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Centro Democrático, guerra fría y anticomunismo
Un comentario sobre el anticomunismo de María Fernanda Cabal y la tesis de Uprimny sobre el anacronismo de los planteamientos del Centro Democrático.
Alberto Maldonado Copello / Miércoles 2 de agosto de 2017
 

En entrevista para la revista Soho, la representante María Fernanda Cabal afirmó: “soy creyente pero tengo unas dificultades con la Iglesia Católica que toleró la teología de la liberación. El comunismo en la iglesia me parece fatal” [1]. El anticomunismo de la representante Cabal es universal: también considera que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas está en manos de los comunistas y obviamente comparte la tesis de su partido sobre el peligro del castro-chavismo para Colombia, tesis que llega al extremo de considerar también comunista (castro-chavista) al presidente Santos.

“Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que María Fernanda Cabal entre en el reino de Dios”, habría dicho Jesucristo si la hubiese conocido, no solamente por el hecho de ser una persona rica, sino por sus posturas y comportamientos políticos. Ya hace más de dos mil años Jesucristo era consciente de las características de los ricos que no los hacían dignos de entrar al reino de Dios. María Fernanda Cabal, según la misma entrevista en Soho, “nació en una familia adinerada, dueña del ingenio azucarero Pichichí” y probablemente su familia continúa siendo rica, lo mismo que ella. Por lo tanto, no es ninguna sorpresa la coherencia de su pensamiento con su situación de clase. El comunismo y el cristianismo en su esencia, buscan el bienestar de los pobres y de los oprimidos; el comunismo es una doctrina que sostiene que el sistema capitalista es un sistema en el cual una parte de la población (los ricos) explota a la gran mayoría (los pobres) y se enriquecen cada vez más, razón por la cual es necesario cambiar el sistema. Es apenas lógico que Cabal se oponga a doctrinas que pueden afectar la fuente de su riqueza.

La representante Cabal nació en una familia que ha acumulado dinero con base en el trabajo de los esclavos modernos: los obreros asalariados. El Ingenio Pichichí [2] en 2016 tuvo un EBITDA [3] de 81.000 millones de pesos (en 2015 habían sido $69.000 millones) que fue generado por 739 trabajadores: cada trabajador le generó un excedente al Ingenio de 109 millones anuales (un promedio de 9 millones mensuales). ¿Cuánto habrán generado los trabajadores en las siete décadas de existencia del ingenio?

Es comprensible, entonces, que la representante Cabal se oponga a la teología de la liberación porque no quiere que los esclavos asalariados se liberen; quiere que sigan siendo esclavos generadores de excedentes, y esto es apenas natural: si no, ¿quién va a trabajar para que ella y su familia sean cada vez más ricos? La representante Cabal probablemente prefiere la teología de la opresión, que bendice un sistema que mantiene en la pobreza y la sumisión a la gran mayoría de la gente, mientras sueña con el reino de Dios y la vida eterna.

Debe, por tanto, también sentirse fatal la congresista Cabal con ciertas declaraciones del Papa Francisco, donde señala que los comunistas tienen objetivos comunes con los cristianos porque se apropiaron de la bandera de la pobreza, bandera que, a juicio del jefe del Estado Vaticano, le pertenece históricamente a los católicos [4]. Obviamente, el papa acentúa las similitudes con los comunistas pero esconde las diferencias: el asunto para los comunistas no es la pobreza, el asunto es la existencia de una sociedad que divide a los seres humanos en explotadores y explotados. Pero, aún así, a alguien como Cabal le debe parecer fatal que un Papa se atreva a coquetear con los comunistas, pero sobre todo con los pobres. Así mismo debe tener dificultades cuando lee, como creyente que es, el Evangelio de San Marcos, donde Jesús le recomienda a un hombre rico, además de cumplir los mandamientos: “Anda y vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme” [5]. Seguramente no son dificultades que la trasnochen. De todas formas, muchos ricos, aunque crean en el reino de Dios, hacen todo los posible por vivir bien en el reino de los hombres y las mujeres.

¿Es anacrónica esta postura de María Fernanda Cabal?

Rodrigo Uprimny, en su columna de El Espectador del domingo 2 de julio (página 39), señala que la afirmación de María Fernanda Cabal en un debate televisivo, donde cuestionó la seriedad de la ONU por estar tomado el Consejo de Seguridad por la izquierda mundial, desnudó la mentalidad de guerra fría que subyace al discurso anacrónico e incendiario del Centro Democrático. Para Uprimny, el Centro Democrático intenta que Colombia quede atrapada en esa mentalidad anacrónica y divisiva y convoca a impedir que dicha mentalidad anclada en el pasado impida el futuro de la paz que Colombia merece.

