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Mi voto este 25 de mayo es Clara y Aída
Alfonso Castillo Garzón / Domingo 25 de mayo de 2014
 

Me niego a creer que en Colombia estamos ad portas de desaprovechar una oportunidad para superar las malas costumbres y prácticas políticos, los últimos días hemos visto cómo las campaña presidenciales se han convertido en un escenario de descomposición y degradación, hemos visto y escuchado hasta la saciedad, la bajeza en las campañas presidenciales particularmente protagonizadas por la dupla ultra derechista y autoritaria, Uribe – Zuluaga, y el candidato presidente de derecha Santos, en todo caso comprometidos con el discurso del proyecto de desarrollo del neoliberalismo en Colombia.

Los demócratas en Colombia somos mucho más que eso, no caeremos en la falsa dicotomía que intenta hacernos escoger entre la paz y la guerra, tal disyuntiva no existe, claro es para todo el país, Uribe- Zuluaga, encarnan discurso más guerrerista y conservador, que no trae cosa distinta que continuar sumergiendo a la sociedad colombiana, en la guerra, que sólo trae beneficios económicos a unas pequeñas minorías, y en todo caso sólo favorece los intereses de las transnacionales, que se lucran con todo tipo de tráficos, y al final resultan beneficiarios del despojo de tierras y territorios en los que se entrañan grandes riquezas naturales, las cuales explotan sin respetar el medio ambiente y las comunidades que allí viven. Pero del otro lado, está la paz que proclama Juan Manuel Santos, pero se trata de una paz y mezquina, una paz que sólo favorece los grandes grupos económicos, es una paz para la profundización del proyecto económico neoliberal que ahora requiere de la culminación del conflicto armado, para acrecentar las ganancias de sus inversiones. No se trata de ni mucho menos de la paz que trae la justicia social o la equidad.

Los demócratas colombianos sabemos, que en el actual debate presidencial solo hay dos opciones, de un lado el grupo de candidatos que promueven la continuidad del modelo económico neoliberal excluyente, integrado por Santos, Zuluaga – Uribe, Marta Lucia y Peñalosa, cada uno de ellos defienden el modelo actual de explotación y exclusión, con distintos maquillajes, pero que en el fondo significan lo mismo, favorecer los grupos más poderosos, mientras descargan en los trabajadores y los sectores más empobrecidas el costo de la crisis económica y las responsabilidades del estado de derecho. La otra opción, esta si popular y democrática la promueve la candidatura de Clara López y Aida Avella, ellas encarnan un proyecto auténticamente democrático, se trata de una opción de izquierda que se unen, que se pone por encima de sus intereses y diferencias para luchar por la paz, como ellas y sus proyectos políticos que la respaldan, (Polo y Unión Patriótica) lo han hecho desde hace muchos años.

La paz que proponen Clara y Aída, es la paz, que no entregan los recursos naturales para su explotación en beneficio de unos pocos, se trata de una paz con justicia social, que respeta los derechos humanos, promueve el restablecimiento pleno de los derechos de las víctimas a verdad, justicia, reparación integral, garantías de no repetición y derrota de la impunidad, defiende el medio ambiente, es la paz que genera empleo estable y bien remunerado, educación gratuita para todos y todas, que resuelve el problema de la salud como derecho no como negocio, en fin una paz de verdad.

Los demócratas en Colombia votaremos por esta opción y aprovecharemos esta oportunidad para la paz y la democracia Clara y Aida significan, con ellas han sacaremos a la sala segunda vuelta y disputar con la derecha y la continuidad, para sacar al país de esta larga noche oscura en la que se encuentra desde hace 60 años.

Votar por Clara y Aída significa vota por una opción en la que dos mujeres con trayectoria de luchadoras sociales. Clara como demócrata que conoce y tiene experiencia como dirigente política y gobernante de Bogotá, ha demostrado su honestidad y compromiso social. Aída, dirigente sindical y víctima del conflicto, fue concejal de la Unión Patriótica, ha mostrado su templanza en favor de los intereses populares. La fórmula Clara – Aida es la unidad de la izquierda y los demócratas que Promueve la paz, que presenta propuestas de trasformación y justicia social. La opción Clara – Aída responde a la necesidad histórica que tiene el país para resolver sus más agudos conflictos sociales, económicos, culturales y politos para poner fin a la confrontación armada, es una opción que seguramente le ayudara al país a encontrar la paz soñada.

Esta fórmula integrada por dos mujeres y dos proyectos de larga trayectoria democrática tendrá en el gobierno la opción de dos trabajadoras incansables, la una como presidente y la otra como vicepresidente que podrá encargarse de la defensa de los derechos humanos y de las víctimas, liderar la integración de la comisión de la verdad histórica que se requiere para la reconciliación.

Son estas razones de sobra para pensar que es posible superar los dos millones de votos y pasar a la segunda vuelta. Vamos con toda, que si es posible, por una patria soberana y con dignidad para todos y todas, el 25 de mayo elije la paz, vota Clara y Aída.