Mi nombre es Claudia Quintero, soy defensora de derechos humanos y víctima del conflicto armado, fundadora de la Corporación Anne Frank. Desde el año 2013 venimos sufriendo agresiones en las redes sociales, donde se centra nuestro activismo por los derechos humanos y la paz.

Todo comenzó cuando Jaime Restrepo el abogado uribista que retó a un duelo a Iván Cepeda me acusó de pertenecer a la comisión internacional de las FARC y de ser una terrorista internacional, afirmando según él, que mi alias en la ilegalidad es “Gina Escheback” , un nombre que uso desde hace mucho para escribir cuentos o artículos, una de mis aficiones.

Jaime dio inicio y pie para que muchos de sus twitteros pagos, me ataquen constantemente con señalamientos y amenazas de un tono demasiado agresivo, incluso en muchos asegurando que “no duraré mucho”, una flagrante amenaza de muerte.

Durante la campaña presidencial del 2014, adherí a la propuesta de Juan Manuel Santos hoy presidente, desde la primera vuelta, las agresiones cada vez se intensificaron más.

A nuestro regreso al país en agosto de 2014, después de un exilio de más de 4 años, las amenazas pasaron a los teléfonos y correos: “Negra hijueputa guerrillera, se van o se mueren” del teléfono 3102235405 el 18 de agosto de 2014 a las 6:40 de la tarde. Siempre las agresiones llevan contenido racista, entendiendo que soy una mujer afrocolombiana, siempre me llaman “NEGRA Hija de Puta”.

Actualmente toda actividad que reportemos en las redes sociales es saboteada por estos twitteros a sueldo, para quienes soy “guerrillera y debo desmovilizarme”, incluso cuando hablé de la “Estrategia de Recuperación emocional para niños y niñas víctimas del conflicto” que se realiza en nuestra organización con la Unidad para Las Víctimas, ellos nos acusan de reclutar a estos niños para las filas de las FARC.

Después del tema del hacker Sepúlveda y la oscura utilización de la informática por parte del uribismo, considero que las autoridades deben investigar, las amenazas y señalamientos que recibo a diario, que me marginan ya que he perdido dos empleos por “miedo” de los empleadores de estar contratando a una criminal, supongo.

Solicito protección para mi familia, mi vida y mi equipo de trabajo dentro de la Corporación Anne Frank, ya uno de nuestros miembros Jorge Luis Daguer tuvo que salir del país en septiembre de 2014 luego de un atentado en su contra. Vale recordar que a Daguer las amenazas le llegaron primero al Twitter y después se materializaron en un ataque con arma blanca del que resultó ileso gracias a un chaleco que le había proporcionado la Unidad Nacional de Protección.

Solicito a las organizaciones de derechos humanos difundir mi caso y documentarlo en las bases de datos de agresiones a defensores de derechos humanos, consideramos que éstas agresiones son parte de un plan contra la paz de Colombia, que lo ejecutan en diferentes niveles, incluso incriminando a humildes líderes que con mucho esfuerzo luchamos por un país en paz y más humano.