Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Las tres dimensiones de los PDET: oportunidades para su implementación
Ricardo Jaramillo Rincón / Domingo 25 de febrero de 2018
 

El carácter multidimensional de los PDET

Como se mencionó en un artículo anterior [1], los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial – PDET son un instrumento de planificación y gestión territorial para implementar de manera prioritaria los planes sectoriales y programas en el marco de la Reforma Rural Integral (RRI) y las medidas pertinentes que establece el Acuerdo Final, en articulación con los planes nacionales para la reforma rural integral. Son herramientas en las que concurren tres dimensiones clave para la profundización democrática del país: la planeación participativa, el desarrollo territorial y la construcción de paz.

En relación con lo primero, la planeación participativa se entiende como “una serie de dinámicas sociales y políticas en torno a la identificación de problemas y potencialidades del presente y la formulación de propuestas y soluciones como apuestas de futuro, en un escenario donde la planeación es una oportunidad de encuentro entre voces diferentes interesadas en construir acuerdos y consensos sobre metas y procedimientos necesarios para alcanzarlas. En consecuencia, es un proceso y un escenario eminentemente político que enlaza medios y fines, presente y futuro, problemas y soluciones, potencialidades y realizaciones, conocimiento y acción” [2]. El diseño a partir del cual se discuten los PDET y se busca llegar a los Planes de Acción para la Transformación Regional – PATR cumple con estas condiciones y representa una oportunidad inédita para que las comunidades, comenzando desde el nivel veredal, identifiquen las oportunidades de sus territorios, los recursos con los que cuentan, las necesidades que se deben satisfacer y planteen propuestas para lograrlo.

Esto está estrechamente relacionado con la dimensión del desarrollo territorial. Como lo ha señalado Darío I. Restrepo, entre otros, un sistema económico se distribuye espacialmente de manera diferenciada; el sistema político asigna poderes diferentes a la nación, los departamentos y los municipios; y las políticas para el goce efectivo de derechos, cuando las hay, se manifiestan de manera distinta en la geografía del país y en cada conglomerado poblacional [3]. En el caso colombiano, este proceso ha resultado en un conjunto de territorios con múltiples brechas en materia de acceso a bienes públicos, representación política y condiciones para el goce efectivo de los derechos de sus habitantes. El Acuerdo Final reconoce esta situación y plantea diferentes mecanismos para cerrar estas brechas, en particular las que se presentan entre el país urbano y el rural. Muchas de estas medidas, como los Planes Nacionales para la Reforma Rural Integral, que se diseñan desde ministerios o altas instancias del Gobierno Nacional, deben tener un correlato en la planeación local, de manera que efectivamente contribuyan al mejoramiento de las condiciones de vida en cada lugar.

Finalmente, frente a la construcción de paz, “la institucionalidad de participación ciudadana no existe en el vacío, sino que se da en medio de órdenes sociales preexistentes en el territorio. Esto significa que se encuentra condicionada por las dinámicas sociales, la fortaleza o precariedad estatal, el autoritarismo de los actores armados y las dinámicas de clientelismo y corrupción en el ámbito local”CINEP/PPP (2016). Documento final. Mesa Temática sobre Reconciliación y Convivencia. Conversaciones Ciudadanas sobre Paz y Participación. OACP – Foro Nacional por Colombia. Bogotá D.C., p. 15.]]. En este caso, la formulación de los PDET se enmarca en las dinámicas sociales de cada territorio y también tiene la posibilidad de contribuir en su transformación, desde la construcción de confianzas, el fortalecimiento organizacional y la promoción de iniciativas tendientes a mitigar los distintos riesgos a los que se enfrentan quienes hacen parte de procesos participativos en algunas regiones del país.

Algunas propuestas

A partir de la comprensión de los PDET desde estas dimensiones, y valorando el proceso como un ejercicio inédito de planeación participativa en el país, un conjunto de instituciones [4] que hacemos parte del Grupo de incidencia en políticas públicas para la implementación del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, conformado por 17 organizaciones de la sociedad civil, con amplia trayectoria en la promoción de la cultura democrática, los derechos humanos y la construcción de paz, hemos presentado a la Agencia para la Renovación del Territorio un conjunto de propuestas para fortalecer la implementación de los PDET.

