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El cinismo de las Farc o el cinismo del gobierno
Fredy Julián Cortés Urquijo / Miércoles 8 de julio de 2015
 

Fredy Julián Cortés Urquijo es Ingeniero Mecánico de la Universidad Nacional, profesor auxiliar en la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Bogotá y estudiante de maestría en Ingeniería de la UN. Pofesional con una destacada formación ética, técnica y humana donde se resaltan sus trabajos e investigaciones para la agroindustria a través de proyectos financiados por Colciencias en convenio con Corpoica (Corporación Colombiana de Investigacion Agropopecuaria), la Universidad Nacional y la Universidad Industrial de Santander, durante los últimos años prestó sus servicios como profesor auxiliar de posgrado en los cursos Taller Agrícola 1 y 3 del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola de la Universidad Nacional. Se vinculó a la UN como docente auxiliar de la Facultad de Ingeniería para dar los cursos Taller Agrícola II en el mismo departamento. Para el segundo semestre de 2009, tramitó la vinculación como profesor auxiliar para dictar el curso Elementos de máquinas agrícolas, así mismo se destaca profesionalmente en asesorías a diversas empresas del sector privado.

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Desde hace unos días para acá, el término favorito de los medios masivos aceptando la receta de la casa de Nariño es “cinismo”. Así no dudan en poner titulares de prensa acusando a las FARC de cínicas [1], muchos otros medios regionales repiten el término y otros tantos ciudadanos de a pie empiezan a repetirlo como el reguetón de moda: “Menea mami Menéalo”. Lo escuche hace poco de un familiar cuando le explicaba los avances del proceso, mostrándole que el hecho de que hayan más de la mitad de los puntos tratados con acuerdos parciales es un avance que nunca se había dado en negociación alguna de paz, pero para él a “su manera de ver” no se ven los resultados y con la acostumbrada frase que desde el Caguán se ha repetido hasta saciarnos de que “es que las FARC no están comprometidas con el proceso de paz” me demostró su indignación. Finalizó luego con el nuevo término convertido en sentido común -parafraseando a Gramsci- de “es que las FARC son cínicas”. Para clausurar la conversación le pregunté que para él qué significaba ser cínico, y difícilmente obtuve una respuesta coherente que patinó entre mentiroso, burlón y tramposo. Así me decidí a escribir esta nota como protesta por una campaña mediática que tiene un claro fin de desprestigiar los avances objetivos de un proceso de paz que añoramos los colombianos, con un compromiso evidente de la insurgencia para acabar el conflicto que se ha expresado en diversas acciones que ellos mismo relatan en su página web [2] y que no pretendo describir nuevamente, pero sí quiero, por otro lado, mostrar que el cinismo proviene más bien del gobierno colombiano que de la guerrilla. Pero primero, para mi familiar, una definición del término cínico:

Según la RAE: cinismo.
(Del lat. cynismus, y este del gr. κυνισμός).

1. m. Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables.

2. m. Impudencia, obscenidad descarada.

3. m. Doctrina de los cínicos (‖ pertenecientes a la escuela de los discípulos de Sócrates).

4. m. desus. Afectación de desaseo y grosería.

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En ese orden de ideas cínico no es el que miente, sino el que no le da vergüenza hacerlo o el que defiende acciones que pueden ser cuestionadas negativamente. Ahora, para dar unos simples ejemplos de a quiénes se les puede aplicar mejor esta definición, aquí muestro unos pocos:

1. Mientras las FARC, en un claro compromiso con los sectores sociales que participaron en los diversos foros de desarrollo rural, víctimas y cultivos ilícitos, han sacado más de 100 propuestas adicionales por cada uno de los temas donde recogen gran parte de lo que la misma gente demanda en estos foros, el gobierno ha hecho caso omiso a todas esta movilización de organizaciones sociales, campesinas, de víctimas, juveniles y demás que se acercaron a los foros y no tiene ni un solo documento donde recoja esas opiniones. ¿Quiénes son los cínicos?

2. En los pre-acuerdos firmados en materia de desarrollo rural integral, participación política y demás borradores conjuntos de los puntos alcanzados hasta el momento, el gobierno se comprometió a hacer cambios fundamentales en estos temas, pero lo que se ve hasta el momento son políticas totalmente opuestas a la filosofía de estos preacuerdos. A los campesinos les ha quedado mal con los pactos firmados con sus líderes de las pasadas movilizaciones campesinas, ha legislado en favor de un nuevo código nacional de policía donde se pierden muchas de las garantías civiles otorgadas por la constitución, y que va en contravía de lo acordado en los borradores de participación política y que decir de la falta de garantías a la oposición política cuando el paramilitarismo renace en diversas zonas del país, amenazando y desapareciendo nuevamente líderes como hace 30 años sin que el gobierno haya tomado una decisión firme de combatir el paramilitarismo. ¿Quiénes son los cínicos?

3. Durante los más de tres años del proceso de paz, las acciones concretas en favor de desescalar el conflicto provienen de la insurgencia, por el contrario el gobierno colombiano no ha cedido ni un ápice en bajar el monto de los gastos del Ministerio de defensa, ha continuado importando armas, aviones y demás recursos bélicos con no se sabe qué intereses regionales y ha continuado desplegando toda las políticas represivas contra la población en territorios en conflicto y contra la oposición política. ¿Quiénes son los cínicos?

4. Mientras las FARC han hecho énfasis en poner sus documentos y su vocabulario en función de la paz, de las transformaciones sociales necesarias para construir la paz, generando mensajes positivos en torno a ésta, el gobierno colombiano y con eco de los medios masivos y de la ultraderecha insiste en su terminología de guerra para expresarse respeto a la insurgencia, en los partes militares se ve claro que no han tenido la mínima orden por parte del ejecutivo de moderar sus discursos, y declaraciones. Un ejemplo claro de este lenguaje era el usado por el pasado ministro de defensa Pinzón. ¿Quiénes son los cínicos?

5. La página web oficial de la mesa de negociaciones, manejada por el gobierno colombiano, estuvo desactualizada durante mucho tiempo, sin información relevante sobre el proceso, con un diseño totalmente plano y poco atractivo. La pedagogía para la paz por parte del gobierno ha sido nula, no hay un interés en difundir los alcances del proceso, mientras en los partidos de fútbol continúan las cuñas publicitarias estatales invitando a los guerrilleros a desmovilizarse, poco se dice a favor del proceso de paz mientras se juega fútbol en los estadios. Por otro lado, las FARC han mantenido una página en la que se encuentran todos los documentos relacionados con el proceso de paz, pese a los reiterados ataques de hackers continúan haciendo una pedagogía – a su manera- pero muy importante para poder acceder a los que acontece en la Habana. ¿Quiénes son los cínicos?

Así la nueva matriz mediática empieza a sembrar un halo de duda sobre las intenciones de las FARC en La Habana, contrario a lo que realmente se ha alcanzado que deberían mostrar un panorama optimista. La negociación por su parte con el ELN está en el congelador, no se ven avances y se evidencia una amenaza de un final programado de las negociaciones de La Habana, ya sea para presionar a las FARC por una firma rápida de la paz de las élites o para finalizar la mesa inculpando a las fuerzas insurgentes de la finalización de la negociación como lo ha hecho siempre. Basta ver la entrevista a De la Calle, como habla en nombre de todos los colombianos poniendo en nuestras bocas sus propias reflexiones. En honor a la verdad y a la equidad informativa, y en función de bajarle el nivel a la propaganda guerrerista y contra el proceso de paz valdría la pena preguntarse ¿dónde está la entrevista de Gossain a la contraparte del gobierno?