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Santa Marta, Magdalena, corrupción y falta de agua
Libardo Muñoz / Jueves 15 de noviembre de 2018
 
Foto: Roger Urieles - El Tiempo

Grave crisis sanitaria afecta hace varios meses a miles de habitantes de más de 100 barrios de formación popular de Santa Marta, la más antigua ciudad de América, dueña de una bahía segura y de un puerto privatizado, manejado por un clan de corruptos que no se siente obligado a rendir cuentas ni a tributar al funcionamiento municipal.

Existe una Empresa de Servicios Públicos del Distrito de Santa Marta ESSMAR y su operadora Veolia, que sólo ha sido eficaz en una facturación impagable y es así, puntual, por un servicio desastroso.

Santa Marta también figura en los folletos turísticos como "la bahía más linda de América", capta corrientes de visitantes monopolizados por una red privada de hoteles y restaurantes de altos precios, pero al pueblo samario no le llega desarrollo como se comprueba en la absurda situación de desabastecimiento de agua.

La ausencia de agua en las casas de barrios más pobres, ha propiciado la aparición en Santa Marta de una rebatiña especulativa entre dueños de camiones cisterna, que venden agua lógicamente, entre quienes pueden comprarla y al precio que ellos digan, no existe autoridad que intente siquiera a controlar este desesperante caos.

La gente de los barrios samarios ya no duerme, dice una ama de casa, porque a veces un débil chorro de agua puede detectarse en las tuberías más bajas, de madrugada o a altas horas de la noche, de donde pueden llenar baldes, ollas, cualquier vasija para lavar los enseres de cocina o asear los sanitarios, que es la parte más terrible del problema.

Entre los vecinos indignados por esta deplorable situación de ineptitud de la administración samaria, hay enfrentamientos y discusiones derivadas de la alteración de los ánimos, pues la gente está desesperada.

La denuncia pública de organizaciones cívicas de Santa Marta señala que una clase pudiente, tiene el manejo burocrático de todo el engranaje administrativo, se aprovecha de los fondos de inversión y vive en sus conjuntos y quintas, con grandes reservas de agua en tanques y albercas, sin importarle la suerte de más de 500 mil personas, entre adultos, niños y ancianos expuestos a una crisis de salud pública.

Con carro tanques, Veolia ha asistido a los barrios que sufren por la escasez de agua. La comunidad asegura que no es suficiente.