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Comunidades de fe hacen un llamado a ir más allá del silenciamiento de los fusiles
Declaración política e teológica
/ Viernes 15 de diciembre de 2017
 

Nosotros integrantes de las diferentes confesiones, religiones y espiritualidades, reunidos el nueve de diciembre de 2017, en las instalaciones del Colegio Americano de Bogotá, con el propósito de analizar el momento histórico para la construcción de la paz en Colombia:

Habiendo escuchado a los delegados del Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común FARC, Andrés Paris, y del Ejército de Liberación Nacional ELN, Eduardo Martínez, al delegado del comité de impulso de la Mesa Social para la paz, Olimpo Cárdenas, así como al delegado de Teusaquillo Territorio de Paz, y las diferentes confesiones de fe, la hermana María José Acevedo, miembro de la comunidad Islámica, y el Sr. Francisco Saboya, representante de la comunidad Brahma Kumaris, en torno a aspectos del concepto de paz, la realidad social del país y las posiciones de las partes insurgentes a propósito del momento actual en el curso de la fase de implementación del acuerdo con las FARC y de la mesa de negociación en Quito (Ecuador) declaramos el siguiente decálogo para la paz en Colombia:

1. Reconocemos las buenas intenciones del señor presidente de la República, Dr. Juan Manuel Santos, y de algunos congresistas, que se la juegan por el cese de la violencia armada con los movimientos insurgentes del país. Igualmente destacamos el espíritu negociador de las FARC, el ELN y la carta del EPL, al Gobierno nacional en disposición a abrir conversaciones. Así como el esfuerzo que el Gobierno nacional adelanta en la búsqueda de abrir diálogos con las Bandas Criminales (BACRIM), para la búsqueda de la paz completa estable y duradera.

2. Hacemos un llamado a ir más allá del silenciamiento de los fusiles y avanzar en el camino de la justicia social, la igualdad, la opción por los pobres y vulnerados, el desarrollo de la educación y la pedagogía de la paz.

3. Entendemos que en los acuerdos se ha definido no tocar el modelo económico del país, no obstante, como comunidades de fe, religiones y espiritualidades, comprendemos que la construcción de una nueva sociedad requiere solución de fondo a los problemas sociales y económicos cerrando la brecha de inequidad existente en el país.

4. Es imperante desarrollar una metodología de participación para la construcción de paz en Colombia en la que se tenga en cuenta tanto a las bases y comunidades que viven las verdaderas afujías de país, así como a los empresarios, buscando encontrar puntos de acuerdo concretos a las diferencias y problemáticas del país.

5. Llamamos al cuidado de la tierra, el acceso justo y equitativo de la misma, la conservación de las reservas naturales y el buen uso de la tierra para la preservación de la casa común.

6. Defendemos y nos reafirmamos en unidad, en el concepto de sacralidad de la vida, la dignidad del ser humano, el respeto por la misma, rechazando cualquier tipo de violencia, intolerancia y vulneración que atente en contra de la dignidad humana y la vida.

7. Tenemos como expectativa la construcción de un país en paz, no para unos pocos, ni para intereses sesgados, sino para el desarrollo colectivo del país en donde prime el bienestar común al interés particular.

8. Consideramos que se debe superar el destino inexorable que pretenden marcar los grupos hegemónicos de la economía mundial y sus multinacionales, marchando hacia la conformación de la construcción pedagógica de conciencia política y de desarrollo social auto determinado de los pueblos.

9. Comprendemos la paz como esencia propia de la espiritualidad, que se marca en el desarrollo integral del ser humano, quien puede construir desde sí mismo y desde su experiencia de fe la paz que se transmite en su contexto; familia a sociedad.

10. Nos comprometemos a seguir trabajando por el desarrollo de una teología para la paz que surja desde el respeto hacia el otro en la diferencia, que no calla ante la injusticia, que se hace veedora y que, como parte de su ser y que hacer, denuncia todo tipo de injusticia frente a los diferentes ámbitos sociales y económicos para hacer del amor algo eficaz; de la misma manera invitamos a las confesiones de fe, religiones y espiritualidades que se han mantenido al margen del contexto de la paz a unirse en el esfuerzo por construir una espiritualidad que nos acerque y nos permita construir un camino de convivencia.

PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE COMUNIDADES DE FE EN APOYO A LA PAZ DE COLOMBIA