Comunicado de las organizaciones campesinas del Cauca filiales de Fensuagro integrantes del Proceso de Unidad Popular del Suroccidente.

Las organizaciones campesinas del departamento del Cauca, filiales de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, manifestamos nuestra preocupación por la manera tendenciosa, como el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), nos señala de ser responsables de situaciones, que si bien conocemos, no somos determinadores.

Como federación hemos mantenido, desde hace aproximadamente 15 años, una posición crítica hacia algunos de los dirigentes del CRIC por sus actitudes racistas y la manera como han diseñado y ejecutado su principio de recuperación del territorio, afectando a pequeños y medianos propietarios. Esa actitud nos ha llevado en diferentes ocasiones a discusiones sobre los métodos que el CRIC utiliza.

No son pocos los hechos en que campesinos han sido agredidos por grupos de indígenas. Podríamos mencionar entre otros: Paletará en el municipio de Puracé; Quintana en el municipio de Popayán; El Hatico y Gabriel López en el municipio de Totoró, donde se hizo presente el machete, el garrote y hasta armas de fuego, y la palabra fue la gran ausente.
Esto nos ha llevado en varias ocasiones al debate, tanto interno como público, sin que hasta el momento hayamos podido llegar a acuerdos y sin que esto signifique que no reconozcamos al CRIC como una organización popular.

En el caso de las asociaciones de productores indígenas Avelino Ul, Lorenzo Ramos, y los comuneros de base de los resguardos de Huellas en Caloto, San Lorenzo en Caldono y Canoas en el municipio de Santander, que han desarrollado acciones de recuperación de tierras, adoptando legítimamente el nombre de Nietos de Manuel Quintin Lame, nuestro apoyo no ha sido soterrado sino abierto, como siempre lo hemos hecho con todas las organizaciones campesinas, indígenas o de negritudes que acuden a la recuperación directa de la tierra como único medio que el estado ha dejado para la reforma agraria. Fieles a nuestro principio de ser una organización clasista, siempre hemos sido solidarios con todas las organizaciones populares, máxime cuando estas son agredidas brutalmente.

De lo que no somos responsables, es de sus decisiones, y mucho menos de que hoy las políticas y decisiones del CRIC y la ACIN estén siendo cuestionadas por los comuneros de algunos resguardos.

Tampoco aceptamos que de forma mañosa el CRIC presente las contradicciones que hemos tenido con algunos de sus líderes, al mismo nivel de las que tienen con el estado y con organizaciones armadas.

Finalmente consideramos que la dirigencia indígena debería buscar en su interior lo que está tratando de encontrar por fuera: las causas del descontento de los comuneros en algunos de sus resguardos están en su pobreza y abandono, y no en una supuesta alianza para desestabilizar al movimiento indígena.

Desde hace 15 años, los campesinos de las asociaciones de Fensuagro en el Cauca estamos esperando que la consigna de caminar la palabra se haga realidad y que los señalamientos sin fundamento den paso al diálogo sincero, respetuoso y fraterno.

Popayán, Cauca, febrero 13 de 2007.
Coordinación campesina Fensuagro Cauca.