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Inminente incursión paramilitar en la cuenca del Cacarica, Chocó
Agencia Prensa Rural / Lunes 5 de mayo de 2014
 

Dicen las comunidades:

“Somos tres consejos comunitarios del Bajo Atrato que estamos en alerta por unas amenazas que tenemos de paramilitares. Tenemos una incursión en tres cuencas, Salaquí, Tubandó y Cacarica. Por ahora están las amenazas en Salaquí y Tubandó con posibilidades es que lleguen en los próximos dos días a la cuenca del Cacarica.

Queremos dejar como precedente que las comunidades hacemos alerta por la situación actual que se está presentando en el territorio y pues la realidad que cuentan por los medios es otra, dicen que nosotros no denunciamos nada. Queremos dejar un precedente porque si en algún momento la incursión llega a nuestro territorio y hay un desplazamiento, queremos dejar claro que la responsabilidad es del gobierno, porque son los que deben de velar por la integridad física y organizativa de las comunidades. Tememos que de pronto vaya a pasar lo mismo que el 97. Se escuchaban rumores, se contaba lo que estaba pasando y finalmente terminaron los hechos como los desplazamientos y con un caso tan vil como fue el hecho de Marino López.

Como comunidad queremos seguir en nuestro territorio y lo vamos a defender hasta las últimas consecuencias y lo queremos hacer de una manera organizada, pacífica, que todo el país que conoce la forma de resistencia organizativa de resistencia que tenemos nos sigan respaldando.
Para nosotros es de suma preocupación, por eso hacemos la alerta para que se extienda y quede como precedente para nosotros como consejo estamos denunciando y que se sepa lo que allá está pasando”.

Los antecedentes

La comunidad de Cacarica fue desplazada en febrero de 1997, por un operativo conjunto de fuerzas militares y paramilitares que dejaron 85 personas muertas y más de diez mil desplazados. Muchos niños tuvieron que presenciar la tortura y asesinato de sus padres y muchas madres vieron sin poder hacer nada como les mataban a sus hijos. Incluso hubo comunidades que tuvieron que ser testigos de cómo cortaban cabezas de personas y luego jugaban fútbol con ellas y descuartizaban sus cuerpos para lanzarlos al río. Uno de ellos fue el líder Marino López.

Este desplazamiento se extendió durante 4 años, siendo acogidos provisionalmente en albergues en Turbo, Urabá, Chocó y el vecino país de Panamá. Los informes agregan que durante este periodo negociaron con el gobierno sus condiciones de retorno, el cual se desarrolló por etapas, concluyendo en marzo del 2001. El gobierno les otorgó el título colectivo de 103.024 hectáreas de tierra, sobre las que ahora hay muchos intereses económicos por la gran riqueza que allí hay.

El Consejo Comunitario de Cacarica vive de una manera sostenible donde cada familia dispone de una porción de tierra distribuida equitativamente para el cultivo de alimentos. Entre todos toman las decisiones y se hacen los acuerdos.

En otras regiones del país este tipo de amenazas ha sido el preámbulo de masacres, desapariciones forzadas, ejecuciones y desplazamientos, así mismo la comunidad dice “que la Fuerza Pública se abstenga de realizar acciones que pongan en peligro nuestra integridad y por el contrario asuma acciones preventivas en la protección de nuestros derechos como ciudadanos colombianos y grupo étnico de especial protección por parte del Estado”.