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Víctimas del Magdalena Medio apoyan proceso de paz
Asorvimm / Jueves 4 de agosto de 2016
 

La Asociación Regional de Víctimas de Crímenes de Estado en el Magdalena Medio (Asorvimm), es una organización que hace parte del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, y busca la verdad, la justicia, la reparación integral, así como la no repetición de los crímenes de lesa humanidad que se han presentado en un modelo estatal de “seguridad democrática” o terrorismo de Estado. Asorvim busca fortalecer la organización de las víctimas y dignificar sus nombres, recuperar la memoria y sobre todo rechazar la impunidad.

El comité municipal de Yondó de víctimas de la Asociación Nacional de Víctimas de la Violencia sociopolítica, ASORVIMM, saluda a todas las víctimas de la violencia y a la comunidad en general que ha sufrido el impacto del sonar de las balas, el desarraigo y destierro de los territorios, confirmando una vez más nuestro compromiso incondicional con la lucha por la reivindicación de los derechos integrales de las víctimas y los derechos humanos, promoviendo la organización y el fortalecimiento del tejido social; en el actual contexto en donde somos los llamados a jugar el papel protagónico en la construcción de apuestas de paz con justicia social, en medio de una realidad social.

Convocamos a todas las víctimas a que se organicen, y a las organizaciones de víctimas a que trabajemos en torno a la veeduría y reformulación de la política pública que se viene implementando en el país, tomando como referente los fallos y pronunciamientos que al respecto ha emitido la Corte Constitucional sobre el estado de cosas inconstitucionales. Recogiendo las necesidades de las víctimas del conflicto social y armado en Colombia, tomando los principios de verdad, justicia, reparación integral y garantías de no repetición.

Es necesario que las víctimas retomemos en este contexto las banderas de lucha y resistencia como aporte a la reivindicación de nuestros derechos, trasformando la impunidad en una cadena de convencimiento a nuestro pueblo que nos ignora y pisotea diciéndoles ¡la paz sí es posible, únete al si por la paz!

Afirmamos nuestro respaldo al proceso de paz adelantado entre la guerrilla de la FARC-EP y el Gobierno Nacional en La Habana-Cuba, el cual ha logrado la construcción de una solución política dialogada que aproxima la apertura de una mesa de con la guerrilla del ELN.

Convocamos al pueblo en general a ser los protagonistas empoderándose de los acuerdos de paz adelantados entre las FARC-EP y el Gobierno Nacional. A las víctimas en general y sus procesos organizativos a participar de manera activa, empuñando en nuestras manos los acuerdos alcanzados, los mecanismos e instrumentos que se derivan de lo acordado en el punto 5 de la reivindicación de los derechos integrales de las víctimas, y en especial las garantías de no repetición, así como el logro de la implementación, el monitoreo y la verificación del Sistema Integral de Justicia, Verdad y Reparación Integral y demás acuerdos en el marco de los diálogos de paz entre la partes.

Exigimos el desmonte real y efectivo del ESMAD, la transformación de la doctrina militar, que la policía Nacional vuelva a depender del Ministerio del Interior para que cese los abusos contra el pueblo indefenso. El desmonte del paramilitarismo como prueba de la construcción de escenarios participativos, democráticos e incluyentes, que tome como referente el reconocimiento de la voz de las víctimas, las distintas expresiones de oposición política en la reconstrucción de un nuevo país libre de violencia.

Mecanismos de recuperación de la memoria histórica individual y colectiva que permita a las víctimas del conflicto social y armado elaborar el duelo, para alivianar el dolor, y la impotencia que ha dejado la violencia. Para la convivencia sin rencores, y construir el futuro para nuestros hijos e hijas con paz y justicia social. Un pueblo sin memoria es un pueblo ignorante y violento.

Asorvimm y sus distintos comités de víctimas decimos sí al plebiscito como mecanismo de refrendación para el acuerdo de paz en Colombia. Ratificamos nuestro compromiso como víctimas del conflicto social y armado en el desarrollo de la campaña nacional sí a la paz, la paz es posible. Mantenemos nuestra fe y esperanza en la búsqueda de la paz duradera para nuestros hijos.

Hacemos un llamado al pueblo en general a que nos unamos y nos hagamos parte de este proceso, sin diferencias de raza, credo, o posición política, teniendo en cuenta que todos somos humanos, con derechos propios a la libre expresión en la construcción de una misma patria. El pueblo reprimido es la raíz de las luchas de clase, ejemplo de resistencia en la reivindicación de nuestros derechos violentados por las altas clases represoras, en la construcción de apuestas y sueños de una Colombia sin violencia, digna y soberana. Por eso decimos sí a la paz.