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Darío Fajardo: “La paz de Colombia es la paz de la región”
Red Nacional de Medios Alternativos / Miércoles 30 de septiembre de 2015
 

Luego de la firma del compromiso para lograr la paz en Colombia de aquí a seis meses que se rubricó en La Habana el 23 de septiembre entre las FARC-EP y el Gobierno de Colombia, Darío Fajardo (profesor de la Universidad Externado de Colombia y autor de uno de los relatos de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas en Colombia) nos compartió su perspectiva durante la emision de Enredando las mañanas del pasado viernes.

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Bienvenido Darío, empezamos por consultarte cuál es tu perspectiva en relación al acuerdo firmado recientemente entre las FARC-EP y el gobierno de Colombia

Muy grato estar con ustedes y tener esta audiencia ampliada en un país hermano con el que nos une grandes afectos. Quisiera comentarles muy rápidamente lo siguiente, lleno de dificultades es un proceso que corresponde a 60 años de guerra, una de las más complejas que se ha dado en América Latina. Un proceso en el que no solamente están enfrentadas fuerzas y sectores políticos, económicos y sociales del país, sino en la que cada vez ha tenido mayor injerencia el poder político y militar de los EE.UU. Me parece que la dimensión de esta guerra se puede apreciar si tenemos en cuenta estas condiciones, no es un enfrentamiento simplemente entre esos sectores, sino una confrontación con la potencia militar y económica más grande de la historia. Esa es la dimensión de la guerra que estamos tratando de resolver. Lo que queda por delante es un larguísimo camino por recorrer, lo que se establece en estos acuerdos que es un comienzo de la perspectiva de la construcción de una justicia, no con perspectiva en el castigo, no con perspectiva en la visión de unos derrotados frente a quienes ganaron la guerra. Es la perspectiva de la construcción de paz hacia el futuro, de que no solamente los colombianos, sino los demás pueblos de América Latina podamos empezar a vislumbrar un nuevo mundo. Eso es lo que se está comenzando a abrir, con inmensos claros y oscuros, pero esa es la esperanza que tenemos nosotros. De que suspendida la utilización de las armas en el debate político, económico, cultural incluso se pueda imponer las demandas de los sectores sociales mayoritarios, y logremos que el comienzo de este siglo sea el comienzo de un siglo de paz para América Latina

¿Cómo recibe la población colombiana este tipo de anuncios en relación al cansancio y agotamiento que ya llevan en estos largos años de guerra?

Esa pregunta me parece muy pertinente por lo siguiente, porque uno de los escenarios de la guerra de los más críticos diría yo, además del de la utilización de las armas, es el de los medios de comunicación masiva. Han sido utilizados como una herramienta muy eficaz para ganar los corazones y las mentes de la gente. Entonces los medios de comunicación hegemónicos han logrado sembrar en muchos sectores de la población una versión completamente distorsionada de cómo es el conflicto, de la naturaleza del conflicto, las responsabilidades en el conflicto. La tarea pedagógica-política es explicarle ahora a la gente cuáles han sido las responsabilidades y qué tipo de justicia es la que tenemos nosotros que construir ahora para acabar con la guerra.

La población a nivel local, en las áreas rurales, sabe perfectamente en donde están sus adversarios, quiénes han causado el desplazamiento, las muertes, todo este tipo de cosas, pero a través de los medios se ha estado tratando de generar históricamente unas apreciaciones que distorsionan completamente las responsabilidades en la guerra. Y me parece que es la tarea que ahora sin armas podemos asumir, de clarificar efectivamente en dónde están las responsabilidades de la guerra, pero no asumiendo la perspectiva simplemente del castigo, de la venganza porque no se trata de eso. Se trata, como lo están reconociendo las víctimas, de que se sepa la verdad, cuál fue la verdad de estos hechos que ocasionaron tanto dolor a nuestro país. Y que esas verdades, esas responsabilidades, las podamos asumir no desde la perspectiva del castigo, sino desde la perspectiva de que nunca más se van a repetir estos hechos. De que quienes tomaron decisiones y asignaron recursos sean definitivamente dejados atrás, y sea el país, los sectores democráticos quienes abran los caminos para ese nuevo país. Pero no desde una perspectiva de venganza, de castigo, sino desde una perspectiva de la reparación y la construcción hacia el futuro.

¿Qué es lo que deja esta guerra de más de 60 años en Colombia?

Esto nos deja un balance terrible, porque no solamente es lo que nosotros como colombianos hemos sufridos y estamos sufriendo, sino los efectos de que esta guerra está teniendo en América Latina. El desarrollo de esta guerra nos muestra, en el caso concreto que se presentó en la frontera con Venezuela, que nosotros nos hemos convertido en un factor de riesgo para la estabilidad de América Latina. Yo he dicho que la paz de Colombia es la paz de nuestra región, y eso hay que asumirlo no solamente como discurso, como consigna, sino como una tarea efectiva en la que hay que concientizar a todas nuestras poblaciones y a los pueblos del mundo, porque estamos viendo un momento en el que se comparten procesos de búsqueda de caminos y esto es algo en lo que Colombia debe hacer un aporte estratégico a nivel mundial, ¿qué aportamos nosotros a la construcción de la paz mundial?