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En libertad Omar, Carlos y Jorge, prisioneros políticos del movimiento estudiantil
Nuestros compañeros fueron víctimas de un burdo montaje judicial en medio de las luchas estudiantiles del 2011 cuando el estudiantado y la sociedad colombiana a través de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil derrocaron la llamada reforma a la Ley 30.
Federación de Estudiantes Universitarios / Sábado 28 de marzo de 2015
 

El día de hoy nuestros corazones están llenos de alegría al conocer que nuestros compañeros prisioneros políticos Carlos Lugo, Jorge Gaitán y Omar Marín se les ha conferido orden de libertad tras 1.272 días de injusto encarcelamiento bajo un montaje judicial propiciado por el establecimiento en contra de compañeros que se han destacado por su labor política en contra de las leyes nocivas hacia la educación superior.

Recordemos que nuestros compañeros fueron víctimas de un burdo montaje judicial en medio de las luchas estudiantiles del 2011 cuando el estudiantado y la sociedad colombiana a través de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil derrocaron la llamada reforma a la Ley 30. A pesar del encarcelamiento, la persecución, estigmatización, amenazas y demás tácticas del establecimiento para silenciar voces de disidencia, el gobierno recibió una lección de democracia al ver las calles atiborradas de gente luchando por una educación para un nuevo país.

La persecución política no puede seguir siendo la respuesta del Estado en momentos donde la sociedad se expresa y mandata que cesen las políticas de desigualdad e injusticia en pro de los beneficios de una élite gobernante. La paz en Colombia exige que se dejen de torpedear los derechos políticos y sociales de quienes ejercen la política a través de formas alternativas y con objetivos distintos a los que históricamente han caracterizado a nuestros gobernantes.

Al día de hoy faltan todavía más de 9500 prisioneros políticos provenientes de diversas capas sociales hacia quienes se les debe conferir libertad inmediata, pues todavía no podemos concebir que estamos avanzando fuertemente hacia la paz mientras campesinos, profesores, estudiantes, defensores de derechos humanos, sindicalistas y demás sigan padeciendo la tortura en las mazmorras del Estado por el “delito” de soñar y pensar distinto.

Nuestra inmensa alegría de poder volver a tener a nuestros compañeros luchando de la mano del pueblo colombiano la compartimos con todas aquellas organizaciones sociales y populares que han acompañado el proceso, así mismo a las personalidades democráticas, periodistas y a los abogados quienes incansablemente han abogado por la libertad de nuestros compañeros.

#SoñarNoEsUnDelito

#YoTeNombroLibertad

#LargaVidaALasMariposas