Ayer, 26 de marzo, hacia las 10:00 am dos integrantes de la Juventud Comunista Colombiana en la ciudad Bogotá, José Hernando Romero y Jhon Castillo, se encontraban recogiendo firmas para el proceso de revocatoria del mandato del alcalde Enrique Peñalosa en la plaza del 20 de julio localidad de San Cristóbal.

Minutos después, ambos ciudadanos fueron víctimas de un acto de agresión por parte de la fuerza pública, los jóvenes procedieron a grabar dicha situación, como lo permite la ley 1801 d 2016, artículo 21: "carácter público de las actividades de Policía. Todo procedimiento policivo podrá ser grabado mediante cualquier medio de las tecnologías de información y comunicación, por lo que le está prohibido a cualquier persona, salvo las restricciones expresas de ley, impedir que sean realizadas dichas grabaciones. La autoridad de Policía que impida la grabación de que trata este artículo sin la justificación legal correspondiente incurrirá en causal de mala conducta".

Garantizando la publicidad de la acción policial, y haciendo el ejercicio constitucional de sus derechos, José Romero y Jhon Castillo fueron física y verbalmente agredidos por miembros de la Policía Nacional. Los funcionarios públicos procedieron a llevárselos inicialmente al CAI de San Blas. Según la información de la comunidad, observaron que los funcionarios de la Policía Nacional, responsables de la anterior situación fueron el Subteniente de la Policía de San Cristóbal y los patrulleros identificados con número 224513 y 167711.

La comunidad informa que los jóvenes fueron fuertemente golpeados y que una vez subidos a la patrulla los dirigieron a la Estación Central de la Policía Nacional ubicada en San Cristóbal, donde siendo la 1:00 pm los detuvieron en un garaje, con la advertencia que se los van a llevar al Centro de Traslado por Protección – CTP- (antigua UPJ) en Puente Aranda, para posiblemente judicializar.

Hasta las 5:30pm le informaron a los abogados de los jóvenes que habían sido trasladados al CTP. Para sorpresa de los defensores de derechos humanos, este lugar se encontraba sin presencia de la Personería Distrital y sin funcionarios del distrito que garantizaran el debido proceso y las garantías dignas de detención.

Luego fueron liberados.