Abuso laboral de Vargas Lleras
/ Viernes 23 de diciembre de 2016
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Un nuevo hecho de abuso laboral a subalternos ocurrió en la Costa Caribe. Esta vez sucedió en el municipio de Ciénaga de Oro (Córdoba), donde el protagonista fue el vicepresidente y actual precandidato, Germán Vargas Lleras, quien propinó un sombrillazo y un “coscorrón” a uno de sus escoltas.
El hecho ocurrió el pasado miércoles, sin embargo esta mañana se volvió viral en las redes, por cuenta de un video donde presenta lo ocurrido.
Según algunos medios el golpe se presentó porque el escolta lo pisó; hay otra versión que dice que apartó a una señora que estaba prendida al brazo del vicepresidente y a éste lo disgustó.
Más que una simple anécdota, como lo presentaron en algunos medios, es una clara violación de los derechos de los trabajadores. Según el periódico portafolio se puede llamar maltrato a “Todo acto de violencia contra la integridad física o moral, la libertad física o sexual y los bienes de quien se desempeñe como empleado o trabajador; toda expresión verbal injuriosa o ultrajante que lesione la integridad moral, los derechos a la intimidad o al buen nombre”.
En este caso, la sanción por si un superior golpea a un subalterno está estipulada en el art 62 párrafo B, numeral 2: “Todo acto de violencia, malos tratamientos o amenazas graves inferidas por el empleador contra el trabajador o los miembros de su familia, dentro o fuera del servicio, o inferidas dentro del servicio por los parientes, representantes o dependientes del empleador con el consentimiento o la tolerancia de éste” lo que podría conllevar a la terminación del contrato laboral, sea el que fuere y su debida indemnización. Asimismo, si el caso presenta lesiones personales se emprenderá una sanción penal.
De esta manera las sanciones solo serán reales si el escolta presenta las respectivas denuncias.
Lo que evidencia este bochornoso episodio de la vida colombiana, es una muestra de cómo algunos políticos de turno aún creen que vivimos en tiempos de servilismo y esclavitud donde el patrón es el que manda.
Se espera que el ministerio del trabajo se pronuncie frente a este hecho.