Realizamos esta X asamblea extraordinaria de delegados en un momento histórico para Colombia, un momento donde estamos ante el desafío de comprender y hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para consolidar la paz estable y duradera y dejarles a las nuevas generaciones de nuestra región y el país la ruta de la reconciliación y la paz con justicia social.

Es también claro que en esta senda nos hemos encontrado con los constantes incumplimientos del acuerdo de paz, por parte del gobierno nacional, situación que nos obliga a redoblar los esfuerzos para que se materialicen dichos acuerdos, para que no se burle nuevamente la esperanza de paz que anhelamos todos los colombianos.

Las FARC, hoy convertida en un partido político legal, ha demostrado muestras de seriedad y grandeza al cumplir con todo lo acordado, sin que por parte de la institucionalidad se reciba la misma reciprocidad. Saludamos el paso dado por la FARC y le auguramos los mejores éxitos en esta nueva etapa de lucha que acertadamente han definido emprender.

Igualmente es importante resaltar que mientras en Colombia nos aprestamos a continuar las luchas por la implementación de lo acordado en La Habana y la llegada a feliz puerto del proceso de paz que adelanta el gobierno de Colombia y el ELN, en otras latitudes soplan vientos de guerra por la voraz acción de dominación del imperio. Esto nos impone un desafío más, no dejar pasar esta oportunidad para Colombia.

Saludamos a todos los pueblos del mundo que hoy siguen en pie de lucha contra la opresión. Nuestro especial abrazo solidario a la dignidad y persistencia del pueblo venezolano por ser libres. También nos solidarizamos con todos los pueblos que han soportado las devastadoras reacciones climáticas, y de manera especial con el pueblo de Cuba que logró soportar el huracán Irma sin mayores víctimas fatales que lamentar, en medio del más brutal bloqueo económico por parte de los EEUU. Igualmente nuestra solidaridad al pueblo caribeño y norteamericano que también sufre las inclemencias del clima. De la misma manera nuestro abrazo solidario al pueblo mexicano en este momento difícil a causa del terremoto ocurrido en días pasados.

También expresamos nuestra solidaridad a todas las organizaciones sociales, políticas y culturales del campo y la ciudad que siguen en pie de lucha en los territorios, en la Colombia profunda. Nos encontramos de corazón en nuestras justas luchas y ponemos a disposición nuestro acumulado histórico para el trabajo articulado por la paz estable y duradera. Cuenten con nosotros para la paz con justicia social.

El campesinado del valle del río Cimitarra organizado en la ACVC, por más de dos décadas hemos mantenido una sostenida e incansable lucha en defensa de la vida, la tenencia de la tierra y la permanencia en el territorio, la dignidad, nuestros derechos y la paz de nuestra región.

Hemos construido paz y desarrollo aún en medio de una cruenta guerra y la exclusión política y económica desatada con especial rigor en la región del Magdalena Medio.

Hemos soportado una campaña de exterminio físico, moral y simbólico.

Nuestras formas diversas de vida, de convivir en un medio ambiente natural que nos acogió con generosidad, nuestras formas de exigir y materializar nuestros derechos fueron castigadas con bloqueos humanitarios, económicos y sanitarios, con la persistencia en expoliar la naturaleza, con torturas, asesinatos, desapariciones y amenazas. Nos quisieron despojar de nuestro territorio, arrojarnos al olvido.

A ese terror hemos respondido con amor, creatividad y dignidad campesina. Amor por este territorio y nuestro pueblo. Al bloqueo respondimos creando puentes de solidaridad con la comunidad internacional, la academia, los políticos y nuestros hermanos campesinos de otras latitudes, y organizándonos para producir y ganar autonomía alimentaria con proyectos productivos asociativos. A la intención de expoliación de la naturaleza respondimos con la Línea Amarilla, el acuerdo comunitario de cierre de la frontera agraria, ejemplo de conciencia ambiental que demuestra la capacidad campesina para la conservación.

En estas luchas la ACVC ha recibido la solidaridad internacional de muchos pueblos del mundo, de organizaciones, de instituciones y de países. Por ende, uno de nuestros principios es la solidaridad con los pueblos de América y el mundo. Sea ésta una oportunidad más para expresar nuestra eterna gratitud y compromiso de reciprocidad.