Algunas de estas instituciones hemos sido participes en distinta medida de ejercicios pedagógicos previos al inicio formal de proceso de formulación de los PDET, así como del desarrollo de algunas pre asambleas y grupos motores en la fase de alistamiento y formulación. Estas experiencias tuvieron lugar en los municipios que se presentan en la siguiente tabla, por lo que no pueden considerarse como una evaluación exhaustiva de todo el proceso.

En términos generales valoramos positivamente que el diseño institucional de los PDET se configura como un conjunto de mecanismos que contribuyen a una profundización democrática fundamental para la construcción de paz. La formulación de los PDET promueve la participación de las comunidades, organizaciones y movimientos desde el ámbito veredal hasta el sub regional; que quienes participan han podido plantear problemáticas, oportunidades e iniciativas desde sus territorios y que se abordan las discusiones con un horizonte de mediano plazo. Todo esto con una perspectiva de planeación participativa.

Hemos podido identificar algunos aspectos que pueden ser fortalecidos:

1. Enfoque de derechos: La tradición de la planeación en Colombia, (y de ella se nutren los PDET), es la identificación por parte de la población de “necesidades” o “problemas” y no de los obstáculos y alternativas para el goce efectivo de derechos. Adoptar el EBDH, de manera explícita, además de dar sustento a la perspectiva del mediano plazo, permitiría la construcción de indicadores apropiados y, de manera particular para los DESCA, rutas de progresividad en su garantía.

2. Enfoque de género: durante las pre-asambleas y grupos motores a los que fue posible asistir era difícil situar las necesidades, intereses, barreras y problemáticas de las mujeres y las personas ltbi en los territorios, tanto por falta de conocimiento de algunas personas que participaban y de las que facilitaban, así como por su ausencia explícita en los pilares.

3. Convocatoria: En algunos de los municipios la convocatoria para las asambleas veredales no fue lo suficientemente amplia. Se concentró en algunos sectores de las Juntas de Acción Comunal, generando dificultades para el relacionamiento con otros sectores, en particular en municipios con diversidad étnica, como en el Cauca. Para mitigar esta dificultad podría recurrirse a redes locales de organizaciones en los territorios, buscar mayor articulación con instituciones locales, elaboración de mapeos de los actores territoriales y las capacidades de las organizaciones, generar acuerdos macro o regionales con las autoridades étnicas, así como asegurar la participación de todos los sectores, tales como representantes de la sociedad civil, mujeres y sus organizaciones, la academia, principalmente personas vinculadas a universidades de las regiones, entre otras.

4. Condiciones de contexto y capacidades instaladas: en algunos casos las discusiones sobre oportunidades, problemáticas e iniciativas se dieron en contextos en los que las personas que participaban no tenían suficiente conocimiento acerca de los contenidos del Acuerdo Final y, en particular, sobre los temas específicos a los que se refieren los pilares. Esto se podría atenuar fortaleciendo los dispositivos pedagógicos y comunicativos que se emplean, desde la convocatoria, hasta los procesos de alistamiento.

5. Seguridad: En distintos municipios persisten problemas de seguridad o que han surgido otros nuevos a raíz de disputas por los territorios dejados por las FARC. Si bien este no es un asunto exclusivo de la ART ni de la formulación de PDET, es importante visibilizarlo en la medida en que los ejercicios de planeación participativa se ven truncados ante hechos de violencia, que pueden ir desde las amenazas hasta los homicidios y el desplazamiento forzado, como en Cáceres, Antioquia [5]. Se requiere establecer rutas y mecanismos de articulación con entidades como la Defensoría del Pueblo y las personerías municipales para poder activar el Sistema de Alertas Tempranas cuando se presenten estos casos y para contar con información de posibles riesgos en las veredas donde se adelanta el proceso participativo. También es importante contar con algunas estrategias de generación de condiciones y alternativas para que la ciudadanía pueda asistir y participar de manera efectiva. Las estrategias de seguridad que se adopten en los territorios deben tener en cuenta los riesgos específicos que enfrentan las mujeres y las personas LGTBI, incluyendo las violencias, por lo que deberá ser concertada con ellas, creando espacios que garanticen el derecho a la intimidad y la confidencialidad.

