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Venezuela
En el campo donde dejas tu vida ¡tu presente y tu futuro está!
Brigada Internacionalista Che Guevara / Viernes 8 de abril de 2016
 

El siguiente texto recupera fragmentos de la entrevista que la Brigada Internacionalista “Che Guevara”* mantuvo con mujeres referentes de la Comuna rural “Corazón de Mi Patria”, ubicada en San Francisco (Estado Zulia, Venezuela). Con ellas dialogamos en el marco de una visita al territorio productivo de la Comuna, que consta de 4 hectáreas otorgadas durante el gobierno de Chávez. En ese lugar se intentó desarrollar hace algunos años un emprendimiento laboral basado en la producción de carbón activado y quitosano, mediante la articulación del INZIT (Instituto Zuliano de Investigaciones Tecnológicas), el Colectivo Cimarrón y la Comuna. Aunque dicho proyecto no prosperó (por obstáculos burocráticos e institucionales) la experiencia se constituyó en un parangón para convocar a diversos Consejos Comunales en pos de la organización de la Comuna, priorizando la confianza en procesos de gestión autónomos, que fortalezcan cada vez más a las bases y dependan cada vez menos de las esferas institucionales y estatales.

En la parroquia Marcial Hernández es notable el predominio de comunidades campesinas e indígenas, que en un periodo de 10 años se organizaron en Consejos Comunales de la mano del Colectivo Cimarrón, un grupo de estudiantes y profesionales que decidieron salir del claustro universitario para construir poder territorial y autogobierno. Sin dejar de visualizar las conquistas y las garantías de derechos que propició la Revolución Bolivariana en aquella zona rural (históricamente olvidada por las elites gobernantes) las compañeras formulan las críticas y las autocríticas necesarias con el objetivo de que se radicalicen los cambios con horizonte en la Patria Socialista.

En relación a la articulación entre las distintas Misiones que comenzaron a trabajar en esta localidad, ¿creen que funcionó bien?

No, pero no porque no se pueda o no sean buenas. Es por dos motivos, la falta de conciencia y el hecho que las Misiones cayeron en manos de personas que no conocen el objetivo de los programas. Por otra parte no existe dialogo entre los encargados de las diferentes Misiones y eso provoca que no articulen, no engranen unas con otras. Entonces sucede que hay competencias en lugar de unión y fortalecimiento entre Misiones. Por ejemplo cuando comenzó la Misión AgroVenezuela, uno de sus problemas fundamentales consistió, una vez que ya estaba el producto, en la imposibilidad de ubicarlo, no había quien comprara ni cadena de distribución planificada. Todo esto debería haberse llevado a cabo antes de comenzar la producción. A pesar que el gobierno implementó créditos en este marco, el programa se saturó, porque hubo muchos beneficiarios pero no una cadena que permitiera ubicar y ofrecer los productos, venta que garantizaría el pago de las deudas y la posibilidad de seguir invirtiendo en la producción, por parte de los agricultores. Este fracaso mermó la actividad, y muchos agricultores dejaron de producir porque veían que no obtenían ganancias, que no crecían en su rubro, en su forma de vivir y sustentarse. La imposibilidad de garantizar la educación a los hijos, de satisfacer las necesidades de la familia, contribuyó a que muchos campesinos se negaran a mantener su actividad y migraran a las ciudades en busca de mejores opciones, de mejores ingresos. Sucede entonces que los hijos de estos migrantes no desean ser productores, quieren ser doctores, abogados y no quieren saber del campo, de la tierra ¿Por qué?, porque los denigran mucho por ser del campo. Pero si las universidades desde un principio hubieran enseñado eso, ¡que bueno hubiese sido! Pero en cambio, ahora están preocupados por la cuestión de la producción interna y la valorización del trabajo del campesino. Qué bueno hubiese sido que enseñen desde un principio lo maravilloso que es ser campesino, que recalquen que esa tarea no se debe dejar, que hay que sentirse orgulloso de ser del campo. Pero ocurrió lo contrario y eso provoco que la gente dejara de producir. Aunque ahora, dada la coyuntura, hay muchos que están volviendo a retomar esas practicas, recordando que tienen parcelitas por aquí y por allá, que las pueden volver productivas porque el sueldo ya no alcanza y en lugar de comprar plátano, yuca, topocho, se puede activar la tierra propia, como se hacia antes, la propia producción para abastecer a la familia. Volviendo a la cuestión de las articulaciones entre Misiones, teniendo en cuenta el fracaso de la Misión AgroVenezuela, lo mismo ocurrió con la Misión Alimentación, dirigida a los sectores mas empobrecidos. Los productores que teníamos que hacer enlaces no disponíamos de cadenas de distribución, lo que se debió de haber hecho antes de comenzar con la producción.

