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¡Somos campesinos cultivadores de coca no delincuentes!
Miles de campesinos cocaleros de Colombia hemos manifestado nuestra voluntad de sustituir los cultivos de uso ilícito de manera voluntaria
 

La Coordinadora de Cultivadores de Coca de la Región Andinoamazónica (Putumayo, Baja Bota Caucana y Cofania Jardines de Sucumbios) rechaza de manera enérgica el uso de la violencia por parte de las Fuerzas Militares contra los campesinos cultivadores de coca para uso ilícito en el marco de acciones de erradicación en diferentes zonas del país particularmente en el departamento de Nariño, más aún cuando hay acuerdos de sustitución voluntaria firmados entre las comunidades, el gobierno nacional, departamental, municipal y las FARC-EP.

Esta actitud del gobierno nacional en Tumaco genera desconfianza y falta de credibilidad en las otras regiones que como la nuestra le apuestan a la reconversión de la economía campesina de manera concertada y voluntaria, por lo tanto hacemos un llamado para que en todas las zonas del país donde las comunidades adelanten procesos de concertación para la sustitución de cultivos de uso ilícito se suspendan de manera inmediata las acciones de erradicación forzada, en tanto, las miles de familias que hoy subsistimos del cultivo de coca hemos construido propuestas para transitar a otras economías basadas en el Desarrollo Rural Integral y manifestado nuestra voluntad de sustituir los cultivos a cambio de inversión social en el campo.

Como campesinos de la región andinoamazónica nos solidarizamos con nuestros hermanos campesinos del departamento de Nariño donde persiste una grave crisis de derechos humanos por los desmanes de la fuerza pública. Además manifestamos nuestra preocupación por la situación en los departamentos del Meta y Guaviare donde la Fiscalía avanza con procesos de expropiación de ganado a las familias campesinas que habitan en Parque Nacional Natural La Macarena.

Hoy, cuando el país transita hacia la construcción de la paz en los territorios afectados por décadas de guerra, nos resistimos a ser nuevos escenarios de violencia. Exigimos del Estado atención para superar la grave crisis económica, social y ambiental de las comunidades y no represión por parte de la Fuerza Pública a los campesinos. Como comunidades que hemos vivido la guerra le apostamos a la implementación del Acuerdo para la Terminación del Conflicto y la Construcción de Paz Estable y Duradera, pero estas acciones adelantadas por el Gobierno de Juan Manuel Santos contradice el espíritu de dicho Acuerdo y el mensaje que queda en el ambiente es que el único camino que nos queda a los campesinos empobrecidos del país es la protesta social como herramienta legítima para exigir el cumplimiento de los compromisos hechos por gobierno nacional.

Ratificamos como parte de los miles de campesinos del país, que seguimos trabajando por la construcción de paz en los territorios pero lo que es con los campesinos de Nariño, Meta, Guaviare y de todo Colombia es con nosotros.