6. Articulación con otras entidades: Dentro de algunos de los municipios confluyen varias entidades con responsabilidades en la implementación del Acuerdo Final, como la Agencia Nacional de Tierras, la Agencia de Desarrollo Rural, Parques Nacionales Naturales de Colombia, Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos, entre otras, y no siempre se evidenció una acción articulada entre ellas ni con los gobiernos locales, a pesar de los esfuerzos de muchos de los gestores territoriales. En este sentido se requiere fortalecer los acuerdos entre las entidades del orden nacional de manera que sus referentes territoriales tengan un mandato claro de articulación, proporcionándose información cruzada y generando intervenciones planificadas integradas para formular y poner en funcionamiento los planes y programas contenidos en los puntos 1 “Reforma Rural Integral” y 4 “Drogas de Uso Ilícito”. También un énfasis en las capacitaciones ante la necesidad de promover relacionamientos con las entidades territoriales.

7. Articulación con otros ejercicios de planeación o construir sobre lo construido: algunos de los espacios acompañados dan la impresión de querer empezar desde ceros, esto es, no tienen en cuenta otros ejercicios previos de planeación desarrollados en los territorios tanto por las comunidades como por las instituciones. Se recomienda que en cada territorio de construcción de los PDET se identifiquen, analicen y articulen los diversos planes que existan, especialmente aquellos que coincidan con propuestas de las comunidades, como podrían ser los planes de vida de los pueblos indígenas, los planes de desarrollo sostenible de las Zonas de Reserva Campesina y otros planes comunitarios de desarrollo rural.

8. Participación de Farc en ejercicios comunitarios: Se observó que integrantes de Farc estuvieron presentes en la formulación de los PDET. En algunos municipios se integraron con los demás participantes y trabajaron en los pilares propuestos por la ART, y en otros se presentaron demandando su participación como partido político en la formulación de los PDET, esto dificultó la realización de asambleas municipales. Consideramos que al ser los PDET herramientas fundamentales para la construcción de paz territorial y la transformación de las inequidades y que responden a un enfoque de planeación participativa, reconociendo a comunidades y organizaciones sociales que habitan el territorio como el actor fundamental para su construcción, que ningún partido político debería hacer parte de su formulación.

[1PDET: Planeación participativa para la construcción de paz. Ricardo Jaramillo Rincón. 3 de febrero de 2018 http://prensarural.org/spip/spip.php?article22676

[2Foro Nacional por Colombia (2016) Arquitectura Institucional para la implementación de los acuerdos de La Habana en materia de participación ciudadana. Bogotá D.C., pp. 9-10.

[3Restrepo, Darío I. (2016). Dimensiones territoriales del desarrollo, la democracia y el bienestar. Contribución a la agenda alternativa del posacuerdo. Bogotá D.C., Planeta Paz, p. 5.

[4Caribe Afirmativo, Casa de la Mujer, Foro Nacional por Colombia, Gpaz/ Corporación SISMA Mujer, Ruta Pacífica de las Mujeres, Rodeemos el Diálogo y Viva la Ciudadanía. El documento de propuestas fue elaborado de manera conjunta entre todas las instituciones.

[5Desde finales de enero de 2018 se ha presentado el desplazamiento masivo de más de 400 habitantes de las veredas Alto Tamaná, El Tigre y Ponciano, a causa de enfrentamientos entre grupos armados aún no identificados. Varios habitantes de estas veredas han participado en ejercicios de alistamiento y fortalecimiento de capacidades organizativas para la participación en la formulación de PDET. Ver: Desplazamientos en Cáceres Antioquia. El Colombiano, http://www.elcolombiano.com/antioquia/seguridad/desplazamientos-en-caceres-antioquia-GA8046668 consultado en febrero de 2018.