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Lo que hoy la política antidroga hace, mañana se mirará reflejada en nuestros hijos
Marcha Patriótica Putumayo / Jueves 20 de agosto de 2015
 

La Red de Derechos Humanos del Putumayo y las organizaciones de la inspección de Piñuña Negro reportan las constantes violaciones a los derechos humanos que por causa de fumigaciones los campesinos se ven notoriamente afectados. Muchas de estas fumigaciones se hacen de forma repetitiva.

Desde el día 17 de agosto del 2015 a partir de las 7:00 am empezaron a fumigar sobre la inspección de Piñuña Negro jurisdicción de Puerto Leguízamo, hasta horas de la tarde.

EL 18 de agosto de 2015 continuaban las aspersiones con glifosato en las mismas comunidades, haciéndolo en ocasiones repetidas por los mismos lugares: Patagonia, Silencio, Brisas de Agua Blanca, Alto Agua Blanca, Bajo Agua Blanca, Campo Ají, Puerto Tolima, Valsora, Botadero, Lorencito.

Se fumigaron los cultivos de plátano, yuca, caña, arroz, maíz, chontaduro, potreros, peceras, chiro, bore, entre estos productos. También fumigaron la finca agro productiva de la asociación ASCAP.

Tras ese hecho, dos personas que recibieron esta fumigación directamente se encontraban intoxicados en el centro de salud más cercano, ya que estaban trabajando sus parcelas y les fue derramado este maligno veneno desde lo alto.

Lo que la política antidroga hace, mañana se mirará reflejada en nuestros hijos. Es preocupante cómo son tratadas las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes que habitamos en el departamento del Putumayo, pero lo que más duele es la incoherencia de quienes dicen ser nuestros representantes, porque a la hora de decidir sobre una política antidrogas y contra el narcotráfico, optan por aprobar métodos nefastos que solo desplazan, vuelven mendigos a la sociedad, contaminan el medio ambiente y con ello el futuro de cientos de familias. Hoy el pueblo putumayense mira con tristeza que tenga que dejar su territorio donde construyeron su hogar y el sueño de brindarles un mejor vivir a sus hijos, de una forma tan violenta y desigual por parte del estado. Enfermedades respiratorias, contaminación de las aguas, traumas psicológicos e incluso secuelas congénitas en la malformación de fetos, son la prueba viviente de más de 10 años de fumigaciones constantes y sin interrupción.

Quienes fumigan, probablemente, sólo cumplen funciones y obedecen, quienes ordenan las fumigaciones están dejando de un lado las propuestas de los campesinos organizados que durante muchos años han hecho saber sus programas y planes alternativos hacia una verdadera garantía de sus derechos, hacia la solución del problema de cultivos de uso ilícito. Es toda una construcción clara y visible de la política, de la forma de gobierno, de la planeación y ejecución de nuestros recursos hacia la agroindustria: refleja los intereses del pueblo.

El gobierno quiere hacernos ver como actores de delitos. No hemos sido escuchados o se hace de oídos sordos, pero es evidente la respuesta diaria que el Gobierno entrega para nosotros. Hoy la respuesta exacta a las propuestas de los campesinos es que seamos desplazados hacia los cordones de miseria de las ciudades, que nuestras tierras sean despojadas y solo queden quienes tengan la capacidad de seguir manteniendo nuestras viviendas, pero que además no les importa los efectos secundarios de las aspersiones, exponen a sus propios trabajadores. Se quedan ocupando nuestro territorio las grandes empresas multinacionales que gracias a concesiones contractuales se les permite explotar los recursos naturales, recursos ubicados en la gran reserva del mundo natural, la Amazonia.

Esperando una pronta atención, integral y humanitaria, respuesta para los casos inmediatos reportados e incluso los que por nuestra capacidad aún no conocemos, por parte de las autoridades locales, departamentales, nacionales e internacionales. Creemos que se hace necesario exigirle al gobierno nacional, en cabeza del Presidente Juan Manuel Santos, se tomen medidas de fondo en la suspensión inmediata de las operaciones aéreas para fumigar por parte de la fuerza pública en todo el departamento del Putumayo. El desescalamiento del conflicto es ya y ahora.

CESE AL FUEGO BILATERAL YA! NO MÁS GUERRA!