La desvalorización la vivimos como Consejo Comunal Rural, porque cuando se iba hacer la Comuna Rural, muchos consejos comunales ponían en cuestión nuestros aportes, sosteniendo que éramos una Comuna que no iba a progresar y ahora todo el mundo ve lo que se está haciendo.

Ahorita el campesino esta deseando, esta anhelando lo que dejó atrás.

Algo de esto nos comentaba Eduardo Colmenares - Coordinador Nacional del Consejo Nacional de Trabajadores y Trabajadoras Agroalimentarios de la Patria (CONTTAP)- haciendo referencia al artículo 8686 promulgado por Chávez en el 2011, con el objetivo de brindar un marco a la Misión AgroVenezuela. A través de esta herramienta, el Presidente delega responsables a lo largo del territorio nacional, sin embargo en el momento de la implementación local, los alcaldes (en sintonía con intereses empresarios) aplicaron el decreto bajo la lógica de las municipalidades y no de los Consejos Comunales como sujetos protagonistas.

AgroVenezuela falló porque la Misión comenzó mal. Cuando uno va a comenzar algo tiene que ver cuáles son las debilidades que tiene, para poder fortalecerlas. Se les otorgaron créditos a muchos campesinos que no tenían pozos de agua en sus parcelas. Entonces tenían agua pero en momentos de escasez, ¿cómo iban a mantener sus cultivos? Es obvio que no iba a ser factible, esa fue una de las fallas. El gobierno aportó bastante a la rama avícola, porque es la que más se maneja aquí. Cuando el presidente financió la producción avícola, no se percató de que nosotros no producimos alimentos, quienes los producen son los empresarios. Pero no solo eso, porque las grandes empresas producen también el cartón, el alimento, los medicamentos para las aves y además de eso ellos también tienen su propia producción avícola. Ellos dejaron de producir argumentando que no tenían materia prima, pero elaboraban alimento solamente para sus gallinas y los huevos que había en el comercio eran los de ellos, porque los que habían financiado el gobierno se empezaron a ir a pique porque los pequeños productores no tenían alimento para mantener a sus gallinas. Los empresarios eliminaron así la competencia: elevaron los precios del alimento, encarecieron los costos de la materia prima y bajaron el precio del huevo. Cuando mermó la producción de huevos de los campesinos, los empresarios elevaron finalmente el precio de los suyos. Entonces muchos productores se deshicieron de su producción, vendieron sus gallinas, sus galpones y nuevamente se quedaron sin nada. Lo que debería haber ocurrido para evitar esta situación, es abordar de manera integral la producción avícola, esto es: considerando no sólo a los animales sino también la producción del alimento (alternativo o industrial), de los medicamentos, proyectando plantas que se encarguen de todo ello. Con respecto al alimento alternativo debe valorarse en relación a los conocimientos populares que posee el campesinado, porque este tipo de alimento es tan (o mas) efectivo que el concentrado, el industrial. Es solo cuestión de acostumbrar al ave desde temprana edad a consumir este tipo de sustento, a base de “moringa” y otros recursos que conoce el campesino. Esto es algo que el gobierno no consideró, pero sí lo pensamos nosotros, aunque no tuvimos la oportunidad o el privilegio de transmitirle al presidente nuestros conocimientos. Nuestra palabra se quedaba aquí, a quien se lo informábamos no lo elevaba. Si hubiese sido de otra manera, no estuviese pasando esto. En mi caso en particular, con la cría de gallinas, ocurrió que los ingenieros querían obligarme a prender la luz en la noche para que las aves comieran y así aumentar el rendimiento. Pero me negué a realizar esa práctica, yo dejé que se despertaran con el sol y se acostaran cuando el sol se fuera. Sin embargo lo intente algunas veces y note rápidamente que las gallinas se estresaban, sumado al hecho de que las tenía encerrada en jaulas. Entonces cada vez que me encontraba con el técnico, con el veterinario y me preguntaban cuanto les daba de luz, sugiriéndome que debía aumentar esos periodos, yo les mentía. Ellas tenían una producción del 90%, sin necesidad de adaptarlas a periodos de luz intermitentes durante la noche, pero los ingenieros no lo creyeron y confiaron mas en los datos que figuraban en sus libros. Yo en cambio opte por los saberes de nuestros ancestros, de nuestros abuelos, que no manejaban la producción de esa manera. La producción intensiva, industrial da como resultado que los animales solo puedan producir durante año y medio, en cambio mi experiencia me demostró que las gallinas pueden durar 3 años poniendo huevos, aun teniéndolas encerradas y no en el suelo. Este sistema, aunque no me gustaba, me resultaba útil por mi condición de mujer, ya que se me hacía más fácil. Nomás llegaba, las despachaba, ellas tenían su agua para tomar, yo solo tenia que mantener el tanque lleno. Para mi era mas practico aunque me dolía mucho por ellas. Son fallas que fuimos teniendo y que el gobierno tuvo. Entonces ahora se rehúsa a otorgar créditos que impulsen la actividad. Pero deben hacer la autocrítica. Por otra parte creo q el presidente no imagino que iban a registrarse tantos productores, porque el programa incentivaba el patio productivo, esto es: si yo tenía un pedacito de patio en mi casa, esto me permitía resultar beneficiario de la Misión y producir en esa pequeña parcela, tanto para ayudar a mi familia como para ayudar al vecino, que necesitara una cebolla, un pimentón, un ají; vegetales que se pueden sembrar en pequeños espacios. El fundamento del gobierno en torno a incentivar la producción no fue desacertado, el presidente previó el acaparamiento y el desabastecimiento como consecuencia de las dinámicas de una republica dependiente de la renta petrolera. Por eso promulgo la autonomía y la independencia. Queda organizarnos entonces para hacer el encadenamiento y poder garantizar la distribución de los productos y su venta a un precio justo, que beneficie tanto al vendedor como al comprador. Lo importante es ponernos de acuerdo y tener en cuenta que es lo que cada sector necesita, entendiendo que el campesino para poder estar en el campo, debe sentirse bien.

