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Mirador
El caso Noguera Cotes
Carlos A. Lozano Guillén / Miércoles 13 de mayo de 2009
 

Todo el mundo recuerda la reacción del presidente Álvaro Uribe cuando la revista Semana reveló las denuncias que vinculaban al entonces director del DAS, Jorge Noguera Cotes, con los grupos paramilitares de la Costa Atlántica, liderados por “Jorge 40” y Hernán Giraldo. De manera agresiva, Uribe acusó al aire por una conocida cadena radial al director de la revista, Alejandro Santos, de hacerle el juego al terrorismo. El Presidente calificó de “muchacho bien” a Noguera Cotes, al tiempo que señaló que eran acusaciones falsas.

Ahora, el propio fiscal general de la Nación, Mario Iguarán, después de accidentada y dilatada investigación por las argucias leguleyas de Noguera Cotes, le ha proferido resolución de acusación, no sólo por su colaboración con grupos paramilitares sino por la complicidad en el asesinato de sindicalistas y de reconocidas personalidades costeñas como el profesor Alfredo Correa D’Andreis; el dirigente político Fernando Pisciotti, la periodista Zully Codina y el dirigente sindical Adán Alberto Pacheco, entre otros. A todos los asesinaron con la acusación de ser miembros del PC3, la misma que esgrimen Plinio Apuleyo Mendoza, Fernando Londoño Hoyos y otros publicistas del régimen uribista para descalificar a críticos y opositores del Gobierno.

Para el fiscal, no existen dudas de que el entonces director del DAS aprovechó el cargo para darle información de inteligencia a los jefes paramilitares, la cual fue fundamental para la ejecución de los asesinatos. “Como común denominador hay acciones de inteligencia contra estas personas, con afirmaciones del DAS que pertenecen a grupos subversivos; (luego viene) su captura y, tras la decisión de la Fiscalía (de absolverlos), como en el caso de Correa, su muerte”, dice la resolución del fiscal Iguarán, según El Tiempo del domingo 10 de mayo (ver pág. 1-4 Nación). Como nunca antes, el DAS estuvo entregado a las bandas de criminales de las “AUC”.

Noguera fue nombrado jefe del DAS una vez asumió la presidencia el señor Uribe Vélez, en cuya campaña electoral se desempeñó como jefe de debate en el departamento de Magdalena. No cabe la menor duda de que este “muchacho bien”, como lo describió Uribe para defenderlo de las denuncias periodísticas, fue cuota del paramilitarismo en el gobierno de la “seguridad democrática”. Es un asunto muy grave que no puede pasar inadvertido en el país ni en el exterior, sobre todo cuando desde la “Casa de Nari” se promueve el referendo reeleccionista en medio de todo tipo de trampas y presiones.

Noguera Cotes enfrentará los estrados judiciales. ¿Qué pasará con su mentor, que lo designó para el alto cargo y que lo defendió ante las críticas de los periodistas? ¿Esa conducta quedará en la impunidad?