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Tema de víctimas: Llega la hora de la verdad
Histórico acuerdo en La Habana sobre cómo abordar el espinoso tema de las víctimas del conflicto
Carlos A. Lozano Guillén / Miércoles 11 de junio de 2014
 
El genocidio de la Unión Patriótica que dejó miles de víctimas no ha sido reconocido siquiera por el Estado colombiano.

Mientras en Colombia el estado de letargo de la campaña presidencial en la segunda vuelta les producía pereza y apatía a los ciudadanos, en La Habana (Cuba) las delegaciones de paz del Gobierno Nacional y de las FARC-EP llegaron a un acuerdo sobre cómo abordar el espinoso tema de las víctimas del conflicto, hecho que generó mayor confianza en el país y en el exterior porque los diálogos van por buen camino y en dirección a construir las bases de la paz estable y duradera.

El acuerdo está consignado en la Declaración de Principios para la discusión del punto 5 de la Agenda: Víctimas, revelada en el Comunicado Conjunto Nº 37, donde se consigna: “Convencidos de que la satisfacción de los derechos de las víctimas hace parte fundamental de las garantías para la conquista de la paz, y que la terminación del conflicto contribuirá decididamente a la satisfacción de esos derechos, declaran que la discusión del punto 5 estará enmarcada en los siguientes principios…”. Y a renglón seguido enumeran y explican los pasos a seguir en desarrollo de este punto de la agenda tan importante y complejo.

Los principios contemplados en el acuerdo base son diez, a saber: el reconocimiento de las víctimas, el reconocimiento de la responsabilidad, satisfacción de los derechos de las víctimas, la participación de las víctimas, el esclarecimiento de la verdad, reparación de las víctimas, las garantías de protección y seguridad, las garantías de no repetición, el principio de reconciliación y el enfoque de derecho.

El sesgo de la “gran prensa”

El espíritu del acuerdo es de doble vía, es decir, bajo el concepto de la bilateralidad, lo que significa que ambas partes deben darles la cara a las víctimas. Contrario a lo que dicen analistas en los medios de comunicación burgueses, la tarea es establecer el grado de responsabilidad de cada una de las partes frente a las víctimas del conflicto.

“Es necesario reconocer a todas las víctimas del conflicto, no solo en su condición de víctimas, sino también y principalmente, en su condición de ciudadanos con derechos(…) Cualquier discusión de este punto debe partir del reconocimiento de responsabilidad frente a las víctimas del conflicto. No vamos a intercambiar impunidades”, dice de forma clara y enfática el documento suscrito por ambas partes y que analiza con sesgo la “gran prensa”.

En este sentido es importante el anuncio de la creación de una comisión histórica del conflicto y sus víctimas conformada por expertos, que no sustituye el mecanismo para el esclarecimiento pleno de la verdad que debe contar con la participación de todos y en particular de las víctimas.

Dicha comisión tendrá la tarea de “esclarecer lo sucedido a lo largo del conflicto, incluyendo sus múltiples causas, orígenes y sus efectos, es parte fundamental de la satisfacción de los derechos de las víctimas, y de la sociedad en general. La reconstrucción de la confianza depende del esclarecimiento pleno y del reconocimiento de la verdad” como lo dice la Declaración de Principios. Es dable recordar que esta comisión había sido propuesta por la Delegación de Paz de las FARC-EP hace varios meses, sin mucho interés de la contraparte.

Como en los puntos anteriores, las partes convocaron tres foros sobre víctimas, organizados por el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Colombia: Villavicencio el 4 y 5 de julio y luego en Barrancabermeja y Barranquilla y uno nacional en Cali. También recibirán en la Mesa de La Habana a las delegaciones de las víctimas, seleccionadas con carácter plural y tomando en cuenta los distintos hechos victimizantes.

Reacciones

Mientras el presidente-candidato Juan Manuel Santos calificaba de histórico el acuerdo sobre víctimas en La Habana, porque “no tiene antecedentes”, el candidato uribista de la extrema derecha, Óscar Iván Zuluaga, lo recibía con desdén. “Las FARC nunca han demostrado voluntad de paz, siempre nos han engañado. Están de vacaciones en La Habana”, dijo Zuluaga. Y agregó: “Las FARC deben reconocerse como principales victimarios”.

Humberto de la Calle Lombana, cabeza visible de la delegación gubernamental, dijo: “Hoy es un día especial. Ha llegado la hora de las víctimas. Hemos dado un paso gigantesco. El proceso de La Habana no es una simple conversación cerrada sobre hostilidades. Es, sobre todo y ante todo, un paso en el camino de la satisfacción de las víctimas de violaciones masivas de sus derechos. Esta es la única manera de lograr la verdadera paz”.

Iván Márquez, jefe de la Delegación de Paz de las FARC-EP, señaló: “Sí; las víctimas son víctimas del conflicto, y el Estado es el máximo responsable por acción o por omisión. Esa es la verdad, y como dice el Libertador, la verdad pura y limpia es la mejor manera de persuadir. Ella no se oculta con artificios ni campañas mediáticas que endilgan la responsabilidad a la rebeldía y a la inconformidad social. Pero lo incontrovertible de esta realidad encuentra redención en el propósito de enmienda.

“La paz está primero que todo y ella sabe perdonar. Sabemos del respaldo y la disposición de las víctimas y sus familiares a facilitar el acuerdo de paz. Las víctimas no son sólo las de la confrontación armada y los errores de la guerra; las políticas económicas y sociales son las peores victimarias porque ellas han causado la mayoría de muertes en Colombia, al negar derechos humanos fundamentales como el derecho a la vida digna, a la alimentación, al empleo, a la educación, a la vivienda, a la salud, a la tierra, a la participación política, al buen vivir, cuando se dispone de riquezas naturales suficientes para resolver nuestra problemática social”.

El cese unilateral de fuegos

Como en las elecciones del 26 de mayo en que las FARC-EP y el ELN decretaron el cese unilateral de fuegos para facilitar que la jornada electoral trascurriera en tranquilidad como lo reconocieron las autoridades, las FARC anunciaron, con ocasión de la segunda vuelta, “el cese de fuego electoral” en carta dirigida al candidato Óscar Iván Zuluaga.

En la misiva, firmada por Timoleón Jiménez, comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP, se aclara la situación que se dio en Chilvi, jurisdicción de Tumaco, departamento de Nariño, donde murieron dos niños al detonar una granada en medio de algunos miembros de la fuerza pública. La policía de Nariño acusó a la guerrilla de haber enviado a los niños a lanzar el artefacto explosivo, versión acogida por el candidato uribista y que resultó falsa.

En la carta, el jefe de las FARC anuncia a través de Zuluaga que “nuestras unidades están enteradas de la suspensión de acciones ofensivas contra las fuerzas enemigas y la infraestructura estatal a partir de las 00:00 horas del día lunes 9 de junio, y hasta las 24:00 horas del día 30 de junio de 2014”.

En medio de la campaña electoral hacia la segunda vuelta, cuando el tema de la paz es el centro del debate nacional por las implicaciones que tiene en la vida política y social del país, los anuncios de La Habana como el cese de fuegos unilateral de las FARC y la declaración del ELN de que no hará acciones que alteren los comicios electorales, generó confianza y tranquilidad en la gente del común. El proceso de La Habana va por buen camino, es la sensación generalizada entre los colombianos.