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Comunidades cocaleras exigen respeto por parte del Gobierno Nacional
 

La Mesa Regional de Organizaciones Sociales -MEROS- ha venido evidenciando que quienes acompañan por parte del Gobierno Nacional la negociación de la Comisión de Sustitución de cultivos de Uso Ilícito, han hecho la socialización de apuestas de sustitución en municipios de la región, propuestas que contienen apartes de lo acordado en el marco de la negociación entre MEROS y el Gobierno Nacional, como es el caso de la atención a familias que cultiven coca, incentivos económicos, ejes estructurantes y tipos de acuerdos.

Como proceso organizativo se ha insistido en la concertación para resolver de manera estructural la problemática social, ambiental y económica asociadas a la presencia de cultivos de uso ilícito en la región; pero también con la claridad de que no se quieren repetir los errores heredados del Plan Colombia: no es el objetivo de las comunidades que aun padecen del abandono del Estado.

Por tal motivo MEROS se opone a la forma en la que están engañando a las comunidades con discursos que se han venido pregonando desde hace 20 años. Es necesario ratificar la necesidad de articular esfuerzos con los alcaldes y gobernadores de la región, pero garantizando que sean las comunidades quienes definan la implementación de un plan de sustitución en sus territorios.

Se rechaza que en los acuerdos que está promoviendo el Gobierno con algunos alcaldes se le pida a las comunidades que primero firmen los “acuerdos de voluntades” y luego se definan los montos con los cuales se atenderán apuestas como las del incentivo y los proyectos productivos para la generación de ingresos. Se rechaza también que estos acuerdos sean firmados por el Ejército Nacional pues no es deber de las FFMM figurar en los acuerdos de sustitución. El Estado colombiano, a través de sus instituciones civiles, es el que debe garantizar el bienestar y la justicia social de todas las comunidades.

Por lo anterior se insta al Gobierno Nacional a que reconozca la importancia del momento histórico que vive nuestro país, en el cual como sociedad le apostamos al tránsito hacia la paz, pero no en el discurso sino en la construcción de iniciativas concretas, mucho más tratándose de un tema de tal complejidad social como lo es el cultivo de coca.

Finalmente se invita a los alcaldes a despojarse de los protagonismos políticos, a que se sumen al proceso iniciado desde hace más de 22 meses y a que conjuntamente con el Gobierno Nacional y con MEROS se construya una propuesta que le apunte a la búsqueda de condiciones de vida digna para las comunidades.