Nuestros esfuerzos han sido reconocidos con el Premio Nacional de Paz 2010, el cual nos motivó a promover en 2011 el Encuentro Nacional de Comunidades Campesinas, Afrodescendientes e Indígenas por La Paz de Colombia “El Diálogo es la Ruta”, que con la participación de alrededor de 30.000 delegados de todo el país se desarrolló en la antesala del proceso de negociación del Gobierno nacional y las FARC, mostrando las potencialidades del diálogo para la superación del conflicto interno. Un poco tiempo después, se inició el proceso de paz en La Habana, el cual apoyamos plenamente, como hacemos ahora con el Acuerdo Final de Paz que acogemos como poderoso instrumento para las transformaciones sociales, económicas, políticas y culturales indispensables en nuestro país, en la Colombia profunda.

La Zona de Reserva Campesina es uno de nuestros mayores baluartes para enfrentar el reto que significa operar ese instrumento. La ZRC es el depósito vivo de nuestra experiencia forjada con trabajo persistente y entusiasta. A través de ella hemos ordenado el territorio en forma sostenible, hemos garantizado permanecer en él y ser reconocidos y dignificados nacional e internacionalmente.

Ahora, cuando gracias al Acuerdo de Paz hemos sido incluidos como un territorio priorizado para implementar un Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial –PDET-, y constituir una Circunscripción Transitoria Especial de Paz –CTEP- que defina electoralmente un liderazgo social para que nos represente en el Congreso de la República, la ZRC es parte fundamental del acumulado histórico base sobre la que desarrollaremos estas oportunidades de construcción de la paz estable y duradera históricamente anhelada.

Contamos con la fortuna de tener dos zonas de reserva campesina en este territorio conformado por 6 municipios del Sur de Bolívar: Cantagallo, San Pablo, Simití, Santa Rosa, Arenal y Morales y Yondó en Antioquia, la del valle del río Cimitarra y la de Arenal-Morales que cuentan ya con Planes de Desarrollo Sostenible que tienen que ser incorporados al PDET. Desde la visión de la ACVC, este PDET debe ser la ampliación de estas zonas de reserva campesina y ahora sí, el cumplimiento cabal de sus planes de desarrollo tal como está contemplado en el Acuerdo de Paz.

Contamos también con un acumulado histórico de participación política y ciudadana recogido en las numerosas movilizaciones desde 1996 que dio origen a nuestra Asociación precedida de las luchas de la Coordinadora Campesina del Magdalena Medio. Este acumulado nos da la capacidad y la autoridad moral para aspirar a representar a nuestra región ante el Congreso de la República por la Circunscripción Transitoria Especial de Paz del Sur de Bolívar. Es por esto que hemos decidido postular a nuestro compañero Andrés Gil, uno de nuestros líderes campesinos históricos, hijo de familia campesina largamente arraigada en la región y con profundo compromiso por la defensa de nuestros derechos, como aspirante a la Cámara de Representantes por la Circunscripción Especial Transitoria de Paz (CETP) del Sur de Bolívar.

El compañero Andrés ha jurado ante todos los delegados presentes en nuestra décima Asamblea de delegados extraordinaria cumplir con impecable compromiso, ética, transparencia y lealtad esta delegación.

Así, esta región y el país pueden contar con el compromiso y laboriosidad de siempre de la ACVC para enfrentar esta nueva tarea de paz.

Por la consolidación de la paz, el desarrollo justo y la participación política efectiva del campesinado y la población del Magdalena Medio, nos declaramos en movilización permanente.

Invitamos a todas las fuerzas vivas de la región y el país que anhelan la paz a que no dejemos pasar esta oportunidad de construir y consolidar entre todos, el país que queremos, el país que soñamos, el país que nos merecemos.

Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra – Red Agroecológica Nacional.

¡20 años de lucha por la defensa y permanencia en el territorio, la vida digna y la construcción de paz!

Yondo – Antioquia, septiembre 23 de 2017.