (cachetada a Facho Santos y al Procurador) Sino, quien lo creyera, es la elección al senado y la lista que encabeza su pupilo Uribe Vélez.

¿Por qué? Sencillamente porque su avisada mirada falangista y anticomunista le dice que existen tres aspectos que están dinamizando el actual acontecer político colombiano. Uno: el proceso de paz de la Habana. Dos: el choque abierto y el desbarajuste entre las instituciones creadas por la Constitución neoliberal de 1991 y Tres: “las contradicciones en el seno de la clase dominante”, por ejemplo:

- Entre Santos y Uribe Vélez, mascarones de proa neoliberales de una misa clase social dominante y antiguos socios en el gobierno pasado, hoy irreconciliables adversarios enfrentados por intereses económicos y políticos diferentes. -El partido Conservador que se debatía entre uribistas y santistas, ahora tiene una nueva fracción pastranista, encabezada por la veterana Marta Lucía. -El partido de Uribe Vélez (doña gallina, como él mismo lo expresó con su lenguaje romo-sinuano) empolla tres huevitos: el Pelele Zuluaga, la veterana Marta Lucía, y el bolardo Peñalosa. -Las “diferencias” entre el partido de Vargas Lleras y un sector del Partido de la U. -Las viejas “pugnas de facciones” en el partido Liberal entre serpistas, lopistas, gaviristas y galanistas y entre estos con Vargas Lleras. Y, las “tensiones”, más allá de lo puramente electoral, entre Mokus, Peñalosa y Navarro.

Tres aspectos que han abierto (como nunca antes se había presentado) la gran posibilidad de que la Movilización Popular (si persiste) y si el Militarismo y la Embajada no obligan a Santos a patear la mesa de la Habana antes del acuerdo final; desemboquen en un Proceso Constituyente Popular y Democrático, es decir en una Asamblea Nacional Constituyente que la fracción de Uribe Vélez- Londoyos quieren evitar a cualquier costo.

Por esta sencilla razón, le están dando al próximo senado que se elegirá con todos los delitos electorales imaginables, la característica de un “senado constituyente” que su fracción aspira a hegemonizar con una mayoría absoluta y le impida a J M Santos reelegido (también con todos los demás delitos electorales imaginables por ejemplo chuzando la Registraduria), le impida gobernar e implementar los acuerdos y reformas que se logren pactar con la Insurgencia.

Mientras que la llamada Izquierda, tan analítica en otros aspectos, no se ha dado cuenta del tablado donde la pondrán a bailar: Si el voto en blanco, como lo profetizan desde ya las encuestas pre-pagadas, logra ganar la voluntad de un electorado ahíto hasta la náusea con la clase dominante que nos ha tocado durante siglos, y es mayoría y hay nuevas elecciones; es muy probable que los partidos electorales de izquierda pasen a ser un cero a la Izquierda. En el otro caso, Santos se reelige en segunda o tercera vuelta (contando con la mediocridad de los candidatos uribistas o precisamente por esta razón) y entonces las candidaturas de Clara y Aida no pasarán de ser una buena constancia dejada para la historia.

Mientras tanto, quienes no han perdido el rumbo político y saben que la próxima batalla será entre el llamado senado constituyente manejado por Uribe Vélez y la Asamblea Constituyente Democrática y Popular, seguirán persistiendo (sin prisa pero sin pausa como decía Lenin) en la Movilización Popular, amplia y unitaria. No hay de otra y hacía allí marchamos si sabemos conducirnos.