Me parece que la posición de María Fernanda Cabal y otros de sus colegas del Centro Democrático es actual y conveniente, por su franqueza, para el debate político. A diferencia de la gran mayoría de líderes políticos y de muchos dirigentes empresariales, Cabal habla sin pelos en la lengua: probablemente está orgullosa de ser parte de la clase capitalista explotadora de sus trabajadores, defiende el capitalismo a capa y espada, no se avergüenza de obtener enormes ganancias todos los años, y critica que dentro de la Iglesia Católica se hayan permitido (o se puedan permitir) corrientes que se preocupan por la pobreza y la miseria de la gente y que promuevan acciones a favor de estos sectores de la población. Si la Iglesia Católica permite estas intromisiones anticapitalistas, hay que censurar y combatir a la Iglesia: ¿acaso no está la Iglesia para confundir a los pobres y evitar que caigan en cuenta de su situación de explotados? ¿Acaso no está la Iglesia para convencerlos de que su pobreza es una prueba que Dios les pone para premiarlos en el cielo?

La guerra fría continúa

Igualmente, es muy coherente su combate al comunismo que, básicamente, propone que es necesario suprimir una sociedad dividida en clases donde una de ellas explota a las demás. El comunismo es una amenaza para su riqueza. Puede ser que actualmente el comunismo no sea un fantasma que recorra el mundo, ni mucho menos Colombia; puede ser que las fuerzas políticas que promueven el comunismo sean muy débiles y que la gran mayoría de la clase trabajadora no se sienta identificada con las teorías de Marx y Lenin. Pero es peligroso que se difundan sus ideas dado que de pronto tienen alguna acogida. La experiencia de varios países de América Latina ha mostrado cómo, aunque no se trata de gobiernos socialistas de verdad y mucho menos de países comunistas, sí han llegado al poder partidos y movimientos políticos con ideas afines y con una orientación hacia los pobres y hacia la búsqueda de su liberación. El virus del comunismo, a pesar de todas las fumigaciones y vacunas por parte de los gobiernos capitalistas, sigue existiendo y puede contaminar. Guillermo Perry, por ejemplo, señala en columna de 10 de julio de 2017 el riesgo de que un castro-chavista como Gustavo Petro pueda llegar a la presidencia: “En esas condiciones resultan probables dos escenarios. Una final entre extrema derecha (el uribismo) e izquierda (Petro), como se temía en Francia. Quienes no crean en el chance de Petro recuerden el ambiente que condujo a Chávez”.

Me parece, por tanto, que la mentalidad del Centro Democrático no es anacrónica, ni tampoco la posición de María Fernanda Cabal. Quizá no es propio de esta época continuar con la guerra con las FARC, pero el conflicto entre clases sigue existiendo, con mayor o menor intensidad, en forma abierta y latente. Aunque exista un claro interés electoral a corto plazo y una actitud exageradamente cerrada con el proceso de Paz de Santos con las FARC, considero que el Centro Democrático, visionariamente, combate todas aquellas posiciones que cuestionen el predominio casi absoluto del capitalismo y actúa, por tanto, insistentemente para promover y defender su ideología, muy propia de la época. El problema no es la mentalidad divisiva que crítica Uprimny al Centro Democrático, sino que se coarte la libertad de expresión y se atente contra la vida de quienes piensan diferente.

A corto plazo, el Centro Democrático considera que hay que combatir cualquier posibilidad de un gobierno castro-chavista y el encarnizamiento con las FARC es una línea política muy coherente en este sentido. Y no les va mal en esta mentalidad “anacrónica”, porque encaja bastante bien con la mentalidad de buena parte de la sociedad, especialmente de la población más pobre. A pesar de su situación de miseria y pobreza, a pesar de la explotación existente por diversos medios, la gran mayoría de la clase trabajadora sigue creyendo en la teología de la opresión, agradecida con sus patrones y votando por sus representantes políticos.

[1(http://www.soho.co/entretenimiento/articulo/maria-fernanda-cabal-historia-de-representante-maria-fernanda-cabal/48733). “Las religiones dividen mucho a los seres humanos. Soy creyente pero tengo unas dificultades con la iglesia católica que toleró la teología de la liberación. El comunismo en la iglesia me parece fatal”. (María Fernanda Cabal, entrevista en Soho. “nació en una familia adinerada, dueña del ingenio azucarero Pichichí”.

[3El EBITDA es uno de los indicadores financieros más conocidos, e imprescindible en cualquier análisis fundamental de una empresa. Sus siglas representan, en inglés, las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation, and Amortization), o lo que es lo mismo, representa el beneficio bruto de explotación calculado antes de la deducibilidad de los gastos financieros. https://www.pymesyautonomos.com/administracion-finanzas/que-es-el-ebitda-de-una-empresa-y-como-se-calcula

[4El Papa dice que los comunistas robaron a la Iglesia la bandera de la pobreza, 29 de junio de 2014, http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/06/29/actualidad/1404035520_598623.html El papa Francisco ha asegurado que los comunistas le han robado a la Iglesia Católica la causa o "la bandera de los pobres", que, a su juicio "es cristiana" puesto que se sitúa en el centro del Evangelio desde hace veinte siglos. "Los comunistas nos han robado la bandera. La bandera de los pobres es cristiana (...). Los comunistas dicen que todo esto de la pobreza es algo comunista. Sí, claro, ¿cómo no?... Pero veinte siglos después (de la escritura del Evangelio). Cuando ellos hablan, nosotros podríamos decirles: ¡Pero si sois cristianos!", ha dicho.

[5Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, Tyndale House Publishers, Evangelio según San Marcos, página 805. http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/guillermo-perry/de-francia-con-amor-para-colombia-107112