Fotos: Bibiana Ramírez - Agencia Prensa Rural

En el parque de Jardín, Antioquia, los transeúntes se preguntan qué está pasando. Miran a todos lados, algunos se detienen a leer frases que hay puestas en varias esquinas.

Una niña, aún con el uniforme de la escuela y una bomba en la mano, intenta leer: cultu...ra na...tu...ral, dice que apenas está aprendiendo a leer. Observa detenidamente una de las pancartas que han puesto los caminantes que van a dar una travesía a las montañas del suroeste de Antioquia. Yo le completo la frase: Por la conciencia ambiental y social para una vida en libertad.

Jardín se caracteriza por sus confitados colores y sus balcones llenos de flores.

En el Jardín rural todavía hay bosques nativos, de niebla, páramos, cuevas, chorros, cascadas, sin embargo los monocultivos como el café, el pino, el eucalipto; las hidroeléctricas; o la ganadería, amenazan con destruir el territorio expropiar a los indígenas Emberas que habitan la región. Allí está el resguardo Karmata Rúa, que significa la flor de la pringamosa.

La minería también está cerca, pues Marmato, municipio minero de Caldas, está a treinta metros lineales y ya algunas empresas mineras han hecho exploraciones.

Aún quedan bastantes especies animales y vegetales. Esta zona es un corredor del oso de anteojos, de venados, pumas, loros.

Un concejal de Jardín aclara que "desde lo público y lo privado estamos dispuestos a proteger el territorio. seamos suficientemente contundentes para hacer valer los artículos de la constitución, tenemos claro que nosotros podemos decidir en nuestros territorios. Queda entonces la desobediencia civil, la lucha jurídica la daremos pero también quedan este tipo de iniciativas".

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