Asociación Campesina del Catatumbo
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Palabras desde el Catatumbo para Santos y El Bronx
Carta abierta al presidente Santos, Gobernador William Villamizar Laguado y a los Garantes de la MIA Catatumbo.
 

Presidente Santos, hemos visto con tristeza cómo las denuncias que hemos hecho desde hace varios meses se han confirmado: su gobierno no sabe qué es, ni cómo se construye la paz territorial en el Catatumbo. Los incumplimientos y las dilaciones injustificadas en la Mesa de Interlocución y Acuerdo del Catatumbo (MIA-C) fueron para nosotros el más claro indicio de que el gobierno no ha querido o no ha podido poner a marchar la democracia y la paz en las regiones; de esas promesas que se hicieron en las movilizaciones de 2013 usted sólo ha guardado uno de sus compromisos, no continuar con la erradicación violenta de los cultivos de coca.

Sin embargo, aparentemente en los últimos meses la decisión de su gobierno ha sido romper con los modestos avances de la MIA-C, negándose a firmar nuevos acuerdos, incumpliendo los acuerdos de confianza signados. Y, al parecer, ya se ha puesto en marcha nuevamente una estrategia violenta contra los campesinos y campesinas cultivadores de coca en el país.

Presidente Santos: ¿Qué pasó con sus anuncios de hacer del Catatumbo “un modelo de convivencia y de paz”? [1] ¿Por qué ahora nos compara con el Bronx? ¿Es esa comparación el anuncio impúdico de una nueva intervención militar a gran escala contra el campesinado catatumbero?

Presidente, la desidia de los gobiernos de turno ante los problemas del Catatumbo, en realidad, no es nueva. Sin embargo, nunca antes nos habíamos encontrado ante una situación de similar a la actual: por un lado estamos cada vez más cerca de la tan anhelada firma de los acuerdos de paz en La Habana; pero por otro lado, las amenazas contra el territorio son cada vez más contundentes. El flagelo de la desaparición forzosa, que creíamos que se había desvanecido con la desmovilización formal del paramilitarismo, ha vuelto a resurgir. Las amenazas contra los defensores de derechos humanos son cada vez más frecuentes. El cambio climático golpea la economía campesina y nada de esto parece importarle a su gobierno.

En el mismo sentido, el gobierno departamental ha mostrado que poco le preocupan las obligaciones adquiridas por el estado colombiano en materia de derechos humanos. En una imprudente declaración a los medios de comunicación, el gobernador Villamizar aseguró que “no se van a autorizar desplazamientos” [2] del campesinado que se moviliza legítimamente en defensa de sus derechos; al parecer el gobernador no conoce de la existencia del pacto de San José y mucho menos habrán leído, él o sus asesores, lo contenido en los artículos 15 [3], 16 [4] y 22 [5] de dicho convenio.

Por lo tanto, como puede ver señor presidente, esta situación es crítica, el paramilitarismo ataca líderes sociales, la economía campesina está en crisis, el gobierno departamental desconoce garantías mínimas exigidas a Estados democráticos y usted nos tilda en los medios como el “Bronx” de la nación. Pero en algo le asiste la razón, la situación de abandono en la que están sumidos diversos territorios, rurales y urbanos, la impunidad y la miseria que persisten en Colombia son el fruto del contubernio entre las mafias, la fuerza pública, los políticos corruptos y empresarios deshonestos. Esto es así, tanto en el Bronx como en el Catatumbo.

Ahora bien, lo que nos motiva a escribirle esta carta es que esperamos que en el Catatumbo no se sigan tomando las mismas medidas violentas que han demostrado ser totalmente improcedentes, pero que se siguen tomando como en el caso del Bronx. El despliegue de fuerza de miles de mujeres y hombres de la fuerza pública que llegaron a desmantelar uno de los mayores expendios de droga de Latinoamérica y del mundo fue muy agresivo con los consumidores de drogas que allí habitaban pero muy laxo con las mafias que se lucran con aquella miseria; o, ¿cómo se explica que sólo se haya capturado a una persona y que sólo se hayan incautado 10 millones de pesos en efectivo y unas cuantas monedas?

Señor Presidente, el condado y distrito newyorquino del Bronx es un barrio de latinos y negros, muchos de ellos colombianos, un barrio de pobres violentados y estigmatizados por su origen de clase. El Bronx bogotano, ubicado a pocas cuadras de su despacho, resume la miseria, la exclusión y la indiferencia de todo un de un país. Son miles de personas hambrientas, harapientas y enfermas en las drogas que solo tienen el derecho a la calle. La gente del Bronx de aquí y de allá son nuestra gente, su gente y familia es familia. Respete a la gente de los Bronxs y al campesinado del Catatumbo.

Presidente Santos, mantener la vía violenta contra los campesinos del Catatumbo no es una forma de superar el problema de la drogas ilícitas y de aportar en la construcción de la paz. De qué ha servido fumigar, erradicar y usar la violencia una y otra vez contra los inermes, de qué va a servir extraditar a los campesinos, cómo lo pretende ahora Obama. ¿Por qué más bien no empezar a implementar el acuerdo en materia de sustitución de los cultivos de coca alcanzado en La Habana? Insistir en la guerra contra el eslabón más débil de la cadena de las drogas es reconciliarse con las mafias, dejar intactas sus ganancias y su poderío militar. Presidente Santos alíese con la gente, con quienes votamos por la paz y juntos construyamos la paz que tanto se ha prometido.

San José de Cúcuta, 1 de junio de 2016.

[3Derecho reunión.

[4Derecho asociación.

[5Derecho libre circulación.