¿La comuna pertenece a alguna organización nacional de agricultores, contexto en el que puedan potenciar sus redes de distribución y trueques?

No, ahorita no. Lo que pensamos es fortalecer el territorio para que no nos falte nada, para después salir a fortalecer otros territorios en esa misma lógica. Si toca activar el sistema de trueques -que esta previsto en la Ley de Comunas- empezaríamos a organizarnos en relación al numero de comunas productoras involucradas, a las formas en que concebiríamos ese sistema, todo eso en función de la construcción de la Ciudad Comunal, una vez que tengamos la capacidad de auto-sustentarnos y lograr la autonomía, en miras a solidarizarnos, ayudar y fortalecer otras comunas que no tengan esa capacidad. Fíjate como se esta revalorizando el trabajo, sin ir más lejos, ese “topocho” que ves encima de la mesa, era como el “patito feo”, pocos lo consumían y nadie lo producía. Ahorita ese topocho vale mucho dinero y no cuesta nada cultivarlo, porque como es nuestro, es criollo, crece mejor que el plátano, porque lo atacan menos plagas y necesita menos dedicación.

El Colectivo Cimarrón fortaleció el diálogo entre los Consejos Comunales ¿Cómo se desarrollo ese proceso?

Aquí cuando se comenzó ellos fueron una fortaleza para nosotros porque entraron al territorio mediante herramientas de talleres.

Talleres de ideología política. Cuando los Cimarrones llegaron aquí, solo éramos 3 Consejos Comunales, nada más.

¿Y ahora son cuantos?

¡Son 25!, ellos aportaron mucho a la construcción de la Comuna, desde el fortalecimiento de los Consejos, en todos los aspectos, desde la parte burocrática, legal. Porque nosotros ya estábamos funcionando como Comuna cuando el presidente lanzó el registro de las Comunas y en ese momento, empezaron los conflictos.

