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Proceso de paz
Ratifican Gobierno y FARC-EP voluntad de paz pese a desacuerdos
“Se está trazando un itinerario que contempla propósitos, requisitos y tiempos dentro del término del año 2016, para la finalización de la guerra”, señala la guerrilla comunista.
Prensa Latina / Jueves 24 de marzo de 2016
 

El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) ratificaron hoy aquí su voluntad de conseguir un acuerdo de paz, pese a la subsistencia de diferencias que impidieron su logro en la fecha programada.

En el Palacio de las Convenciones de La Habana, sede de los diálogos de paz desde su inicio hace tres años y medio, las delegaciones de ambas partes compartieron su visión sobre el proceso y los factores que atentaron contra la llegada a un arreglo final este 23 de marzo, día acordado por el presidente Juan Manuel Santos y el líder de la fuerza insurgente seis meses atrás.

Asimismo, adelantaron criterios y posturas con respecto a venideras rondas de conversaciones.

El jefe de la delegación gubernamental, Humberto de la Calle, afirmó que en este momento en los diálogos existen diferencias importantes con la contraparte sobre “temas de fondo” y cuestiones “extremadamente sensibles”, lo que impide un convenio funcional para los dos bandos.

No vamos a llegar a acuerdos de cualquier manera, sostuvo, al tiempo que definió que un buen acuerdo para Bogotá es aquel que permita finalizar el conflicto en condiciones de seguridad para todos, mayormente para los habitantes del campo colombiano y para los efectivos de las FARC-EP, que necesitan plenas garantías de seguridad.

El exvicepresidente colombiano agregó que dicho acuerdo debe ser fiel a lo prometido por Santos, en el sentido de que debe romper para siempre el vínculo entre política y armas.

Con respecto a esto, de la Calle precisó que la dejación de las armas es condición indispensable desde la perspectiva gubernamental para hacer cumplir lo convenido en materia de justicia transicional, y para facilitar la reincorporación a la vida civil de los ahora guerrilleros y su futura participación política.

De igual forma, puntualizó que el resultado definitivo de las conversaciones, para que tribute a la ansiada paz, debe implicar un cese del fuego y hostilidades verificable, así como satisfacer los derechos de las víctimas del conflicto, bajo garantías de no repetición.

Minutos después de las declaraciones del gobierno, el jefe de la delegación de las FARC-EP, Iván Márquez, expresó que la organización honra sus compromisos de alcanzar pronto un Acuerdo Final para la terminación del conflicto y el logro de una paz estable y duradera.

A tono con ello, dijo, hemos empeñado todos los esfuerzos por llegar a entendimientos con el Gobierno Nacional y en consecuencia se discute en la Mesa de Diálogos una propuesta de hoja de ruta, que sintetiza los más importantes puntos de vista de ambas partes y señala compromisos para resolver asuntos pendientes.

En opinión de las FARC-EP, el no firmarse el acuerdo definitivo en la jornada respondió a exigencias lógicas de una prolongada y compleja guerra como la padecida por Colombia durante medio siglo y como consecuencia de la cual murieron unas 300 mil personas.

No obstante, detalló Márquez, la mencionada hoja de ruta, que espera sea aprobada en el próximo ciclo de conversaciones, contempla un itinerario con objetivos, requisitos y tiempos específicos para hacer de 2016 el año de la paz.

A continuación, reproducimos el comunicado de la Delegación de Paz de la insurgencia:

Nuestra esperanza en la paz se acrecienta

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, marzo 23 de 2016

Las FARC-EP honrando sus compromisos de alcanzar prontamente un Acuerdo Final para la terminación del conflicto y el logro de una paz estable y duradera, ha empeñado todos los esfuerzos por llegar a entendimientos con el Gobierno Nacional que permitan dar pasos significativos y determinantes en este camino. En consecuencia, luego del desarrollo de diversas iniciativas está hoy en discusión en la Mesa de Diálogos una propuesta de Hoja de Ruta, que a nuestro modo de ver sintetiza los más importantes puntos de vista del gobierno y de las FARC-EP y señala compromisos claros y definitivos para resolver asuntos pendientes, estableciendo momentos concretos para su ocurrencia. Al respecto, se está trazando un itinerario que contempla propósitos, requisitos y tiempos dentro del término del año 2016, para la finalización de la guerra, como muestra fehaciente de la voluntad y la determinación de las partes de alcanzar prontamente la anhelada la paz.

Aunque el deseo expresado en la histórica jornada del 23 de septiembre de 2015 en cuanto alcanzar el propósito de la firma del Acuerdo Final el día de hoy, no fue posible, porque las exigencias lógicas de una prolongada y compleja guerra como la que ha padecido Colombia así lo determinaron, nuestro compromiso de apresurar el cese de la confrontación armada, nos ha llevado a participar decididamente en la construcción de la Hoja de Ruta en mención, que aspiramos sea acordada en el próximo ciclo de conversaciones; pensando además, que estamos delineando el camino más propicio para avanzar en la concreción de asuntos cruciales como la amnistía, el cese bilateral del fuego y de hostilidades, el proceso de dejación de armas, la ejecución de acciones que garanticen, con la máxima participación popular, la seguridad jurídica, y la implementación efectiva de todos los compromisos; es decir, actuamos en la idea de llegar a la construcción de un buen acuerdo, para hacer del 2016, el año de la paz, el año del fin de la guerra en Colombia.

Esta voluntad inquebrantable de reconciliación de las FARC-EP, que ha contribuido conjuntamente con el trabajo de la contraparte en los significativos avances de la Mesa de Diálogos, ha generado el mayor respaldo internacional. Queremos destacar la decisión del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas de fecha 23 de enero del 2016, de vincularse al proceso de paz colombiano mediante el establecimiento de una Misión Política que participará activamente en el proceso, y por otro lado expresamos nuestro reconocimiento a la disposición que el Secretario de Estado de los Estados Unidos mostró para escuchar con respeto a una organización revolucionaria que por más de medio siglo ha estado alzada en armas contra la imposición de la injusticia y la desigualdad. Sus reacciones razonables expresaron el ánimo de contribuir a buscar la paz y la normalización de la vida colombiana.

Aportar a la causa de la paz para Colombia y a la normalización de las relaciones con Cuba, creemos son pasos significativos en la senda de hacer de América Latina y el Caribe una Zona de Paz. Habernos integrado en el diálogo político y haberlo hecho también a través del deporte más popular de la mayor de las Antillas, además de darnos regocijo, muestra que sin duda, la confianza en la paz toma nuevos bríos, durante esta histórica semana en La Habana.

De manera muy especial queremos nuestra gratitud por el papel que en pro de la paz de Colombia han jugado los países garantes, Cuba y Noruega, y los países acompañantes, Venezuela y Chile; así mismo, en esta fecha resaltamos el respaldo que el proceso de paz ha recibido del gobierno de los EE.UU., mostrando interés por la reconciliación de Colombia.

Nuestro compromiso y esperanza en la paz se acrecientan.

Delegación de Paz de las FARC-EP