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Corteros de caña anuncian paro
Moderna esclavitud en ingenios azucareros
Alrededor de 20 mil corteros de caña discuten la hora cero para el inicio del cese de actividades en los 11 ingenios azucareros representados por Asocaña. Con la complicidad de las cooperativas de trabajo asociado se deshumanizan las condiciones laborales
Juan Carlos Hurtado Fonseca / Miércoles 10 de septiembre de 2008
 

Desde hace años los trabajadores de los ingenios del Valle del Cauca y parte de Risaralda, especialmente los corteros de caña, han desarrollado diferentes protestas en busca de mejoras de sus condiciones laborales.

En 2005, los corteros hicieron un paro para protestar por las formas de contratación. Pero hoy están laborando a través de cooperativas de trabajo asociado (CTA), donde les han dicho que son dueños y empresarios, que tienen su empresa y que están negociando de empresa a empresa con los ingenios para el corte de la caña de azúcar.

Actualmente el problema es entre los 20 mil trabajadores y Asocaña que representa a 13 ingenios entre los cuales están Manuelita, Providencia, Mayagüez, Riopaila, La Cabaña e Incauca, que pagan por el corte de una tonelada alrededor de ocho mil pesos, pero le descuentan los materiales de trabajo, como botas, pantalón, lima y machete. También se les descuenta la seguridad social que es alrededor del 27% de lo devengado, primas, vacaciones, lo que reduce el dinero a 2.500 pesos, aproximadamente, por tonelada. Además, el ingenio limita la cantidad de caña que se corta por día, lo que reduce los pagos, provocando que muchos trabajadores devenguen de 150 a 200 mil pesos quincenales.

Con esos salarios y el aumento en el costo de vida, los corteros han perdido poder adquisitivo y su calidad de vida ha desmejorado notablemente. «Muchos de ellos viven hacinados, pues en muchas ocasiones habitan hasta cinco familias en una casa para poder pagar arriendo y servicios; sin derecho a educación porque con ese dinero no pueden enviar sus hijos a estudiar ni siquiera en colegios públicos y con unas condiciones alimentarias precarias. Es una forma de esclavitud moderna. Se han utilizado las CTA para pauperizar la calidad de vida de los trabajadores», asegura el concejal del Polo Democrático en Palmira, Ibis Danilo Yanguas Botero.

Solicitudes sin respuesta

El pliego de peticiones fue radicado por los trabajadores el 14 de julio, con un debate público en el concejo municipal de Palmira, en presencia de alrededor de 700 personas. Las peticiones fueron recibidas por una comisión de Asocaña y son, principalmente: la contratación directa con las empresas y la estabilidad laboral, el pago de los días perdidos por paradas de la empresa, el pago de los días que asisten al médico y los tres primeros días de incapacidad por enfermedad que no pagan las EPS; auxilios para educación, vivienda, etcétera, primas de antigüedad y vacaciones, entre otras. El control efectivo al peso de la caña con mecanismos concertados que elimine las dudas (báscula móvil) y la terminación del sistema global regresando al mecanismo del peso por uñadas. Que se respete el derecho al trabajo ante la creciente mecanización del corte de caña. Que las empresas, las EPS y las ARP resuelvan el problema de los más de 200 corteros que se incapacitan anualmente y que mandan a reubicar, y los de incapacidad permanente total a quienes se les niega la pensión. Un aumento salarial del 30% que compense el altísimo costo de vida, las extenuantes jornadas de trabajo y la rudeza de las labores del corte de caña. No represalias para los trabajadores que participen de la justa y pacífica protesta. Concluyeron los obreros afirmando: «Los corteros de caña no somos delincuentes ni terroristas, somos trabajadores honestos que reclamamos nuestros derechos».

