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Administración de Nariño pretende desunir movimientos sociales
Continúa el Paro Agrario, Étnico y Popular
Mesa Agraria, Étnica y Popular Nariño / Domingo 5 de junio de 2016
 

El pasado 3 de junio en Tangua, uno de los tres puntos de bloqueo existentes en Nariño, en el marco del Paro Nacional Agrario Étnico y Popular, se reunió la Mesa de diálogo del departamento de Nariño con una comisión de la gobernación de este departamento integrada por el secretario de agricultura Marco Marines, el subsecretario de agricultura Ramiro Estacio, el secretario de medio ambiente Martín Tengana, el subdirector de conocimiento y evaluación ambiental de Corponariño Iván Muñoz, el subsecretario de derechos humanos Carlos Andrés Bravo, entre otros funcionarios de dicha administración. El objetivo de la reunión, iniciada el 2 de junio, era discutir el pliego departamental que incluye las demandas de las organizaciones indígenas, afrocolombianas y campesinas de Nariño con la gobernación. Demandas que se suman a las incluidas dentro del pliego nacional de la Cumbre Agraria, Étnica y Popular.

Si bien se venía avanzando en el establecimiento de acuerdos entre las partes, particularmente en torno a los dos primeros puntos de la agenda (tierras, territorios colectivos y ordenamiento territorial, y el minero-energético y de agua), en la tarde del 3 de junio las conversaciones se vieron infelizmente suspendidas. Tal suspensión se debió a que la comisión de la Gobernación colocó como condición para la continuación de los diálogos con la Mesa Agraria y para evitar el uso de fuerza pública contra la población movilizada; que se debían levantar de manera definitiva los bloqueos una vez establecidos acuerdos en el nivel departamental.

Como fue anunciado desde un principio a la Gobernación de Nariño por parte de la Mesa Agraria, las movilizaciones actuales del sector agrario del departamento no responden únicamente al interés de negociar los cinco puntos incluidos en el pliego departamental. Es igualmente importante llegar a acuerdos sobre el pliego nacional construido por las diferentes organizaciones que hacen parte de la Cumbre Agraria, Étnica y Popular. La mesa departamental responde a los intereses y necesidades particulares del sector agrario de Nariño, pero también a los intereses y necesidades que se comparten con todo el sector agrario popular del país, de modo que la movilización tiene un carácter tanto regional como nacional.

La condición impuesta por la Gobernación de Nariño para mantener las negociaciones, es una forma de presionar a las organizaciones a elegir entre dos pliegos igualmente importantes e irrenunciables, y a romper con los pactos establecidos entre las diferentes organizaciones movilizadas. Es una estrategia que ya había sido puesta en juego en el Paro Agrario de 2013. Pasa por la fragmentación de la organización social sembrando la desconfianza, ataca también el principio de solidaridad sobre el cual se trabaja a través de negociaciones parciales que benefician a sectores particulares, que ponen en riesgo la capacidad de negociar la agenda común nacional, que es la que en últimas traerá trasformaciones reales para todos los sectores populares del agro colombiano.

No se le puede seguir el juego a la administración nacional y departamental. Es inaceptable la estrategia de negar el derecho a la protesta de los sectores movilizados, sometiéndoles a riesgos reales de violación de los derechos humanos por parte de la fuerza pública, por no estar dispuestos a sometemos a las condiciones de negociación impuestas por las administraciones. Por ello se convoca a la comunidad en general a apoyar decididamente las acciones de protesta del sector agrario popular del departamento y a expresar su indignación ante la estrategia del Gobierno Nacional de desunir a los sectores movilizados y de poner por encima los intereses económicos del gran capital a la vida de hombres y mujeres campesinos, indígenas y afrocolombianos.