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Opinión
Un fantasma recorre la facultad de ciencias humanas
Miguel Ángel, es inocente, Miguel Ángel sigue en la academia desde la cárcel, Miguel Ángel será restituido a su Alma Máter, la obra de Miguel Ángel no puede ser vilipendiada
Uldarico Flórez Peña / Domingo 12 de junio de 2016
 

En el mes de mayo de 2016, la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, en el marco de la conmemoración de los 50 años, le otorgó al profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas un reconocimiento por su destacada labor como egresado y por este justo reconocimiento el señor Duncan y varios profesores de la UN, han pegado el grito en el cielo manifestando que se le está haciendo un ¡homenaje a las armas desde la propia universidad nacional!

Pues bien, el propio Miguel Ángel, en su reciente libro Las FARC-EP (1950-2015) luchas de ira y esperanza, hace un duro cuestionamiento a estos personajes que nunca han entendido las razones del conflicto armado colombiano,-discursos hegemónicos en la academia- página 39. Al propio Camilo Torres, cofundador de esa Facultad de Sociología no le perdonan su papel histórico en la lucha armada.

Decía precisamente Antonio Gramsci, que “todos los hombres son intelectuales; pero no todos cumplen la función de intelectuales en la sociedad”. Pero uno no entiende como algunos intelectuales, que a través de su vida simpatizaron con el proyecto revolucionario que enarbolaban, hoy se rasgan las vestiduras por este merecido reconocimiento al profesor Miguel Ángel, que precisamente también desde las mazmorras del régimen resiste, no solo el embate del enemigo, sino de sus colegas que nunca hicieron un gesto de solidaridad frente al procurador inquisidor e ilegítimo que lo destituyó e inhabilitó en un proceso eminentemente político.

Tampoco dijeron nada frente a un proceso penal que aun no ha terminado y donde no solo se violó la soberanía de un país amigo -Operación Fénix- sino que quiso empapelar a los verdaderos intelectuales que apoyan el proceso de paz, defensores de derechos humanos, periodistas entre otros.

Qué papel pueden jugar estos profesores y el señor Duncan, frente a los verdaderos intelectuales que desde el pensamiento crítico construyen una verdadera academia y su papel en la sociedad. El problema no es nuevo, por el contrario, se ha planteado en voz alta y de hecho, en el seno de la UN se vive toda una tendencia de profesores e intelectuales cooptados por el establecimiento que se limitan a trasmitir el pensamiento oficial, en una verdadera desgarradura.

En concreto ese Duncan y compañía, nunca van a entender el papel de los intelectuales en la sociedad, jamás comprenderán el papel tan importante de un Maiakovski, Bloc, Yesenin, Babel, Gorki, Gramsci, Julius Fucik, tantos más que realmente cumplieron su papel en la sociedad.

Nunca entenderán las relaciones entre autonomía y libertad académica, que el señor Duncan relaciona peligrosamente con la lucha armada, y no con el pensamiento crítico y la rigurosidad con que el profesor Miguel Ángel ha realizado sus investigaciones, pues es muy cómodo desde la burocracia oficial realizar miradas teóricas; sin la rigurosidad de la investigación histórica, basada en juiciosos seguimientos de documentos, hechos, entrevistas desde el mismo campo de batalla y en las condiciones adversas del encierro, como lo ha hecho el profesor Miguel Ángel.

Duncan

Cómo se atreve el tal Duncan a decir que, consultando por internet la producción académica del profesor Miguel Ángel, es intrascendente. Al menos sea más cuidadoso e investigue otras fuentes más serias y mire la obra monumental que ha realizado Miguel Ángel en sus condiciones más difíciles. Es por eso que la Facultad de Ciencias Humanas le ha reconocido tan merecida distinción y no por estar escribiendo desde los escritorios burgueses de la intelectualidad vergonzante.

Tan burdas son las acusaciones de Duncan, como las de la Procuraduría y la misma Fiscalía que desconoce los orígenes del pensamiento crítico; sería bueno recomendarle que al menos lea a Renán Vega en Elogio al pensamiento crítico.

La tristemente célebre carta de los docentes de la UN, de entrada nos dice sobre los procesos de paz que esta no debe interpretarse como “… una postura en contra de los objetivos”. Qué vergüenza, acaso ese no ha sido el trabajo del profesor Miguel Ángel, desde sus años de pregrado, su capacidad, su lucha, su trayectoria han sido la de un catedrático comprometido con su posición por la paz, la justicia social; precisamente el legado histórico de la Facultad de Ciencias Humanas está en que sus egresados han contribuido a darle una mirada real, crítica, trasformadora para formar profesionales al servicio de la sociedad y no de elites que le ocultan la verdad al pueblo.

Pero rápidamente se salen por la tangente cuando manifiestan que no les corresponde tomar “partido” en relación con todo los procesos legales por los que ha pasado el profesor Beltrán. ¡Qué gesto tan bello de solidaridad de estos profesores! ¿Los asusta la solidaridad con el profesor Miguel Ángel? ¿Han ido a visitarlo a la Cárcel? Han enviado un mensaje de solidaridad? Nada absolutamente nada, lo dejaron a la deriva, pensaron que esa era la mejor solución, su destitución injusta, arbitraria e ilegal. ¿Piensan que va a morir en la cárcel? Se equivocan Duncan y Cía.

Miguel Ángel, es inocente, Miguel Ángel sigue en la academia desde la cárcel, Miguel Ángel será restituido a su Alma Máter, la obra de Miguel Ángel no puede ser vilipendiada. Otros verdaderos intelectuales y académicos en el mundo la valoran, tanto así que más de 5.000 se han pronunciado por su libertad, esa tarea les corresponde a los intelectuales del pensamiento crítico que luchan desde todas las trincheras para construir una nueva Colombia y no a intelectuales de medio pelo que no están dispuestos a jugarse la vida por construir una verdadera paz con justicia social en Colombia.