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Juventud Rebelde llama a la movilización
9 de abril a las calles
Juventud Rebelde / Jueves 12 de marzo de 2015
 
Vamos por el cese al fuego bilateral, por la Paz con Justicia Social, hacia la Asamblea Nacional Constituyente. Con las víctimas, nos movemos por la Paz.

El año 2015 inicia con expectativa: el sentir de la gran mayoría de colombianos y colombianas que anhelamos que el fin del conflicto social y armado llegue por la vía de la solución política y negociada. Sin duda alguna, la mesa de diálogos entre el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC-EP, representa en la actualidad el avance más certero hacia la consolidación de la paz en toda la historia de nuestro país. Sin embargo no son escasos ni de poca monta los desafíos y las amenazas que hoy rondan el proceso. Desde los atriles del establecimiento, haciendo uso de la vocería histórica de los intereses de la clase dirigente, se promueve en la opinión pública “debates” prefabricados sobre temas variados, pasando de la desmovilización a la entrega de armas, el referendo, el postconflicto y la cárcel para los insurgentes, entre otros; la intención si está claramente unificada: se trata de confundir y evitar la discusión sobre las profundas causas de la guerra en Colombia, guerra que jamás hará un tránsito certero hacia la paz si no se construye sobre la base de la transformación del modelo del despojo y miseria, para avanzar hacia la materialización de la Justicia Social.

La Juventud Rebelde de Colombia, como una expresión organizativa de miles de jóvenes a lo largo y ancho de la patria, parte de la consideración de que la lucha por la solución política real, total y democrática del conflicto social y armado resume hoy la lucha por el poder político en Colombia. Por esa razón, estamos convencidos de que resulta imposible el éxito del proceso sin contar con la participación activa y decidida de todos los sectores de la sociedad colombiana y en particular de los movimientos sociales y populares expresados en distintas formas organizativas, a partir del reconocimiento de sus luchas y reivindicaciones históricas como elementos importantes de una plena agenda de Paz.

Por otro lado, en términos de la confianza entre las partes y la generación de garantías, saludamos el acompañamiento de la comunidad internacional y de países vecinos que se encuentran desarrollando procesos de democratización y lucha contra el neoliberalismo; de aquellos sectores sociales de otros países que están interesados en el fin del conflicto y la promoción de la paz, pues la paz de Colombia tiene un gran significado para la paz continental y mundial.

La Juventud Rebelde de Colombia saldrá a las calles el próximo 9 de abril, levantando la bandera de la solución política al conflicto y exigiendo al Gobierno Nacional detener la retórica y dar pasos certeros hacia el desescalamiento del conflicto y el pacto de un cese al fuego bilateral que, en desarrollo del principio de humanidad, permita detener el derramamiento de sangre y lágrimas y a su vez sirva a las partes para avanzar en confianzas, minimizar los riesgos del proceso y continuar avanzando en la consecución de la Paz. La verdadera voluntad debe verse representada en abrir los caminos de la consolidación del diálogo político y en permitir que la sociedad colombiana supere las causas de injusticia e inequidad que la tienen sumida en esta horrible noche de guerra.

Desde luego, exigimos con vehemencia que dicho cese al fuego bilateral se acompañe del cese de hostilidades, abusos y agresiones de parte del Estado contra la sociedad colombiana y el movimiento social y popular; así como una posición precisa de parte del Estado ante el paramilitarismo que se abre paso en campos y ciudades.

Convocamos a toda la sociedad Colombiana, al movimiento social y popular y en especial a la juventud consiente y rebelde a reivindicar la bandera de nuestra paz, la Paz con Justicia Social, como única garantía de poner fin a las causas que generaron el actual conflicto en nuestro país; dichas realidades deben ser discutidas y abordadas a fondo por las fuerzas vivas del país, quienes han sido las verdaderas víctimas y han recibido de manera directa cada una de sus consecuencias. Como Juventud Rebelde consideramos que el escenario a generar es un espacio real donde el poder que reside en el pueblo sea ejercido, donde los avances representados por los acuerdos producto de la mesa de negociación sean finiquitados y legitimados y donde las garantías para el desarrollo de la construcción de una Colombia distinta, después de la terminación de la guerra, se desarrollen en un nuevo marco jurídico y político; esos son para nosotros los desencadenantes de un profundo proceso de empoderamiento y ejercicio del poder popular que finalmente desembocarán en una gran Asamblea Nacional Constituyente como auténtico tratado de Paz entre la sociedad, la insurgencia y el Estado.

Los próximos 6, 7, 8 y 9 de abril presentaremos al país la Juventud Rebelde como una muestra clara de la fuerza incontenible que reside en la juventud colombiana. Somos la síntesis diversa de la voluntad de los miles de jóvenes que a diario abren sus ojos con la esperanza de ver un país que no nos criminalice por ser jóvenes; nuestra organización nace como una propuesta política en la construcción de la Patria Grande, la que históricamente ha sido disputada en medio de las balas, el terror y la miseria. Cansados de ponerle positivos a la muerte nos declaramos en franca lucha por la vida y la esperanza. Este es el tiempo de los hombres y las mujeres de esta tierra, es nuestra hora, es la hora de alcanzar la paz verdadera.

Ya se oye el grito rebelde que nace en las calles, los barrios y las veredas, que recorre los valles y llanuras, que atraviesa los dos mares y se pasea por los desiertos, que no le cede al frío de los nevados y florece en el verde de las montañas. La rebeldía juvenil que se organiza ruge desde las entrañas de la patria y llega para ser la cuna que alberga los sueños de una generación dispuesta a convertir la esperanza en futuro. Este 9 de abril nuestro grito inundará las calles de Colombia. Las calles son nuestras, las vamos a llenar del color del ímpetu juvenil, somos la garantía presente de un digno futuro.

“Somos el Sueño de Bolívar Despertando. Somos la Generación de la Segunda y Definitiva Independencia.”
Congreso Constitutivo: 6, 7 y 8 de Abril de 2015
juv.rebeldecolombia@gmail.com