Ellos fueron quienes les enseñaron a los Consejos Comunales qué era la Comuna y para qué servia, se constituyeron en el enlace entre nuestra experiencia territorial y el gobierno. Apoyaron, mientras que había gente que no quería la Comuna, esa decisión política multiplicó su experiencia y la expandió a otras comunidades.

Sin embargo, siguen existiendo conflictos de poder, producto de “yoismos”, de protagonismos. Y con eso estamos lidiando, porque no te voy a decir que en la Comuna todos están abocados a solucionar los problemas. Hay algunos que solamente quieren que se solucionen sus problemas, mas no les interesa aportar a la unión. En cambio están incentivando la división del territorio porque saben que si lo hacen, obtienen poder, creyendo que los recursos van a bajar a ellos y los van a manejar según sus intereses personales.

Gracias a los militantes del Colectivo Cimarrón entraron las instituciones: el Ministerio de la Mujer, el de Alimentación, el de Trabajo, porque por aquí, en estas comunidades no se veían aportes institucionales y la gente se burlaba del trabajo de los Cimarrones y fue una lucha tremenda para que los tomaran en serio en el territorio. Yirley (referente de los Cimarrones) es la promotora principal de todo esto, ella fue muy guerrera, aquí nos pusimos bravas las comuneras cuando se la llevaron a Caracas. Las que no sabíamos de política aprendimos un poquito aquí, formando parte de este proceso de autoorganización y el Colectivo ayudó mucho en este sentido.
Disponemos de la Misión “Madres de Barrio”, de la que antes no gozábamos al igual que otras muchas Misiones que aquí no llegaban. Yirley nos invitó a un Congreso de Mujeres en Caracas y pudimos elevarle nuestras peticiones a la Ministra. Entonces salieron seis Consejos Comunales.

Si, yo fui una de las promotoras, me encargué del censo y no fui beneficiaria, pero no importa porque se registraron a compañeras de otros Consejos Comunales que lo necesitaban. Incluso salieron Consejos de Mujeres, cuando las que fueron censadas no creían que la posibilidad fuera real, pensaban que eran mentiras, ni siquiera nos acompañaban a gestionar el programa y mas tarde fueron las primeras beneficiadas por la Misión Madres de Barrio, aunque si es cierto que antes se tornaba difícil poder acceder.

Hay muchos Consejos Comunales que se sumaron, que en verdad tienen esa visión esas ganas de trabajar en conjunto. Hay otros que no, pero todos estamos. Lo que pasa es que necesitamos continuar ese proceso de formación, de ideología, mediante talleres, aunque ahorita es preciso dedicarle a la producción, al abastecimiento interno, pero sin descuidar los procesos de concientización. Pero en verdad ahorita la prioridad es producir, porque nuestro pueblo está padeciendo y muchos están molestos, pero no entienden que la culpa es de nosotros mismos, que no somos autosustentables, que todavía dependemos de las importaciones. Tiene que llegar el momento de independizarnos, momento en el que el gobierno no nos tenga que dar mas nada. Existe una Comuna con estas características, creo que esta en Barinas, se trata de una Comuna agrícola productiva que no le tiene que dar nada al gobierno nacional y no aceptan nada del gobierno y aunque apoyan el legado de Chávez, entienden que el gobierno ni las instituciones les van a decir que es lo que deben o pueden hacer. Ellos producen sus alimentos, para abastecer a sus familias y cubrir necesidades como vivienda, redes de servicios públicos, etc. A ese grado de desarrollo queremos llegar nosotros. Que nuestra Comuna sea tan autosustentable que no dependa de nadie, ni siquiera del gobierno, que venga el gobierno que venga, sigamos siendo Comuna, sigamos siendo socialistas, sigamos siendo revolucionarios. Es lo que no se nos puede olvidar, ser socialistas, ser revolucionarios, defender nuestros ideales venga el gobierno que venga.

* La Brigada “Che Guevara” es un proyecto de internacionalismo militante y solidaridad activa con Venezuela, impulsado por la Confluencia (Movimiento Popular La Dignidad-Movimiento Tupaj Katari-OPSA) y el Encuentro de Organizaciones.