Según Ibis Danilo Yanguas, «se le ha dicho a Asocaña que los trabajadores no son sinvergüenzas que no quieren trabajar como lo afirman ellos, sino que las condiciones a que están sometidos por los ingenios son inaceptables. Por eso, ante la negativa de las empresas a mejorar las condiciones, los trabajadores están organizando una huelga y discuten la hora cero». Ante la desinformación generada en la «gran prensa» por algunos pregoneros del sistema, los representantes de los trabajadores aseguran: «Es necesario que la gente conozca la verdad del conflicto y que no se dejen creer de los medios al servicio de los ingenios de la clase rica de este país».

Hasta el momento no hay respuesta por parte de Asocaña, aunque se han realizado reuniones con la intermediación de senadores y del ex gobernador del Valle, Angelino Garzón.

Se busca solidaridad y hora cero

En comunicado los trabajadores afirmaron: «Algunos ingenios están llamando a los representantes de las cooperativas y grupos de corteros para notificarlos que van a implementar el peso por uñadas pero sin ninguna veeduría ni control por parte de los corteros, a reubicar a los compañeros que tienen problemas de salud y que las EPS entregarán el salario mínimo a las cooperativas para sostenerlos realizando labores diversas, etc. Lo anterior significa que han estudiado el pliego de peticiones y se niegan a negociarlo, mientras ofrecen pequeñas dádivas para contrarrestar el ánimo de lucha que tenemos todos los corteros para defender el pliego y conquistar mejores condiciones salariales que mitiguen nuestras precarias condiciones de vida».

Además, los corteros en comunicado concluyeron: «Estamos haciendo los contactos con todas las organizaciones sindicales, sociales y políticas de la región y del país para conseguir la más amplia solidaridad de todos los trabajadores organizados; vamos a defender nuestro justo pliego de peticiones con la razón y la fuerza de nuestras movilizaciones. No hemos orientado manifestación alguna de violencia contra instalaciones o personas. Los corteros de caña invitamos a todos los trabajadores de los sindicatos de base e industria del azúcar y el alcohol carburante a apoyar a quienes han dejado los mejores años de sus vidas para que los dueños de la industria azucarera y del etanol amasen grandes fortunas».

Aunque el paro es de los trabajadores y cuentan con la oposición de algunos gerentes de las cooperativas que defienden los intereses de las empresas. A diferencia del paro de 2005 donde se suspendieron las actividades laborales a cuentagotas, empresa por empresa, esta vez serán todos los ingenios a la vez.

Más allá de lo laboral…

El viernes pasado en la noche, los corteros llevaron a cabo una movilización de antorchas, para dar a conocer esta problemática que aqueja a la sociedad en general, pues los inconvenientes generados por los ingenios no sólo son de carácter laboral, sino social y ambiental.

Efraín Muñoz, representante del gremio del corte de caña del Cauca, explicó a Voz: «La caña de azúcar es un monocultivo y las grandes extensiones que ocupa no dejan oportunidad para los cultivos de pancoger, generando una crisis alimentaria en la región, ya que pequeños colonos han sido expulsados de sus tierras y otros mediante presión de los ingenios han tenido que vender sus terrenos. Los ingenios se han apoderado de los ríos para el riego de los cultivos sin retribuir nada. Y la quema de la caña ha generado contaminación».

El dirigente de los trabajadores de la caña asegura que el sistema de cooperativas los ha perjudicado en un 100% por lo que la exigencia es la contratación directa.

Ante las posibles reacciones de los empresarios ante las medidas de protesta tomadas por los corteros, Efraín afirmó: «Hemos tomado la determinación de hacer el paro nacional del sector azucarero. Sé que los ingenios se han preparado, tienen toda la fuerza pública en contra de nosotros. Lo sabemos porque a muchos congresistas Asocaña les financia sus campañas políticas, la mayoría de ellos tienen acciones en los ingenios y otros tienen grandes extensiones de caña cultivada, entonces es inaudito que los congresistas estén de acuerdo con nosotros cuando estamos tratando con los intereses de ellos».